MIAMI, FLORIDA
DEPARTAMENTO DE POLICÍA DE MIAMI
— ¿La extrañas cierto?. —le preguntó Freddy con una taza de humeante café en la mano a su esposo.
— Claro que la extraño, hoy es lunes y los lunes es día de Softball. —dijo con un puchero mientras jugaba con su pelota de softball—. ¿Sabías que mejoro bastante su forma de batear?.
— Claro que se, yo fui quién le enseño. —comentó Freddy provocando una escandalosa risa en su esposo—. ¿De qué te ríes idiota?.
— De la forma en la que presumes, tu no sabes ni ponerte bien el guante. —dijo divertido esquivando un lápiz que iba directo hacia su cabeza—. Oye, cuidado, un hombre hermoso como yo no puede lastimarse.
— Te odio, pero te amo. —Bruce se levantó del sofá y llegó hasta el escritorio de su esposo para luego tomarlo de las mejillas y dejar un suave beso en sus labios—. Te amo tanto.
— Y yo a ti.
Dejó la bola de softball sobre el escritorio y tomo los papeles que estaban dentro de un folio. Se sentó a un lado de Freddy empezando a inspeccionar la información.
— ¿Pandillas juveniles?. —preguntó dandole un trago a la taza de café. Talvez muchos imaginaban a los oficiales de arriba para abajo en la oficina mientras bebían café en una vieja máquina y comían donas rancias, pero eso solo pasaba en las películas. Lo único que si era verdad eran las manchas de sudor bajo las axilas, pero no se debían al cansancio de una misión, sino al calor que había en aquellas oficinas—. ¿Desde cuándo hay pandillas en Miami?.
— Desde que venden drogas. —informó el sargento—. Tengo entendido que la pandilla es proveniente de Los Angeles. Últimamente se ha visto un grupo de chicos con chaquetas rojas con negro que se hacen llamar los "Demons" y son los nuevos proveedores de drogas en el estado.
— ¿Algo más que necesitemos saber?.
— Nadie conoce al líder. —Bruce asintió—. Según el departamento de policia de Los Angeles, la pandilla surgió de la nada y de la noche a la mañana se apoderaron de la distribución de droga en toda California.
— ¿Qué la pandilla de Los Angeles no eran las "Serpents"?. —preguntó el oficial Horris. Y el sargento asintió.
— Tu lo haz dicho. Eran. Los Demons, se encargaron de acabar con ellos. Ahora ellos son quiénes tienen el poder. Lo malo es que ya salieron de California y se expanden por el país, están creciendo rápido y no sabemos de quién reciben órdenes.
— Eso está por averiguarse. —dijo antes de tomar el teléfono y realizar una llamada.
LOS ANGELES, CALIFORNIA
MANSIÓN H&C
Tres chicas y una pequeña se encontraban sentadas frente a la isla desayunando, era día Lunes y por lo tanto, el primer día de clases. Ally se había encargado de hacer el desayuno y todas lo habían agradecido. Después de todo, la mejor cocinera era la más pequeña de altura.
Lauren comía en completo silencio con la mirada fija en el plato, aún no se sentía cómoda estando al lado de más personas, así que trataba de comer lo más rápido posible para regresar a la habitación y intentar dormir un poco más.
El sonido de una bocina de auto llamo la atención de todas.
¿Quien podía ser a las ocho de la mañana?.
— ¡He regresado!. —Gritó una chica mientras ingresaba por la puerta.
— ¡Mami!. —Gritó Jade antes de salir corriendo. Lauren frunció el ceño poniéndose de pie. Seria bueno salir de las dudas de una vez por todas.
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Contigo Quiero Estar. [CAMREN]
Fanfiction"Me deje llevar, porque el sonido de tu voz calmaba todos mis demonios"