Capítulo 3- Corre.

37 9 0
                                    

Sabía mi nombre.

Pero por alguna razón, me gustaba  como se escuchaba  con su tono de voz.

Me lo imaginaba más robótico, distorsionado, macabro...

Pero resultó ser una voz gruesa, sin llegar a dar miedo, un poco ronca y bastante alta. Como si no fuera necesario gritar para él.

—¿Cómo sabes mi maldito nombre? —refuté, molesta. Quizá demasiado.

Pero estaba nerviosa e inquieta, no es lo más normal de mundo que un... fantasma supiese mi nombre completo. Bueno, casi completo.

Él siguió parado, con esa expresión indescifrable, viéndome como si fuera algo nuevo en su vida. Las luces se apagaron, se ha cortado la electricidad.

Sólo podía distinguir su sombra y si no fuera por sus orbes carmesí, ya hubiera dado por seguro que él no estaba allí.

—¿Qué buscas de mí? —alcé la voz, realmente estaba a punto de explotar de la frustración que me invadía.

Siguió sin responderme, por unos minutos mi cuarto se invadió de un sepulcral silencio.

Mi corazón palpitaba a mil por segundo, lo sentía muy cerca. Demasiado cerca para mi gusto. No sabía si era humano o qué.

—Bus... ca —no pudo terminar de decir la frase porque se esfumó como si fuera nada. Y la electricidad volvió  en un parpadeo.

Eso ya no lo sentía extraño  ¿Qué se supone que debo buscar?¿Por qué lo veo a él mientras que quizá otras personas no lo ven?

Lo que más me inquietaba era: ¿Por qué yo?

No tenía nada de especial. En lo físico, al menos.

Soy una chica normal, incluso estoy segura que hay chicas más guapas que yo.

Un pitido invade mis oídos, es insoportable. Cada vez va aumentando más de desiveles. Sí sigue así: Detonaré.

Salí corriendo de mí cuarto, en la cocina seguía , pero menos fuerte. Caminé hasta el jardín, a medida que me seguía alejando, el pitido desaparecía.

Tomé grandes bocanadas de aire. Estaba sudando en frío, me iba a dar un ataque de pánico si seguía así.

Y también un infarto, claro.

Miré  hacía la ventana que daba  a mi habitación, la luz se encendió  y se apagó  hasta que la lámpara explotó y soltó millones de chispas amarillas. Por suerte, nada se quemó, sólo quedó ese olor a chamuscado y...

Colonia de hombre.

La verdad es que nunca me han gustado este tipo de colonias, pero esta tenía un aroma algo especial. Y me gustaba.

Me recordaba a algo, pero no sé a qué. Quizá a las colonias que usa mi mejor amigo, el rubio raro llamado Aaron.

He intentado durante estos años hablar con otras personas, pero no pude. Me acobardé al último momento y las palabras se borraban  en la punta de mi lengua.

Todo me sonaba a Aaron y no es porque lo amara, sino porque era la persona con la que más tiempo pasé y hablé.

Claro, también pasaba tiempo con mi gato y unos efímeros momentos con ese Espectro, pero aún así, me sentía sola.

Tenía que idear un plan para que ese Espectro o fantasma, me hablara. Pude ver que cada vez que venía a verme, él parecía volverse más real.

Más humano.

--------------------------------

Capítulo corto!

Perdón por no poder hacerlo más largo T_T

Peeeeero, el próximo voy a intentar que dure más o al menos 1000 palabras.

Y les prometo, que ya en el próximo, avanzaremos más rápido con la trama.

Adelanto:

Ivonne siente que algo cambia.



Espectro (Completa | Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora