¿Casualidad o Destino? (#COD1)

Capítulo 11

Jake.

La noche había sido maravillosa.

Abrazos y muchos besos, eso es todo lo que hicimos Alanna y yo esa noche.

Me desperté y eran las 9 de la mañana, habíamos perdido el día de clases en la universidad. Ella aún seguía dormida, así que no quise despertarla.

Salí de la cama, abrí la puerta del cuarto sigilosamente para que Alanna no se despertara y me dirijo a la cocina para preparar el desayuno.

Me preparo unos ricos Hot-Cakes con un vaso de leche con chocolate.

Aun no se despertaba Alanna, así que decidí hacerle el desayuno y llevárselo al cuarto.

Agarre una mesita, prepare más Hot-Cakes, coloque un vaso con leche con chocolate, unas fresas, un poco de nieve y crema.

Las fresas las coloque a un lado de los Hot-Cakes en forma de corazón, el vaso por un lado y la crema la puse junto con la nieve en un plato hondo.

Agarro la mesita y me dirijo rápidamente a la habitación. Abro la puerta y dejo la mesa en la cómoda.

Despierto a Alanna con un fuerte beso en la frente.

-Buenos días, princesa.

-Buenos días, guapo – me da otro beso, pero me lo da a un lado de la boca.

Quería provocarme.

Se sentó, agarre la mesita y la coloque arriba de ella.

-Te traje el desayuno – dije mientras sonreía.

Se sorprendió por ver el rico platillo que estaba enfrente de ella.

Sonríe y me estira las manos.

-Ven, acércate.

Agarro su mano, y me acerco a ella.

Estamos a solo unos centímetros de distancia.

-Eres el mejor del mundo – dicho eso, la distancia se termina.

Me da un beso, pero no era un beso como los anteriores, era un beso lleno de amor.

Se sentía diferente y me gustaba.

Agarro su pelo suelto y lo acomodo detrás de la oreja, empiezo a besar su cuello y luego vuelvo a su boca.

Me separo un momento.

-Te quiero – susurre en su oído.

-Yo también – dice ella.

Le doy otro beso.

Estuvimos varios minutos besándonos, luego ella se separa.

-Me dio hambre, y si seguimos, te comeré a ti, en vez de este rico desayuno que me preparaste.

-No me importa si me comes – dije en tono pervertido.

-Tonto.

-Tonta – nos damos otro hermoso beso.

Se separa de mí y empieza a comer.

Se miraba tan linda al momento de comer, que decidí ir por mi cámara para tomarle varias fotos.

Abro el closet y después un cajón, saco la cámara, y sin que ella se dé cuenta, le tomo una foto.

Rápidamente se dio cuenta por que tenía el flash de la cámara encendido.

-Espera, espera – se acomoda – listo, ya estoy en pose.

No pude evitar reírme por dicha acción.

-¿Acaso te gusta que te tomen fotos comiendo? – dije.

-Si eres tú, si – en cuanto escuche esas palabras, me sentí muy dichoso.

Estuve observándola y tomándole fotos mientras desayunaba.

Alanna termina de desayunar y se levanta de la cama, agarra algo de ropa, se pone enfrente de mí.

-Ya vengo, me iré a bañar, no te vayas – me guiña el ojo.

-Me iré con la otra – respondí.

Me da un golpe en el abdomen y se va.

Rápidamente se me viene a la mente una idea.

Agarro mi teléfono y pongo la canción de Happy de Pharrell Williams y agarro ropa interior y me dirijo al baño.

Antes de entrar al baño, detengo la música, abro la puerta muy, muy sigilosamente.

Me quito la ropa y pongo la música.

-Jake, ¿Eres tú? – dice Alanna.

Abro la bañera y entro bailando y cantando.

-¿Quién es Jake? Yo soy Pharrell – empiezo a mover mi trasero sobre su cuerpo.

Alanna solo se empieza a reír.

-Estás loco – me pega una nalgada.

Me doy la vuelta y ella también empieza a bailar y cantar junto conmigo.

Duramos toda la ducha bailando y cantando música de todo tipo, romántica, de desamor, pop, de todo lo que salía en mi teléfono.

Ambos nos estábamos secando, así que decidí quitarle su toalla y tirarla por la ventana.

-Ups, te quedaste sin toalla – dije pervertida mente observándola detalle con detalle – ahora tendrás que secarte conmigo.

Solo ríe.

Ella hizo lo mismo, me quita mi toalla y la tira por la ventana.

-Creo que tú también te quedaste sin ella.

Me acerco a ella – lo dudo.

Saco una toalla del cajón que estaba a un lado de ella.

Intenta quitarme la toalla nuevamente. Antes de que pudiera hacerlo, la agarró del brazo y la acerco a mí.

La empiezo a besar, tiro la toalla al suelo y agarro su hermoso trasero firme. La levanto y la pego contra la pared.

Me dirijo de sus labios a su cuello, empiezo a bajar lentamente y empiezo a lamer sus pezones.

Me dirijo lentamente a su miembro para hacer lo que más sabia, cuando alguien toca el timbre de la puerta.

Mierda, otra vez nos habían interrumpido.

-Espérame aquí – dije en voz de seductor.

Una voz que a Alanna le encantaba.

Me pongo la toalla y bajo. Abro la puerta y miro a Paulina parada en mi puerta.

Antes de poder hablar, ella me da un beso.

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