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Taehyung sintió que su cuerpo se desvanecía, que su respiración se agitaba al punto que ya no podía controlarla. Miró sus manos, las cuales no paraban de temblar y de hacer fuerza por lo que estaba sintiendo, y es que no podía creerlo. Sentía una gran furia en su interior, le alteraba el sólo pensar en que había sido engañado de esa manera, que todos lo habían tomado por un estúpido, porque así había sido, ¿o no? Todos en esa casa, todos sabían quién era su humano ¡Por eso Jimin no quería que se acercara a Hobi! ¡Porque es su humano!

Su vista comenzó a nublarse repentinamente, comenzó a ver todo de manera más oscura, y cuando sintió cómo su interior comenzaba a oscurecerse entendió que era momento de detenerse, tenía que tranquilizarse, tenía que hallar la forma de lograrlo. 

Y lo único que consiguió hacerlo fue cuando pensó en su humano. Pensó en la sonrisa de Hobi, y quiso escapar de esa casa e irse con él. Quería saltar a sus abrazos y no volver a soltarlo, quería estrujarlo y darle tantos besos en sus mejillas hasta que Hoseok se cansara de él. No estaba seguro de por qué se sentía así, pero estaba emocionado, y lo único que quería hacer en ese momento era huir de allí. ¿Será por eso, que siguió su instinto, y corrió lejos de aquel departamento?

Repentinamente sus poderes se habían habilitado, y pudo, con el sólo cerrar sus ojos, ver dónde se encontraba la casa de Hoseok. Corrió hacia esta, desaforado, sin importarle cuántas cuadras debía hacerlo, o cuánto había corrido. Después de todo, él no era más que un espíritu que tenía encargado proteger a su humano. Y había decidido cumplir con su misión empezando en ese preciso instante.

—¡Hoseok! —gritó, cuando se encontró en su puerta—. ¡Hobi! ¡Ábreme! ¡Hobi!

Una luz se prendió en una de las habitaciones, y pasaron algunos segundos hasta que Hoseok se asomó por la ventana.

—¿Taehyung? ¿Qué estás haciendo aquí...? —murmuró.

—¡Sólo ven!

El joven frunció un poco el ceño por la confusión de aquella repentina visita, pero unos minutos después se encontró abriendo la puerta de la casa y sorprendiéndose por el repentino abrazo del pelirrojo.

—¿Qué haces?

—¡Eres tú! Siempre fuiste tú —sonrió, mirándolo con unos ojitos que brillaban. Hoseok abrió su boca sin saber qué decir.

—Taehyung... ¿De qué estás hablando...?

—Eres mi humano.

Y bastaron de esas palabras para que Hoseok lo empujara lejos de sí y se dejara caer en el suelo, tapándose el rostro en una agonía que Taehyung no podía comprender.

—No... Yo no...

—¿Qué te ocurre, Hobi?

—Tú no tienes que estar conmigo, no merezco tener a alguien como tú a mi lado. Por favor... Sólo sigue tu vida... No quiero herirte. No podría soportar volver a hacerlo...

—¿Volver a hacerlo? ¿A qué te refieres? ¡Tú nunca me has herido, Hobi! Sé que no serías capaz de hacerlo.

Hoseok lo miró dándole una sonrisa triste.

—No tienes ni idea, pequeñín...

—No estoy entendiéndote en este momento, Hobi... 

—Taehyung, sólo hazme caso, sólo desaparece...

—¿Desaparecer? —preguntó—. No juegues... No digas esa palabra... ¿No me quieres como tu espíritu? —Taehyung comenzó a entristecerse, lo que alentó a Hoseok a que negara lo que acababa de decir.

Como todas las noches [PJM+MYG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora