**MARATÓN 1/3*
LOS ANGELES, CALIFORNIA
WHITEHEAD RESORT
— Buenas tardes, señor Borghetti. —saludo la secretaria de piernas tonificadas mientras caminaba al lado de James que tenía la mirada fija al frente. Todos los empleados lo veían con cierto temor y algunos otros con odio. Pero a James eso no le importaba, podían tenerte todo el odio que quisieran, el seguiría siendo el Todopoderoso—. Bienvenido de nuevo.
— Actualízame, Elizabeth. —pidió entrado al elevador seguido por la chica que observaba el cronograma en su iPad.
— Al medio dia, hay una reunión con los exportadores de colchones para tratar el inconveniente de hace dos semanas. —James asintió golpeando el piso del elevador con su zapato esperando llegar a su oficina—. Luego, a las tres de la tarde tiene una cita agendada con el señor Pietro Fantini para el día de hoy.
— ¿Algo más?. —preguntó cuando las puertas del elevador se abrieron, Elizabeth negó caminando a su lado—. Bien, pídele a Howard que se haga cargo de la sesión del medio día, yo me encargaré de la reunión con el señor Fantini.
Abrió la puerta de su despacho y sonrió. Tenía la vista perfecta de la ciudad de Los Angeles. Estaba hasta lo alto de las oficinas de Whitehead Resort y esto le permitía admirar gran parte de la ciudad, además, acostumbraba a pararse frente al gran ventanal y ver cómo las personas corrían de un lado a otro. Ver a todos desde lo alto incrementaba su ego, todos estaban debajo de él, pero nadie estaba encima.
— ¿Cómo te fue en Italia?. —Elizabeth pregunto mientras le daba pequeños masajes a los hombros de James.
— Mejor de lo que creí. —comentó viendo con una sonrisa malévola su anillo—. La muy idiota acepto casarse conmigo y ahora es la señora de Borghetti.
Se giró y dirigió sus manos a la cintura de la secretaria, para acercar su cuerpo aún más. Elizabeth sonrió siguiendo con los masajes.
— ¿Eso en que te beneficia?. —alejó sus manos de los hombros de James y las dirigió al frente para desanudar la corbata roja que tanto amaba—. Si algún día, intenta divorciarse de ti, el que saldrá perdiendo serás tú.
— No si yo le pido el divorcio. —informó antes de esconder su rostro en el cuello de la chica donde empezó a repartir besos húmedos logrando que su secretaria soltará gemidos leves—. Haré que uno de los chicos de la universidad se acueste con ella, que la grabe o le tome fotos y luego llegaré como la víctima de un engaño. Le pediré gran parte de su fortuna y cuando se niegue la amenazaré con quedarme con la custodia de la niña esa.
— ¿Hablas de tu hija?. —la mujer preguntó pérdida por el placer que le estaba proporcionando James en su cuello.
— Esa niña solo es un maldito error. —respondió antes de volver a besar el cuello de la chica.
— Al igual que Derek. —dijo inconscientemente Elizabeth provocando que James mordíera con fuerza su cuello—. ¡Auch, me lastimas!.
— Exacto, Derek también es un maldito error. —dijo volviendo a morder la zona con la misma fuerza que antes—. Pero mejor dejemos de hablar de esos bastardos y mejor disfrutemos de nuestro encuentro.
— Claro bebé. —Entregada dijo la mujer, enredo sus piernas al rededor de la cadera de James sujetándose con fuerza mientras él, la llevaba hasta en cómodo sofá que estaba en la oficina.
~•~
— Sin duda, eres magnífica. —elogió a Elizabeth acomodando su camisa dentro del pantalón—. Nunca me cansaré de ti.
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Contigo Quiero Estar. [CAMREN]
Fanfiction"Me deje llevar, porque el sonido de tu voz calmaba todos mis demonios"