Ballerina

CAPÍTULO 1

Me desperté con el horrible sonido del despertador de Emma, mi compañera de habitación. Apagó el aparato y las dos nos incorporamos.

- No quiero ir a clase hoy - dije adormilada.

- Siento decirte esto, pero estás obligada.

- Lo sé y quiero morir - me tiré a la cama de nuevo. Emma entró al cuarto de baño y, minutos más tarde, salió aseada y con todo lo necesario para la clase de baile.

- Date prisa o no vas ni a probar bocado del desayuno - dijo saliendo por la puerta y cerrándola tras ella.

Salté de la cama y entré al baño. Abrí el agua de la ducha, me desnudé y me metí debajo del caño que caía. Me quedé cerca de 5 minutos y salí. Me puse la ropa interior y salí del cuarto de baño. Abrí el armario y alguien llamó a la puerta.

- ¿Quién es? - grité.

- Keaton.

Keaton era mi novio y mejor amigo. Él estaba en casi las mismas clases que yo. Llevábamos saliendo cinco meses. Era poco tiempo, pero parecía que nos conociésemos de siempre.

- Estoy en ropa interior, espera un minuto - le dije.

- Sólo era para ver si ya habías ido a la cafetería. ¿Te guardo sitio?

- Sí, por favor.

- Vale, allí nos vemos.

Era un chico atento y educado. Lo que más me gustaba de él es que intentaba, por encima de todo, ser una gran bailarín. Era su pasión. Ensayaba horas y horas. Y aunque el movimiento le saliera perfecto, siempre iba a más. "Si quiero triunfar no debo ser bueno, debo ser el mejor", me decía cada vez. Era genial. Me puse unas mallas, una camiseta de deporte básica, unos pantalones cortos y mis zapatillas de deporte. Metí mis calentadores, puntas y algunos libros en mi mochila. Me tocaba ensayo las tres primeras horas, y después, una hora y media, de clase de técnica. Finalmente, me recogí el pelo en un moño alto. Salí de la habitación y me dirigí al comedor, que ya estaba abarrotado de estudiantes. Busqué entre la multitud a mis amigos, después de unos segundos los encontré. Me acerqué a la mesa y me senté entre Keaton y Connor.

- Buenos días a todos - saludé.

Todos me respondieron con un "buenos días" o una sonrisa. Me tomé rapidamente el desayuno mientras conversábamos sobre cosas sin importancia. Terminamos la comida y nos dirigimos a clase. Estiramos y el profesor entró en clase. Iba acompañado de un chico rubio.

- Clase, os presento a Luke. Él se quedará con nosotros una temporada. Recordad que es principiante, así que no os sintais superiores que él - hizo una pausa breve -. Dicho esto. Comenzamos. Mientras pongo la música, seguid estirando.

Elevé mi pierna sobre la barra y me toqué la punta del pie con la mano. Entonces, Luke se colocó a mi lado en la barra.

- Hey, hola. Soy April, encantada.

- Igualmente - dijo con ironía.

- Déjalo. El mal comportamiento de los principiantes es notable en. la mayoría de los casos. Se le irá pasando - me dijo Emma al oído.

- Luke, ahora que te veo... No vas uniformado. Ni mallas, ni zapatillas adecuadas... - comenzó en profesor -. April, acompáñalo al almacén de material y se lo proporcionas, por favor.

- Enseguida, profesor - dije -. Por aquí, acompáñame.

Luke salió detrás mía del aula. La desgana se notaba en su forma de andar.

- ¿Cómo aguantas ésto? Lo del ballet - me preguntó, rompiendo el silencio.

- ¿Aguantarlo? Es genial. El ballet es mi pasión - dije, sin dar crédito a lo que acababa de oir.

- ¿En serio es tu pasión o es una broma? - parecía incrédulo.

- Si odias el ballet... ¿qué haces aquí? No sé si lo sabrás, pero hay gente que estaba deseando entrar y no la escogieron, por lo que se han quedado sin sueño y tú aquí. No lo entiendo, la verdad.

- Era o esto o un correccional, un centro de menores. Al final, se decidió que el ballet me serviría para ser un marimoño, como tú.

- ¡No soy una marimoño! - exclamé.

- Justo lo que diría una marimoño, con el tono que le pondría una marimoño - se reía a carcajadas.

- Pues como soy una marimoño, te buscas tú la ropa, ¿no?

- ¿Marimoño? ¿Quién ha dicho eso? Yo no por supuesto - sonrió -. Venga, vamos a buscarla.

- Así me gusta - dije satisfecha.

Lo llevé al almacén y le proporcioné todo el material. Le indiqué dónde estaban los vestuarios y lo esperé en la puerta. Al cabo de unos 10 minutos, salió. Lo miré y sonreí.

- ¿Qué pasa? Ya se que las mallas no me sientan muy bien, y estos zapatos repipis tampoco, pero deja de mirarme - dijo.

- Nada, no pasa nada - me reí un poco. La verdad es que se veía un poco cursi. No le pegaba.

- Por fin llegais, creíamos que os habíais perdido - dijo el profesor.

- O que estabais haciendo otras cosas - dijo uno de los alumnos.

Todos en la clase se rieron, menos Luke, Keaton, el profesor y yo. Después de unos segundos de tensión para algunos y risas para otros. Nos pusimos en el centro de la clase.

- Luke, tú ponte en la barra. Cuando pase un tiempo te colocaremos en el centro de la clase, con el resto. Pero ahora te resultará más fácil la barra - le explicó en profesor.

Él se puso, aunque a regañadientes. Parecía un chico interesante, aunque un poco sombrío. Las palabras "era o esto o un correccional" seguían en mi cabeza. ¿Qué había hecho ese chico para necesitar ir a un correccional? Sólo de pensarlo me daba miedo. Estaba compartiendo clase con un chico bastante peligroso, así que debería andarme con cuidado. El profesor paró la música de repente.

- April, ¿estás en clase o en Marte? Estás muy distraída. Me gustaría saber el por qué - me dijo el profesor.

No contesté. Claramente, no podía decir "pues es que estaba pensando que mi nuevo compañero es un criminal que iba a ser ingresado en un centro de menores, nada más".

- Si eres tan amable, compártelo con toda la clase - hizo una pausa -. O si prefieres, cuéntaselo al director.

Cogí mi bolsa y me dirigí al despacho de éste. Llamé a la puerta y escuché un "adelante". Entré en la sala y me senté en uno de los sillones en frente de su mesa.

- ¿Qué ocurrió, April? - me preguntó.

- Se trata del chico nuevo.

- ¿Luke Hemmings?

- Sí, así es.

- Bueno, ¿qué ocurre con él?

- Pues verá, señor. La cosa es que...

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