Capitulo XXVII: "Extraña Sensación (P.3)

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N/A: Normalmente hago las notas al final del capítulo, pero quiero decirles que este capítulo, a diferencia de los otros, es más largo, así que puede que se tomen su tiempo leyendo, pero estoy segura que valdrá la pena el tiempo. Muchas cosas pasarán en este capítulo y no sé si es lo que esperan, pero es lo adecuado para no perder la historia por completo. Ahora sí, a leer.

LOS ANGELES, CALIFORNIA

MANSIÓN H&C

— Buenas noches, sean bienvenidos a mi humilde casa. —dijo Dinah dandole la bienvenida a los señores Cabello que venían vestidos para la ocasión, Sinuhe utilizaba un vestido dorado largo y Alejandro un traje negro con una camisa blanca y corbata roja.

— Está casa es más grande que la mía. —comentó Alejandro sonriente—. Se nota que le haz hecho muchas remodelaciones.

— De no ser así, no entraríamos todos en este lugar. —Alejandro y Sinu empezaron a reír y se acercaron a Dinah para abrazarla con amor—. Un gusto verlos de nuevo.

— Para nosotros también es un gusto. —respondió el hombre de la familia que en sus manos traía una caja de buen tamaño envuelta con papel de regalo—. Por cierto, ¿donde esta la luz de mis ojos?.

— ¡Abuelitos!. —un gritó proveniente de las gradas llamo la atención de ambos adultos que sonrieron al mismo tiempo en que vieron a Jade correr hacia ellos con un lindo vestido rosa tierno—. ¡Han venido a verme!.

— Claro que sí, mi amor. —Alejandro dijo tomando a Jade entre sus brazos—. Estás muy grande mi pequeña. Veo que estás comiendo muy bien.

— Siempre como bien. —habló Jade aferrada al cuello de su abuelo—. Tía Dinah dice que tengo que comer bien para ser una niña saludable.

— ¡La tía Dinah tiene razón!. —dijo Sinuhe hablando por primera vez desde que había llegado—. Pero dime, ¿cómo te va en la escuela?.

— ¡Muy bien!, la maestra nos está enseñando una canción para que la cantemos en una semana. —Sinu asintió con una sonrisa—. Dice que haremos un día especial para papis y mamis y que la canción la cantaremos frente a ellos.

— Me parece una idea genial. Pero hay algo que me preocupa y eso es que estás creciendo y muy pronto los niños andaran detrás de ti. —Jade escondió su rostro en el cuello de su abuelo mientras negaba—. Bueno, más te vale que te cuides o yo iré a tu escuela y hablaré con todos ellos.

— No abuelito, ningún niño me gusta. —respondió con algo de timidez. Todos los presentes rieron incluida Dinah que había permanecido todo el tiempo en silencio.

Ver a Jade compartir con sus abuelos solo la hacía sentir tristeza. Ella nunca tuvo a sus dos padres juntos y mucho menos a sus abuelos. Si, le hubiera gustado tenerlos y ser alguien con historias por contar. Historias donde relatará como fue su verano o sus vacaciones de Navidad.

Claro que eso nunca formó parte de la vida de Dinah Jane Hansen. Nunca tuvo a su madre, nisiquiera supo que era un abrazo o un te amo por parte de ella. De su padre si tuvo todo esto, pero no cuando lo necesitaba. Por cierto, ¿Qué habrá sido de él?, Dinah nunca supo nada de su padre desde que salió de la casa de los Ford. No sabía seguia vivo o muerto, si es que había muerto, no sabía si había sido en batalla o por alguna enfermedad en su cama.

Le dolía mucho imaginar a su padre muerto. Dinah sabía que podía llamar a la base militar de Miami para pedir información acerca de su padre. Pero había algo que no se lo permitía y eso era el miedo a la realidad. Una cosa era imaginar a su padre muerto y otra muy diferente que alguien se lo asegurará. No. Ella prefería quedarse con la primera.

Contigo Quiero Estar. [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora