Ballerina

CAPÍTULO 19

"Y encuentras esa persona, con la que te sientes bien. Con la que te sientes completa".

Luke cortó con Carly, la cual no se lo tomó realmente bien. Lo acusó de que todo este tiempo la había engañado conmigo. Chillaba y lloraba como si fuera el fin del mundo. ¿Pero es que esa chica nunca había tenido una ruptura? Parecía nueva.

Respecto a mí, he vuelto a comer. No tanto como antes, ya que he aprendido que debo guardar la línea. Pero ahora como saludable y no en grandes cantidades. Eso sin mencionar que todas las mañanas me salgo a correr. Me siento genial conmigo misma, por fin.

"¿Nerviosa?", recibí un mensaje de Luke.

"Demasiado", "¿por qué no estás ya aquí?"

Era el día de los exámenes. Llevábamos semanas preparándonos, debía salir genial. ¿El único fallo? Que nos tocaba los siguientes y Luke no había llegado. Me quedé mirando la pantalla de mi móvil, pero nada. Luke no me respondía. Los nervios me estaban comiendo por dentro cuando sentí unos fuertes brazos abrazarme por dentrás. Me di la vuelta y pude ver al poseedor de aquellos brazos.

- ¿Dónde te habías metido? Nos toca en menos de un minuto - casi grité.

- "Hola, Luke. ¿Qué tal tu día?" Y un beso no hubieran estado de más - sonrió burlón.

- No tienes remedio - y dejé un cálido beso en sus labios.

Nos llamaron y acudimos al salón. Habíamos ensayado decenas de veces en ese mismo lugar, no tenía por qué ser diferente. Sonreí a los profesores y me coloqué en posición. Al igual que la mayoría de las veces, comencé a bailar y me olvidé de todo. Era ese momento en el que sabía que quería seguir haciendo ésto todos los años que hiciera falta. Luke me levantó y caí de forma elegante. Lo miré sonriendo y continuamos bailando. La pieza terminó y me situé en el suelo, con mis manos en mis puntas. Nos había salido genial. Nos despedimos de los profesores y salimos del aula alegres.

- Te ha salido genial - comentó Luke.

- Igualmente. Tienes un gran talento.

Salimos al jardín de academia y nos sentamos en un banco. Empezamos a hablar de temas sin importancia. Me sentía increíblemente bien con él. Cayamos en momento. Nos quedamos en completo silencio.

- Te quiero, Aprilia Pinnock.

- April, si no te importa - reí.

- Lo has estropeado, idiota.

Los dos reímos escandalosamente. Y nos besamos. Él me hizo un gesto y enrollé mis piernas en su cintura. Me sujetó por la parte baja de la espalda y seguimos basándonos. No era un beso con ansias, sino tranquilo. Pero aún así, fue muy especial. No nos besábamos por placer, sino por amor. Al menos, eso sentí yo. Aunque pude notar cómo Luke sentía algo parecido.

- Luke - dije en un susurro.

- Dime, pequeña - sonreí ante su mote.

- Quiero hacerlo.

- ¿Qué? - dijo separándome de él. Eso sí, no quitó su vista de mis ojos.

- Estoy segura. Quiero hacerme tuya una noche - él sonrió ampliamente -. Hagamos el amor.

Caminamos a paso ligero hasta su habitación, casi corriendo. Luke abrió la puerta torpemente y nos tiramos a la cama. Mientras nos besábamos él cerró la puerta con el pie.

Antes de darme cuenta, eran las 8 de la mañana. Descansaba en su pecho desnudo, podiendo escuchar su respiración tranquila. No recordaba perfectamente la tarde/noche del día anterior. Sólo sabía que jamás me había sentido mejor. Luke Hemmings me hacía sentir mejor.

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