Capitulo 45

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Puedo saber a qué se refiere cuando siento bajar su cuerpo contra el mío. Mnh… nena… por Dios, está sintiendo mi erección. 

- Demasiado. – respondo con la voz todavía más ronca. No sé cómo no he perdido los papeles aún. 
____________ sonríe, mordiéndose el labio, alza una ceja y pega su pecho contra el mío. Me voy obligado a bajar la mirada. Cuando puedo darme cuenta, está a punto de hacerlo de nuevo.
Sube y baja su cuerpo con delicadeza sobre mi entrepierna, sobando lento. 

- _______ por Dios. – estoy gimiendo. Solo soy consciente de mis jadeos ahora mismo. Mis manos aprietan sus piernas, haciendo que su bonito cuerpo quede lo suficientemente unido al mío. 
La veo sonreír, una sonrisa traviesa y a la vez maliciosa. 

- Tengo que dejarte. – le digo luchando con todas mis emociones y demonios interiores, que solo piden que la desnude y le haga el amor con fuerza. – he quedo con Emily en que iría por Sofia antes de las doce.

Me mira. Sus ojos brillan por el contraste de la luz y su rostro está levemente decepcionado. Sé que quiere seguir jugando. Parece una niña… una niña inocente que no ha recibido su preciada recompensa. Mierda… ¿Y quién soy yo para no dársela? 

- No me deseas. – cruza ambos brazos, colocándolos sobre su pecho. 

Por dentro todo en mí es fuego. No puedo dejar que se vaya con esa impresión. Desearla, es muy poco para todo lo que siento por ella.

+

Tardamos minutos en subir al departamento. Y lo mismo pasa conmigo cuando empiezo a desnudarla. Está tumbada sobre nuestra cama. Riéndose sin saber por qué y completamente desnuda. Las hondas de su cabello están alborotadas y caen por sus hombros, deslumbrantes. Ella lo es. Me quedo parado frente a ella, aún sin posicionarme en la cama, mirándola extasiado.

Mis ojos se nublan. Este es mi paraíso. La veo estirar un brazo, seguramente pidiéndome que vaya con ella. Sonrío y le entre mi mano, entrelazándola con la suya y hundiéndome sobre su cuerpo. 

Tengo la ropa puesta, pero mientras empiezo a besarle los labios, ______________ se encarga de desabrocharme los pantalones con habilidad y bajarlos hasta la altura de mis rodillas. 

Volvemos a comernos. Desesperados. ¿Por qué desesperados? Aún sabiendo que nos tenemos a los dos por el tiempo que queramos, el hecho de besarnos nos hace volvernos inmunes al razonamiento y a lo que ya sabemos. Es satisfactorio pero jamás… jamás obtenemos suficiente. 

Me despeina el cabello como casi siempre. Sus dedos frotan sobre mi pecho segundos después y pasan a tocarme los hombros, los brazos, la espalda, la cintura, el culo… 

Pasa a susurrarme “Te quiero” muchas veces. Estiro los labios y logro alcanzar su frente con ellos. Pero mis labios deciden seguir inspeccionando en sus pechos, haciendo que estos reaccionen. Mi nariz toca sus pezones ahora erectos. Siento como me jala el cabello con fuerza, haciéndome gemir alto. Al mismo tiempo siento el impulso de morderla, y no dudo en hacerlo al notar que se está aferrando duro. 

- ¡Oh! – grita alto y alza las caderas. Mis dientes presionan una vez más. _______ jadea rápido, y pronto noto que sus manos pasan a posicionarse tras mi espalda. – Dios… - gime y me aprieta la espalda. 

Escucharla gemir nunca dejará de ser uno de mis más grandes placeres. Sin embargo, aunque me gustaría escucharla gemir un tiempo más, alguien está esperando por mí en la casa de Emily Prescot. 
Estiro el bóxer y lo bajo hasta la altura de donde se encuentran mis pantalones. Como debí imaginarlo, mi polla está realmente dura y elevada. Erecta. Lo suficientemente lista, y por lo que puedo notar, ________ también lo está.

Mis manos tocan sus piernas y las abro, haciendo que mi polla toque su entrada. El límite entre el cielo y el infierno. Todo a nada. 

Entro en ella completamente. Sin límites de control. También estoy bastante exhausto de esperar. Algo que ella sabe muy bien es que para lo único que no soy de fierro, es para esto. La siento elevar las caderas y gritar mi nombre lo suficientemente alto como para que los vecinos puedan escuchar. Sí… estoy follando a mi novia. 

Aprieto los dientes, gruñendo jadeante y envuelto en llamas. Salgo de ella y no espero mucho en volver a penetrarla con la misma intensidad. Nuestros cuerpos se mueven. Ella entregándome su feminidad y yo follándola tanto como puedo. Está cubierta en sudor y apenas he empezado a moverme realmente. 
Mis dientes buscan su cuello y la muerdo suavemente a la misma vez que me siento expuesto a soltar un gemido. No puedo controlarlo. Muevo las caderas sobre ella en círculos, metiendo y sacando, dándole y recibiendo de la misma manera. ____________ está derretida en mis manos, solo tiene fuerza para desahogarse en gritos suaves que delatan lo que está haciendo. 

- Grita duro. – le pido. Escucharla me hace sentir poderoso. 

- ¡Sí! – lo hace antes de que termine de pedírselo. - ¡Oh! – la veo cerrar los ojos con fuerza y perderse entre lo que estamos haciendo.

- Hace tiempo que no te hago llegar. 

Sus gemidos abrazadores son para mí una respuesta. Me siento en la necesidad de seguir moviéndome. Subiendo y bajando. Duro. Duro… muy duro. Penetrándola completamente y sin restricciones. Agotándome. Buscando con desesperación el punto de su orgasmo. Quiero hacerla feliz en cualquiera manera posible. Cada segundo se hace más agotador. Soy yo el que va a llegar primero y se lo entregará todo. Voy a explotar. Lo siento juntarse en el límite de mis emociones. Voy a correrme… pero quiero que ella también lo haga. El momento se pone cada vez más tenso. Está gritando, teniéndome con fuerza, hecha polvo y a punto de venirse. Sí… también puedo olerlo. Está viniendo…

Y cuando siento que no puedo seguir, _________ se corre junto a mí. Dándomelo todo, todo… como yo a ella.

Tentation 3 - Justin Bieber y Tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora