¿Casualidad o Destino? (#COD1)

Capítulo 29

- Cuídate, nos vemos – me despido plantándole un beso en la mejilla.

Salgo del gym y subo al auto. Me dirijo a mi casa.

Seguro se preguntaran quien era Sophia. Pues... era una persona que fue súper importante para mí en la preparatoria, y si se lo están imaginando, no, no fue mi novia, era mi mejor amiga. Yo estaba súper enamorado de ella, pero nunca se lo dije. Típico enamorarse de su mejor amiga.

Era mi amor platónico de la preparatoria, como es normal tener uno.

Pero ahora... había cambiado, demasiado, tanto físicamente como emocionalmente. Antes era una inmadura, que lloraba por todo y no le podías decir nada porque se sentía.

*Minutos después*

-Lucas, ¿Dónde estás cabron? – maldito perro, se escondía siempre que llegaba a casa.

Oh mierda, perro desgraciado. Hizo mierda todos los cojines del sofá, incluyendo el sofá y mordió todas las plantas que tenía. Hizo un completo desorden.

-Eres un desgraciado – el solo movía su cola, con su cara de inocente. Sabía perfectamente lo que había hecho, pero como regañar a esa carita tan linda – de estas te salvas, pero a la otra agárrate que te voy a dar unas buenas nalgadas.

Subí a mi habitación, agarre la toalla, un bóxer y me metí al baño. Me quite toda la ropa, puse música y me puse a bailar. Como era costumbre. Después de unos minutos más, sonó una canción que me hizo parar y soltar unas lágrimas. Me recordaba tanto a Alanna.

Mierda, Jake, mierdaa. Tienes que olvidarla, vamos si puedes, has salido de muchas. Pero nunca había amado tanto a una persona, nunca. Ese era mi maldito problema. Rápidamente decidí cambiar de canción. Pero ya me había quitado las ganas de bailar. Cerré la llave, agarre la toalla y salí.

Me puse unos jeans, playera azul pegada como era de costumbre para lucir mi cuerpo, me hice un nuevo peinado, el cual me quedaba súper bien.

- Lucas, vámonos – se paró rápidamente de la cama, se bajó y se colocó a un lado de mí.

Bajamos las escaleras, agarre las llaves del coche, y salimos sin destino alguno.

- ¿A dónde quieres ir? – pregunte.

- Guaf – respondió.

- ¿Seguro? – conteste.

- Guaf – asintió.

Si, seguro dirán que estoy loco por hablar con mi perro, pero lo entendía perfectamente.

Encendí el carro y salimos sin destino alguno. Por si se preguntan que me respondió, me dijo que solo hay que recorrer la ciudad.

Puse música y arrancamos – ¡Vámonos! –

- Guaf, guaf, guaf – empezamos a cantar.

- Eso, sigue cantando. Juntos, ver el sol caer. Vamos pa la playa, pa curar el alma... - sin duda alguna la mejor compañía era tu mascota.

Pero todo dejo de ser felicidad cuando de pronto miro a Alanna.

Me distraje durante algunos segundos. Cuando vuelvo a ver la carretera, estoy a punto de atropellar a un señor mayor de edad. Le saco la vuelta y el carro comienza a derrapar. Solo se escucha un fuerte golpe.

- Lucas – escuche un guaf, afortunada no le paso nada, ya que iba protegido.

Poco a poco se cierran mis ojos.

*Alanna*

Estaba dando un paseo por el parque, cuando de repente miro el carro de Jake, lo único que podía hacer era voltear la cabeza para evitar que me viera.

En eso se escuchó un carro derrapar y un fuerte choque.

Oh no, espero no haya sido él.

- ¡JAKEEEE! – mis lágrimas salían.

Rápidamente salí corriendo al lugar del accidente. Había una gran multitud, yo solo empujaba a todos mientras me metía.

- ¡Jake, Jake, responde! – suplique mientras salían lágrimas de mis ojos.

- Jakee – escuche un grito muy cerca y de la nada ya tenía a una desconocida a un lado de mí.

- Cuida a Lucas – fue lo último que dijo antes de quedar inconsciente.

Rápidamente la desconocida agarro al perro que estaba en el coche. Llegaron los paramédicos, quede paralizada. Quería irme con él, pero alguien más ya lo estaba desconocido. Me preguntaba quién era esa desconocida.

Pero solo pensaba en Jake, en ese momento no tenía cabeza para algo más. Solo quería que estuviera bien y no le pasara nada. Su coche quedó destrozado de toda la parte de adelante.

*Jake*

- Veo que ya recuperaste el conocimiento – escuche una voz mientras que abría los ojos – me alegra tanto que no haya pasado a mayores.

- ¿Qué paso? – pregunte.

- Tuviste un accidente muy fuerte – dijo Sophia – tuviste mucha suerte de no sufrir daños severos, tu coche quedó completamente destruido.

- ¿Y Lucas? – espero no le haya pasado nada malo, no recordaba mucho de ese día.

- Está dormido – señalo una transportadora.

- ¿No le paso nada malo? ¿Se encuentra bien?

- Si, Jake. Él está completamente muy bien, no sufrió ningún daño – suspire de alivio.

- No recuerdo lo que paso. Lo último que recuerdo fue cuando salí del gym y llegue a mi casa – dije mientras ponía mi mano en mi cabeza.

- Hace 3 días estas aquí. Estuviste inconsciente durante un tiempo. Pero fue por el golpe tan duro.

- Creo que este guapo es inmortal – Sophia soltó una carcajada.

- Tonto – movía su cabeza mientras seguía riendo – por cierto, estuvo Mike. Me dijo que ahora iba a volver, en un rato más debe llegar.

- Pobrecito, lo deje plantado – empecé a carcajear como un loco y Sophia solo me seguía la corriente.

- Hola, buenas tardes, Jake – entro un hombre con una bata de blanco, supuse que era el doctor – hola doctora Sophia. – Espera, ¿Doctora? Yo no sabía que era doctora. – Veo que ya despertaste. Aquí esta muchacha te estuvo cuidando durante los días que no estabas consiente, estuvo al pendiente de todo. Debes sentirte orgulloso al tener una novia que te quiera tanto y se preocupe por ti.

Tanto Sophia como yo nos pusimos rojos.

- ¡No somos novios! – rápidamente contestamos al mismo tiempo.

- Bueno, como sea. Estarás aquí durante unos días mas, tenemos que hacerte más estudios.

- Está bien – asentí.

El doctor se retiró.

Estuvimos platicando durante un rato Sophia y yo, cuando miro entrar a Alanna.

- Hola, Jake.

Mire la cara de Sophia con un poco de celos.

Oh mierda.

Lo escribir porque se tenía ganas de escribir. Sé que ya no es lo mismo que antes. Si no sabía escribir, menos ahora. Espero les guste.