9- Bajo la sombra de Zirus

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Mientras tanto en Mema, las cosas no iban nada bien para los padres de Janie. Hipo estaba muy angustiado y preocupado.

Hipo:

- No debí haberla reñido tanto…

Dijo lamentándose.

Astrid:

- Cariño, no digas eso. No creo que Janie se fuera por eso.

Hipo:

- Astrid, yo sé que sí es por eso… ¡Y si a Janie la pasa algo yo…

Se ahogó en sus palabras. Astrid le acarició con ternura el hombro.

Astrid:

- Ya hemos mandado patrullas por todo el bosque… La encontrarán, ya lo verás.

Hipo:

- De todas formas… No voy a quedarme aquí esperando.

Pero entonces suena un fuerte rugido, y de detrás de una casa aparece, ¡Desdentao!

Hipo:

- ¿¡Qué…!?

Los ojos de Hipo se abren en grande. No puede creerse que Desdentao estuviese ahí.

Desdentao:

- ¡¡Ruaghh…!!

Desdentao empuja a Hipo y lo rodea, muy nervioso.

Hipo:

- Desdentao, ¿Dónde has estado todo este tiempo? ¿¡Por qué no has estado aquí!?

Pero Desdentao sólo ruge y no para de dar vueltas, Hipo comprende que intenta decirle algo.

Astrid:

- ¿Qué pasa…?

Hipo:

- Astrid, quédate aquí con Tormenta.

Hipo va a subirse en Desdentao, pero Astrid lo sujeta del brazo.

Astrid:

- ¡No!, esta vez no voy a dejar que vayas solo…

Sus ojos azules se notan asustados y preocupados.

Hipo:

- Astrid… Nuestra hija no debe estar lejos, yo puedo encontrarla. Pero tienes… que confiar… en mí.

Le dice sujetándole la mano suavemente mientras la mira tierno. Astrid acerca su boca a la de él, y le da un beso. Luego se separa un poco más tranquila.

Astrid:

- De acuerdo… Confío en ti.

Dice muy segura y decidida.

Hipo:

- Bien.

Hipo y Astrid se despiden con una última mirada. Después, se sube en Desdentao y despegan rápidamente.

Hipo:

- Bueno campeón, ¿Por dónde es?

Desdentao se dirige hacia el bosque dónde la última vez vio a su hijo y a Janie desaparecer. Lo lleva hacia el acantilado. Allí, Hipo baja de él.

Hipo:

- Así que aquí es donde viste la última vez a Janie y a Eclipse.

Desdentao:

- Ruag. (Asintiendo)

Hipo mira hacia el mar, su vista se pierde entre la niebla lejana.

Hipo:

- Debemos llegar más lejos…

Mientras tanto, en la isla de El Origen del Furia Nocturna, Janie y su compañero Eclipse, estaban jugando a tirarse al agua desde la rama alta de un árbol. Janie está subida a una rama muy alta, donde se coge de una liana larga y flexible. Eclipse estaba abajo mirándola divertido.

Janie:

- ¡Esto va a ser una pasada, colega!

Eclipse:

- Ruagh, ruag ¡Ruaghh! (Muy emocionado)

Janie:

- Ayá ¡Vooooy!

Janie se tira de la liana dejándose caer al agua haciendo una pirueta en el aire. Eclipse se tira después juguetón. Janie sale de debajo del agua y se sube al lomo de Eclipse. El dragón hacia pie, la chica lo abrazó dulcemente por el cuello mientras reía feliz. Unos ojos azul cían los observaban desde las sombras de un árbol. Era Zirus, el gran Furia Nocturna. Entonces, Janie y Eclipse salieron del agua. En ese momento, Zirus bajó de las sombras y se presentó delante de ellos. Janie se asustó un poco por la impresión. Eclipse lo miraba con respeto.

Janie:

- Emm… Hola, líder Z irus.

Dijo con algo de timidez.

Zirus:

- “Por favor, llámame sólo Zirus.”

Janie:

- Claro… lo siento, emm…

Zirus:

- “Os he estado observando.”

Janie:

- ¿Ah, sí…?, lo siento, yo… ¿He hecho algo malo?

Zirus:

- “Ven.”

El gran Furia Nocturna despliega sus enormes alas y vuela hacia arriba. Janie se sube en Eclipse, y un poco confundidos, le siguen volando. Zirus les lleva hasta la cueva dónde él se metió la última vez. Janie se bajó de Eclipse, ambos siguieron al dragón por la cueva oscura. Pero al llegar a un túnel, se encuentran con una enorme cueva brillante y llena de gemas brillantes y piedras preciosas.

Janie:

- Ala…

Zirus:

- “Bienvenidos, a mi santuario.”

Janie:

- Es increíble…

Eclipse:

- Ruagh… (Asombrado).

Zirus:

- “Me alegra que os guste.”

Zirus sube a una roca alta en medio de la cueva y lanza una llamarada de fuego fatuo sobre una pared. De inmediato, esta se abre, ¡Era un portal secreto!

Janie:

- Woahh…

Zirus:

- “Venid por aquí.”

Les dice secamente. Zirus baja una especie de escaleras de piedra seguidos por Janie y Eclipse. Se detiene en otra cueva oscura. De inmediato, lanza una llamarada

de fuego fatuo sobre un bloque. Entonces, la pared se ilumina. Luego, pone su pata delantera izquierda sobre una especie de dibujo grabado en la pared. La pata encaja y de repente, una luz amarilla y brillante empieza a inundar la pared, dejando a la vista unos extraños dibujos de dragones. Eran como unos jeroglíficos grabados en la pared. Janie se fijaba en ellos, estaba extrañada mirando uno que parecía la figura de un Furia Nocturna, pero a diferencia de los otros dibujos de Furias Nocturnas, ese no estaba pintado en negro, sino en blanco. Zirus se acercó a ella.

Zirus:

- “Ese, es un Furia Tenebrosa.”

HTTYD IIIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora