Capítulo XXV: "Extraña Sensación (P.1)"

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LOS ANGELES, CALIFORNIA

CEDARS-SINAI MEDICAL CENTER

El Cedars-Sinai Medical Center ubicado en el vecindario Beverly Grove, era uno de los hospitales más conocidos en el condado de Los Angeles California. Hospital que contaba con más de mil camillas y en una de ellas se encontraba Rose Borghetti, siendo trasladada a su habitación.

Eran las tres de la mañana en aquel lugar y solo se podía escuchar el sonido que marcaban los pasos de dos enfermeros y de James Borghetti que en ningún momento había abandonado a su hija. El hombre se veía consumido por el temor y no fue hasta una hora atrás donde se sintió en paz con la noticia que su hija estaba fuera de peligro.

Había recibido llamadas de la oficina y por parte de algunos socios, pero todas fueron a parar al buzón, pues para el, no había nada más importante en ese momento que su hija.

— Habitación 240. —dijo un enfermero deteniendo su marcha. Levantó la vista del suelo y observo que ya habían llegado a su destino. Uno de los enfermos abrió la puerta, mientras el otro empujaba la camilla metiéndola en la habitación. James permaneció afuera viendo por la ventana de la habitación como uno de ellos conectaba la bolsa de sangre al brazo de Rose para poderle administrar la sangre que había perdido.

"Qué bueno que somos compatibles" pensó mientras veía su brazo, aquel que había utilizado para donar más de un litro de sangre para su hija.

— ¡Señor Borghetti!. —giró su rostro para ver de dónde provenía el grito. Desde el final del pasillo vio a una chica que empezó a correr cuando lo identificó. A su lado llegó Stephanie Delevingne con el rostro lleno de preocupación—. ¿Cómo está mi amiga?.

— Tranquila Stephanie, ella está bien. —puso una mano en su hombro tratando de calmarla—. Ella acaba de salir de intensivo y fue traída aquí por orden mía.

— ¿Porque no me avisó antes?. —podía ser muy el padre de Rose, pero cuando se trataba de su amiga, nada importaba—. Si no es por su secretaria no me entero de nada.

— Perdón, pero he estado demasiado ocupado pensando en mi hija. —se disculpó—. Pero dime, ¿Pudiste comunicarte con Lauren como Elizabeth te lo pidió?.

— Lo siento señor, pero no me dejaron entrar a la mansión por se más de media noche. —dijo apenanda—. La llamé a su teléfono pero no contesto la llamada.

— ¿Y no te comunicaste con alguna de sus otras amigas?. —preguntó.

— Si, me comunique con Allyson Brooke, pero lo único que me dijo fue que no sabía nada de Lauren, ella había ido a una cena con Dinah y su familia y estaban en un hotel porque no habían podido volver.

— Ya veo. —comentó el hombre de negocios pensando en el motivo por el cual los Cabello estaban en Los Angeles.

— Pero si quiere, yo puedo ir por ella por la tarde, según tenía entendido, ambas tenían una cita.

— Es cierto. —James habló con tristeza, sabía que de no ser por esa cena, su hija jamás hubiera ido a su oficina. De cierta manera le agradecía a Lauren por volver a unirlos—. Pero ¿estas segura que tienes el tiempo?, porque si no es así, yo le puedo pedir a Camila que traiga a Lauren.

— Tranquilo señor, yo me encargo. —James asintió con una pequeña sonrisa la cual Stephanie le devolvió. Los dos enfermeros salieron de la habitación, llamando la atención de ambos.

— Señor, su hija ya está instalada, solo es de esperar que ella despierte para realizarle un chequeo y ver que todo esté completamente bien. —Dijo uno de ellos—. Si desea, puede ir a su casa y descansar un poco o bien, si no quiere dejar a su hija sola, talvez su otra hija pueda ir a su casa por ropa limpia y puede ducharse en el baño de la habitación.

Contigo Quiero Estar. [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora