O1O. sirius

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CHAPTER TEN
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Sirius
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CHAPTER TEN°Sirius°°°°°°°

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A pesar del nerviosismo y del increíble nudo en su garganta, Nix consiguió preguntarle a aquel hermoso negro animal cuál era la razón para estar ahí, jugándose su libertad a cada paso que daba; El animal ladró varias veces antes de comenzar a correr. A pesar de tener prohibido ir allí y de haber despistado de milagro a Diggory, Nix lo siguió sin duda alguna. Sabía a dónde se dirigían, por supuesto que lo hacía.

La Casa de los Gritos se encontraba igual de vieja y destrozada que la última vez que estuvo allí. Algo de polvo comenzaba a acumularse muy notoriamente en las esquinas y distintos inmobiliarios de la estancia, haciendo que la pelirroja mirara con algo de asco.

-No te vengas a hacer la refinada, pequeña, ambos sabemos que eras la primera en tirarte al barro hace unos años.

La voz de Sirius provocó que la comisura de sus labios se elevaran para luego dejar una enorme sonrisa que enseñó al contrario cuando volteó a verlo. El mayor abría sus brazos, esperando que la serpiente avanzara hasta él y lo abrazara, y así lo hizo.

Nix sintió su rostro mojado segundos después, sabía que las lágrimas caían como cascadas por sus mejillas y no se molestaría en limpiarlas, sus manos estaban ocupadas agarrando la ropa de su padre con fuerza, temiendo que fuera a desaparecer de un momento a otro, temiendo que todo aquello fuera una mala jugada de su mente.

El mayor la separó con lentitud y besó su frente con delicadeza.

-¿Qué haces aquí? -preguntó con un notorio tono de preocupación.

El pelinegro sonrió.

-Necesitaba verte -dijo-. A Harry por igual, pero sé que será más difícil verlo que a tí -la chica asintió, entendiendo-. Así que, participarás en el torneo.

Nix resopló y se sentó en el suelo con brusquedad, golpeando su trasero contra el polvoriento suelo, sus piernas cruzadas y su mano sosteniendo su mentón.

-Yo no quería -se quejó-, bueno, sí quería pero no quería, ¿me explico?

El mayor negó.

-No mucho.

La chica lloriqueó.

-Los gemelos terminaron por convencerme de apuntarnos, siempre lo hacen -intentó explicar- lo de convencerme. Hermione dijo que ellos metieran su nombre primero y si no ocurría nada, que lo hiciera yo. Lo hicieron y nada pasó al principio, así que me animé y coloque en mi nombre -Sirius observaba los gestos de la menor y sonreía con ternura hacia ella, en cierto modo le recordaba a Regulus-, de repente el cáliz les lanzó, eh, ¡algo! y les salió barba. ¡Barba! Ahí entré en pánico y no me podía mover del miedo que sentí, estaba esperando a recibir mi nueva barba, pero nada ocurrió.

-¿A qué te refieres? -preguntó confuso.

-A mí nunca me ocurrió lo mismo.

-¿Tiene algo que ver con la maldición?

Nix asintió.

-Los animales no suelen tener la misma edad que nosotros, digamos que tienen la suya propia -suspiró-. Dumbledore dijo que el cáliz había tomado en cuenta mi forma animal.

La estancia quedó en completo silencio, pareciera que la menor estaba dejando tiempo al mayor para asimilar lo anteriormente dicho. De a ratos hacía leves muecas que resultaban graciosas para la contraria, el mayor la mandaba a callar cuando escuchaba sus risas, diciendo que lo  distraía de su momento de concentración. La chica ante tales palabras volvía a reír, ahora sin parar.

-¡Esto es un momento serio, Nix!

-Según tío Remus tú no te sueles tomar las cosas en serio -se burló la menor.

-Ese bocazas -gruñó entre dientes-. Espera, ¿cómo que tío Remus?

La pelirroja se encogió de hombros.

Ambos conversaron un poco más, siendo Nix la que le explicara lo sucedido y el torneo a la perfección. También le habló sobre las mentiras de Rita Skeeter, confesándole el mayor que ya había leído todas las barbaridades que allí habían sido escritas.

-Deberías irte -le dijo el pelinegro.

La menor formó un tierno puchero y se cruzó de brazos en desacuerdo, tal y como hacía cuando era pequeña y su hermano mayor se negaba a darle dulces. Zíu terminaba por compadecerse de la pelirroja y le daba al menos una única rana de chocolate, Hera al ver que su hermana había conseguido algo, también se acercaba y repetía las mismas acciones. Sin embargo, recibía una negación del mayor que terminaba en gritos, su madre castigando a ambos y una piedra siendo lanzada a la cabeza del hermano mayor.

-¿Volverás?

-Lo dudo -respondió-, pero nos veremos pronto, aún te faltan cosas por saber, pequeña, y quiero ser yo quien te las diga.

-Te tomo la palabra.

-Por cierto, mándale saludos a mi yerno.

- ¿Qué yerno?

Su padre sonrió juguetón.

- Él castaño con el que caminabas antes.

- No es mi novio -contestó con molestia la pelirroja.

- Lo sé. No especifiqué que fuera novio tuyo.

Con una confusa expresión en el rostro, ambos salieron de allí.

Se despidieron cuando ambos estuvieron al comienzo del bosque prohibido, el mayor adoptando su forma animal. Nix se agachó y abrazo con fuerza el cuello del animal, su pelo se encontraba suave, brillante y ya no desprendia aquel fuerte olor a perro, seguía ahí, sí pero ahora se mezclaba con el leve olor a tomillo y tierra mojada. Se separaron cuando un trueno sonó, indicando que pronto comenzaría a llover y aparentaba ser abundante.

-Ten cuidado -habló con fuerza.

Recibió un ladrido en respuesta antes de que el cuadrúpedo comenzara a correr en dirección contraria, hacia el interior del bosque. Nix se giró y colocó la capucha de su túnica sobre su cabeza, agarrando sus manos y caminando, tal y como lo hacía el viejo director. La menor estaba feliz y lo demostraba divirtiéndose sola. Había visto a su padre, habían hablado y reído juntos y, de una forma u otra, aquello había hecho que su estado anímico subiera de sobremanera aquel día, provocando que una enorme sonrisa se colocara en su rostro desde que había dejado la Casa de los Gritos.

Nix no escuchó los pasos que se acercaban a ella, mucho menos vio la figura que se colocó junto a ella. Una voz se dirigió directamente a ella, consiguiendo que parara en seco y su piel adoptara un tono aún más pálido de lo normal.

-¿Qué hacías en el Bosque Prohibido, Kwan?

NIX: The ginger Slytherin fox #HH1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora