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De pronto Jimin se encontró solo en la casa de Yoongi, sentado en la mesa del comedor mientras miraba al techo con melancolía. Se sentía excesivamente decaído lo cual era extraño porque al tener una conexión con Yoongi y que él estuviese tan feliz, él debería estar igual. Sin embargo era lo contrario, tenía un gran nudo en la garganta que no lo dejaba tragar sin que le generara molestia. 

Largó un gran suspiro de agotamiento y se estiró en el asiento, tratando de despejar aquellos sentimientos, pero se distrajo cuando la puerta de entrada se abría y por ella ingresaba el cabello violeta de Namjoon junto a su humano Seokjin.

—¡De verdad no puedo creer que quedé! —sonrió Seokjin, excesivamente feliz. Jimin lo miró, también miró a Namjoon, y sintió envidia de que todos parecieran estar tan bien a excepción de él.

—¿No puedes creerlo? ¡Te lo merecías Seokjinie hyung! —exclamó contento el pelivioleta—. ¡Además estuviste increíble!

—Cállate, ¡te pedí que no me vieras audicionar porque me daría vergüenza! ¡Podría haberme distraído por tu presencia!

—¡Pero no pasó, y además, te luciste! Necesitabas que estuviera ahí, es mi suerte de espíritu protector —le dio su sonrisa tan característica de hoyuelos, recibiendo un abrazo del alto en respuesta.

—No alardees, Uvita —bufó, mirando al tercero de quien todavía no había notado la presencia—. Oh, Jimin. ¿Hace cuánto que estás ahí?

—Lo estuve siempre. ¿De qué hablan ustedes dos?

—Seokjinie pasó una audición. ¡Lo quieren para uno de los protagonistas! 

—¿De verdad? Eso es increíble, Seokjin. Me alegro por ti.

Seokjin sonrió avergonzado, mostrando sus orejas tornarse de un color rojo pero que rápidamente cambiaron cuando pareció darse cuenta de algo.

—¿Yoongi aún no ha vuelto?

—No... Se ha hecho tarde... Es extraño, le vi en el subte volviendo para casa...

—¿Le viste? ¿Por qué no fuiste con él?

—Ah, es que... Estaba acompañado.

—¿Acompañado? ¿Acompañado de quién?

De pronto la puerta pareció abrirse y por este ingresó un Yoongi sonriente que cerraba la puerta detrás de él. 

—Hablando de Roma... —se burló Seokjin—. ¿Por qué vienes tan sonriente? ¿Con quién estuviste, ah?

—Ah, yo...  —titubeó, mirando al pelirrosa y dudando de su respuesta—. Fui a trabajar y... 

—¡Seokjinie pasó una audición! —chilló Namjoon, quien parecía querer que el centro de la conversación fuese únicamente del logro de Seokjin. A Seokjin eso le dio ternura.

—¿¡De verdad!? —se alegró Yoongi, dándole un corto abrazo de felicitaciones—. ¡Te lo mereces, hyung!

—Ya... —se rascó el cabello, avergonzado—. Uvita, no hace falta que lo repitas cada dos segundos...

—¡Pero es que de verdad estoy feliz por ti, hyung! ¡No puedo controlarlo!

Jimin observó la escena con curiosidad, consiguiendo que el recuerdo del día del rezo de Seokjin llegara a su cabeza y acordándose de su pedido. Seokjin había rezado porque se sentía desolado respecto a su actuación y necesitaba ayuda... De pronto miró a Namjoon y viéndolo tan feliz pudo comprender lo que estaba pasando. ¿Tan pronto...?

Como todas las noches [PJM+MYG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora