Capítulo 6- Hoja ilegible.

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Volví a mí casa, el horario escolar había terminado y la clase de educación física se había cancelado.

Estaba sudada y lo único que quería era un baño y dormir.

Entré por la puerta y la cerré con llave luego. Dejé mi mochila por el sofá y fui a subir las escaleras para ir a mí habitación.

Hay un papel, arrugado, en el primer escalón. Era de un tono amarillento con las puntas quemadas. Parecía estar mojado, pero seguro algo se podía leer.

Jackson Betz y Azy Wend.

Al parecer dos nombres, de un hombre y una mujer. La primera idea que se me vino fue que era de mí madre, pero no.

¿Y si es de él? Digo... podría ser que lo haya dejado ahí o algo así...

Descarté esa idea de mi mente, él no podía ser ya que se esfumaba sí no eran las tres de la mañana. Cosa extraña, pero bueno, guardé el papel y seguí con mi día.

Al llegar la noche, me dispuse a ir a dormir. A olvidar a Espectro.

Pero fallé en el intento.

Y seguiré fallando.

Él hizo su aparición con dos minutos de tardanza, para ese entonces intentaba cerrar los ojos y dejarme llevar por el sueño.

Nada.

Lo miré. Esta vez parecía tener un aire distinto, quizá era su pose, su ropa. O tal vez su expresión, su ¿Peinado?

No soy buena recordando personas, casi olvidé por completo a mis amigas las gemelas, y a mí padre. Eso fue lo que más me dolió.

Perder a tres personas y no poder recordarlas.

—¿Dormida? —su voz sonó más dulce y comprensiva.

—Ajá. Tardaste en venir —él rió ante mi comentario.

Entrecerré los ojos, él dejó de reírse y me observó de arriba abajo. Por un momento creí que tenía visión de rayos x y me estaba viendo.

Qué ridícula.

—¿Por qué vienes a verme, Jackson? —un efímero atisbo de sorpresa se reflejó en sus ojos. Hoy sí se veía como un humano.

—¿No te llamas así?Responde... No quiero llamarte "Espectro" siempre —confesé mientras alejaba las frazadas.

—Me llamo así.

Su respuesta cortante al estilo "No preguntes más, no te voy a responder" me dejó tiesa. Dura. Inmóvil.

Tardé un poco en reaccionar, pero finalmente lo logré. Me levanté de la cama y me acerqué a la ventana, admirando al cielo estrellado que pocas veces se podía contemplar. Un sentimiento de euforia me invadió por unos segundos antes de volver a la inexpresividad e insensibilidad de siempre. Bueno, no siempre, ya que mi mayor defecto fue desde hace años, preocuparme más por los demás que por mí misma.

Y ahora quería cambiar eso.

—Bueno... supongo que ella fue alguien importante, ¿No? —hablé sin mirarlo. Dejé de escuchar sus pasos, dejé de escuchar su voz.

Dejé de escuchar a los demás.

*

A la mañana siguiente, desperté en mi cama, por lo que intuí que todo fue un sueño y él no me había hablado, nada había ocurrido.

Estiré mis brazos y mis piernas para poder levantarme e ir al cajón donde anteriormente había guardado esa hoja arrugada y de apariencia mojada. Pero al abrirlo no encontré más que la hoja, sin nada legible.

—Fue un sueño... Qué raro... la hoja está, ¿Por qué entonces los nombres no?¿Fue obra de él, verdad?Seguro que sí y lo está manipulando para que me desespere —hablé conmigo misma. Evitaba el repertorio de insultos y blasfemias que tenía guardado adentro mío.

Me desesperaba la situación. Me hartaba pensar que estaba con alguna enfermedad mental y alucinaba.

Quizá tampoco estaba tan mal.

Entonces, terminé recordando:

—Ivonne, el accidente que has padecido fue muy grave, ¿De acuerdo? De momento hemos podido recurrir a la teoría de que, como una parte de tu cerebro se vio afectada, sufrirás de episodios de pérdida de memoria y alucinaciones, no te asustes, con los medicamentos que te vamos a recetar podrás evitarlos por un largo tiempo —me informó el doctor.

—¿Entonces no voy a poder recordar varias cosas?¿Tengo algo parecido a la amnesia temporal?

—Sí.

El recuerdo se esfumó tan pronto como terminó, volviendo a ese vacío oscuro que sentía en mi cabeza.

¿Podía caber la posibilidad de que lo conozca a Espectro?

Espectro (Completa | Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora