8- Todo un paraíso

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Eclipse estaba deseando lanzarse desde la rama con los otros dragones. Janie también estaba algo nerviosa.

Janie:

- ¿Preparado, colega?

Eclipse:

- ¡Ruagh!

Janie:

- Pues, ¡Vamos allá!

Eclipse saltó de la rama alzando sus alas. La sensación era asombrosa. Se sentía el viento en el cuerpo. Arriba y debajo de ellos, habían muchos más Furias Nocturnas que volaban y planeaban jugando con la corriente de aire. Realmente corría una brisa agradable que mantenía a los dragones en el aire sin tan siquiera esfuerzo.

Janie:

- Eclipse, ¿Qué tal si probamos esta corriente de aire?

Eclipse:

- ¡Ruaghh! (Asintiendo)

Janie:

- Bien, pues… ¡Vamos!

Janie se puso de pie a lomos del dragón. Eclipse sólo estiró las alas todo lo máximo que pudo. Entonces, una corriente de aire lo elevó bien alto. Era una increíble sensación.

Janie:

- Bien, ¡Me toca a mí!

Y entonces, Janie se tiró del lomo de Eclipse. Ella sólo se dejó caer, pero en vez de caer, descendió hacia arriba con la fuerte corriente.

Janie:

- ¡¡Woahh!!

Janie flotaba sin esfuerzo, estaba impresionada de la sensación que provocaba.

Janie:

- ¡Esto es impresionante, amigo!

Eclipse:

- ¡¡Ruaghh!! (Feliz)

Después de flotar un rato volvió a bajar al lomo de Eclipse. Estaba viendo una gran cascada en la jungla conectada con varias más y ríos rápidos. Las vistas desde ahí eran realmente impresionantes. Desde las rocas podían verse a otros Furias Nocturnas tirarse desde allí al agua.

Janie:

- ¡Alaa!, nosotros también probaremos eso, ¿Quieres, colega?

El dragón rugió asintiendo. Entonces, ambos se dirigieron hasta allí volando. Eclipse se posó sobre una roca; Los Furias Nocturnas se tiraban desde la roca a la cascada. Janie y Eclipse los miraban sorprendidos.

Janie:

- ¡Woah!, ¡Eso tiene que ser increíble…!

Eclipse:

- ¡¡Ruaghh!!

Janie entró en la selva. Y volvió en unos momentos  totalmente cambiada de ropa. Se había hecho un traje de hojas de la selva. La parte de arriba le quedaba como un sujetador; Y la parte de abajo, como un bañador parecido a una falda. Eclipse la miró sorprendido.

Janie:

- ¡Ja, ja, ja!, ¿Qué te parece? ¡Ahora sí estoy lista para el agua!

Eclipse:

- ¡¡Ruaghh!! (Feliz)

Janie se subió en Ecipse y se encaramaron a la roca mirando la gran cascada. Tenía una gran cascada de gran altura. Los Furias Nocturnas se tiraban sin pensárselo. Janie y Eclipse estaban inseguros, tenían un poco de miedo, pero a la vez les parecía emocionante.

Janie:

- Vamos amigo. ¡Vamos a hacerlo!

Eclipse:

- Ruag. (Asiente, muy decidido)

Eclipse se tira por el gran trampolín de agua con Janie a sus lomos. El cuerpo del dragón resbala por las rocas y van cayendo por el gran tobogán acuático.

Janie:

- ¡¡Wooohh!!

Eclipse:

- ¡¡Ruaghhh!! (Emocionado)

Eclipse va resbalando por el gran tobogán, llegando a la primera cascada. Puede ver que los dragones la pasan sin problema dejándose llevar por el agua y con las alas bien encogidas. Eclipse los imitaba. Al llegar a la cascada, Janie y Eclipse salieron disparados por los aires de la presión del agua. Pero Eclipse no utilizó sus alas. Sólo adoptó una postura estable, y volvió a bajar resbalando por el tobogán acuático. Ese tobogán era mucho más largo que el anterior. Janie aprovechó para ponerse de pie a lomos del dragón, haciendo equilibrios, como si estuviera surfeando. Al acercarse a la siguiente cascada, los rápidos del río iban enfureciéndose más, lo que les hacia ganar más velocidad. Janie volvió a agacharse agarrándose fuertemente a las anillas de Eclipse. Él, sólo usó la aleta de su cola para dirigir su marcha por el agua. Varios Furias Nocturnas les acompañaban; Sólo que esta vez, cada uno iba por su lado, sin cruzarse unos con otros. Eclipse empezó a acostumbrarse a la sensación de deslizarse por el agua, incluso llegó a gustarle. Al llegar a la segunda cascada hizo el mismo movimiento que en la anterior. Le resultó bien, y pudo seguir avanzando. La siguiente cascada, era la última y la más grande. Parecía que su altura no tendría fin. Eclipse pudo ver que los dragones que se acercaban a la cascada iban avanzando cada vez más rápido. Él hizo lo mismo, y se estaba acercando mucho a la enorme cascada. Más bien era una catarata, por su enorme altura y tamaño. Casi llegando, Janie se agarra bien fuerte a las anillas de Eclipse por instinto; Y él, avanza aún más rápido, usando toda su energía. Su rapidez era tal, que podía verse un fuerte rastro de agua por dónde ellos habían pasado. Entonces, Eclipse se impulsó con todas sus fuerzas hacia arriba. La presión de la enorme catarata hicieron el esfuerzo de elevarlos bien altos. Janie tuvo que agarrarse bien para no salir volando despedida.

Después de haber alcanzado toda la máxima altura. Eclipse empinó hacia abajo todo su cuerpo. Encogió todo lo que pudo las alas y las patas. Su cola estaba colocada bien recta, y Janie, se agarraba fuerte a las anillas. Mientras se dejaban caer por la catarata, Eclipse entró dentro del agua, girando sobre si mismo. Era una sensación impresionante. Ya llegando al agua, Eclipse abrió poco a poco sus alas, y Janie, saltó de su lomo. A pocos metros de distancia del agua, Janie hace una pirueta en el aire y se sumerge de cabeza. Eclipse suaviza la caída y se sumerge también. Janie abre los ojos. Puede ver que el agua el limpia y cristalina. Estaba algo fría, pero por dentro era una auténtica maravilla. Podían verse peces nadando libres a su alredor. Era bastante profundo, y gracias a eso, al caer, no se hicieron daño. Janie nada hacia la superficie y saca la cabeza para respirar. Está alucinada y fascinada, a su alrededor puede ver que varios Furias Nocturnas nadan y se sumergen, felices y libres. Eclipse saca también su cabeza al lado de Janie. Nunca había visto tanta naturaleza, tanta belleza… Estaba claro que ese era el paraíso de los Furias Nocturnas. Tan bello, tan puro, tan libre, tan natural…

HTTYD IIIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora