Capitulo 16

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A saber cuántas veces había deseado estar haciendo esto. Tantas y sin exagerar. Parte de su ser era el Justin salvaje y con ataques de ira que hace tiempo no frecuentaba. Ese Justin grosero, prepotente y hasta algunas veces un tanto hijo de puta. ¿Pero quién podía refutarle que no lo fuera? Si no conocías su pasado, probablemente no podías juzgarle ningún acto. Es más, no tenías derecho alguno a hacerlo. 

Era algo así como el pasado que nadie entendería con palabras. Se necesitaban hechos y ponerse en su lugar para lograrlo. 

Mientras aceleraba el Mustang y hacía rugir el motor, podía recordar el rostro horrorizado de __________ al verlo golpear a ese hombre ebrio que le había tocado más de la cuenta. Recordarlo le hacía llenar el cuerpo entero de rabia, a la misma vez que sus músculos se tensaban y le exigían que fuera a buscarlo para molerlo de una vez por todas. 

Había tenido que pagar a la dueña de la cafetería una indemnización por los daños que había ocasionado en el local y además un dinero adicional por todos los clientes que habían salido despavoridos, gracias al tremendo espectáculo que había montado y se habían ido sin pagar. Y además de eso, llegar a un acuerdo (de tipo económico) con el tío ebrio que había lanzado por las ventanas. Por suerte y había sido nada más un golpe fuerte en la espalda. Había salido ileso, el hijo de puta. 

Y de ella… de ____________ no se podía decir mucho. Definitivamente había jodido todo lo que de algún modo…”tenían”… si es que se podía decir que tenían algo.

Al verlo ahí. En vuelto en llamas. Ardiendo en ira y con los puños apretados… le había hecho recordar la última discusión que habían tenido antes de separarse por dos años. Y a él también le frustraba…

- “¡Eres una bestia! ¡Míralo!”… 

Las palabras de _________ retumbaron en su cabeza. Malditos recuerdos.

- “¿Vas a golpearme a mí también?” – 

Su mirada. Sus bonitos ojos llenos de pánico, atemorizados pero a la misma vez valientes. 

- “Deja de mirarme y hazlo, ¡hazlo de una maldita vez! – 

Basta… no podía seguir recordando la peor noche de toda su vida. Esa historia ya había concluido. Al fin y al cabo, ella había preferido una mafia a la cual él ya había renunciado hace mucho tiempo. Era mejor así ¿verdad? 

Aplastó el acelerador, sin ningún rumbo exacto… solo dejándose llevar por la velocidad y la música que sonaba fuerte en los amplificadores.

Aun había ira en él. Ira por el tipo ebrio que había tocado a __________. Ira por las mamparas de cristal que había roto. Ira por él mismo y sus malditos ataques de ira que no podía controlar… e ira por __________. Porque no le había hablado después del incidente. Porque simplemente se había ido de la cafetería sin siquiera agradecerle o comentarle algo por defenderla del tío ebrio. Sí… eso definitivamente lo tenía cabreado. Necesitaba al menos un “gracias” de su parte que lo reconfortara. ¿Qué no lo notaba? ¡Había hecho esto por ella, mierda! ¿Qué hubiera preferido? ¿Qué dejase que la tocara? Esto era tan malditamente confuso. 
El viento sobre su cara, la velocidad, la adrenalina y la música fuerte no le dejaron pensar… pero siempre podía llegar a una muy buena conclusión: las mujeres eran un completo acertijo. 

Se detuvo en una tienda y compró varias cervezas y cigarrillos. Era un buen día para emborracharse solo, tal vez… o solo olvidarse de todo lo que había pasado…

Subió al auto y volvió a manejar sin rumbo alguno. 

Hace tiempo no tenía estos escapones donde podía ser él mismo. Y como los necesitaba… el jodido trabajo, las relaciones sociales, la presión y hasta su relación con Marie lo tenían molido… no era él… o al menos eso sentía. 

Ahora tenía un buen puesto, dinero y la mierda que quisiese… pero no la que deseaba realmente… otra vez volvía a recriminarse a él mismo que este no era él. Que sí. Que extrañaba la adrenalina, el miedo, el poder, sentirse dueño del mundo armando un par de robos en cualquier banco del mundo… manejar un arma, apuntar y hasta incluso extrañaba disparar. 

¿Quién podía sentir esa necesidad también?...

Tentation podía ser mierda. Pero era una mierda que exigía que alguien más la necesitara. No se trataba solamente de llegar y robar un banco de un día para otro. Se necesitaba preparación. Se necesitaba estudiar. Se necesitaba ser el mejor. Se necesitaba divertirse. Reírse durante el proceso y pasarla de puta madre. Se necesitaba ser inteligente. Armar rutas y hackeos de códigos. Se necesitaba vigilar, estar alertas. Pero sobre todo… se necesitaba ser valiente y tener las agallas suficientes para enfrentarte a todas esas personas que luchanban contra el mal. Necesitabas agallas y huevos… si se puede decir, para enfrentarte al mundo… que siempre… si escogías el camino Tentation, estaría en tu contra. 

Encendió un cigarrillo y fumó lento. El humo se desprendía de su boca y se desvanecía por el viento que arropaba su rostro. 

Y la noche parecía hablarle. Parecía exigirle algo… 

Conducía sin rumbo y aun cabreado por todo el incidente… “¡el incidente que tú mismo ocasionaste!” ¿________ estaba esperando a que se disculpara? “Por supuesto que sí, gran idiota”. 

Quiso tirarse de un edificio alto mil veces antes de hacer esto. 

Marcó el número de ___________ y esperó a que alguien hablara en la otra línea. 

- ¿Qué? – respondió ella. Justin enarcó una ceja. Otra vez ese carácter… 

- No puedo creerlo, ¿estás cabreada?

- Te juro que no tengo ganas de hablar de todo esto ahora ¿si? Necesito dormir. – su voz se escuchaba ligeramente tensa. Sí. Estaba muy… muy cabreada.

- ¿Por qué estás molesta? – insistió él. Introdujo el cigarrillo entre sus labios y aspiró.

- Que te den Justin. Estoy muy, muy cabreada contigo esta vez. 

Y colgó.

Tentation 3 - Justin Bieber y Tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora