Ballerina

CAPÍTULO 17

Estuve toda la semana practicando para las pruebas de baile. Necesitaba ser de las primeras de la clase, no me valía con aprobar. Dejé que Luke y Carly se pusieran juntos, yo me limité a bailar con Nash. También quedé un par de veces con Harry. No fueron encuentros de más de una hora, ya que mi horario no me lo permitía, pero fueron dos tardes increíbles. Llegué a conocer a un Harry risueño y divertido. También supe que tenía un grupo de música bastante famoso, del cual no me mencionó el nombre. Me encontraba en la pequeña cafetería de en frente de la academia, completamente sola. Sólo quería tomarme un zumo de naranja y tranquilizarme, me hacía falta. Llevaba sin tomar nada más que agua y zumo desde hacía un par de días. Bueno, quizá llevaba así toda la semana. No es que estuviera obsesionada con mi peso, es sólo que quería estar ligera para los exámenes. Además, a nadie le gustaría contratar a una bailarina con más peso para su compañía.

- April, que bien que te encuentro - Luke me sacó de mis pensamientos, sentándose en frente mía.

- Hola, Hemmings.

- Te tengo que pedir un favor - yo asentí y prosiguió -. Sabes que Carly no es la mejor bailarina de la academia, al igual que sabes que yo soy su pareja. Bien, aquí viene el favor. ¿Puedes practicar conmigo esta tarde? A ti te sale genial, por favor.

- Dicho y hecho - sonrió como un niño pequeño -. ¿Vamos?

Fuimos hasta los estudios en silencio, aunque no era para nada incómodo. Cuando llegamos allí, me puse mis puntas, mientras Luke se preparó. Y comenzamos a bailar. Al principio todo iba estupendo, Luke había progresado bastante. Pero conforme fueron pasando los minutos, me empecé a marear. No sabía a qué se debía, por lo que seguí bailando, sin darle mayor importancia. Llegó un momento en que casi me desplomo, pero conseguí equilibrarme.

- ¿Estás bien? - se interesó.

- Sólo estoy un poco mareada. Voy a beber agua y seguimos.

Me acerqué a mi bolsa y saqué la botella. Di unos cuantos tragos y volví a meterla en mi mochila. Cuando me levanté, el mareo volvió. La diferencia, es que esta vez no pude mantenerme en pie. Me desmayé en el acto. Pocos minutos después, volví en mí. Luke estaba pálido. No pude hacer otra cosa que ponerme a llorar.

- April, ¿qué ha pasado? - dijo con la voz rota.

- No lo sé, me empecé a sentir mal y no pude sostenerme en pie.

- Ultimamente no te he visto comer mucho - no hablé, sólo miré a otro lado. No podía mirarle a los ojos -. Dime que no estás haciendo tonterías. Dime que estás comiendo.

- Estoy comiendo bien - mentí.

- No mientas - pude ver como su voz se iba quebrando y sus ojos llenándose de lágrimas.

- Tú no sabes lo que es sentirte gorda cada vez que te miras al espejo.

- ¿En serio? Cualquier chica desearía estar como tú, mírate. Eres preciosa.

- Si fuera tan preciosa no me hubieras dejado por Carly.

- Qué tiene que ver una cosa con la otra, joder - dijo alzando la voz -. No voy a consentir que te arruines la vida por un complejo imaginario tuyo. Siempre has comido el doble o el triple que yo, lo cual me encanta. Se suponía que te daba igual estar más delgada o menos.

- ¿Por qué te crees que estoy como un tonel? No pienso volver a comer como lo hacía antes, eso si que me lo arruinaba todo.

- Esto es absurdo.

- Voy a seguir como estoy, sin comer, hasta que me guste mi cuerpo.

- Pues hasta ese entonces, que empieces a comer, no me hables. No quiero presenciar como te arruinas la vida.

Cogió sus cosas y salió del estudio, sin dirigirme una sola mirada. Se suponía que era mi amigo, debía ayudarme a conseguir lo que quiero y necesito. No dejar de hablarme por ello. Me apoyé en la pared y comencé a llorar como una tonta. Sólo tenía dos preguntas en mente. ¿Por qué mi vida era tan difícil?, ¿de verdad valía la pena seguir sin comer?

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