Un Poco De La Verdad.

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-Félix.- En mis brazos tenía a él niño más tierno de todo el mundo lo he protegido desde sus primeros meses y por más lejos que este de él siempre me preocupare.

-Usted conocía a Félix y no me lo dijo.

-Querido tenemos que hablar de eso después hablemos con ese osito sobre la sorpresa.

-Mami, ¿Qué sorpresa?.- Félix movia su largo cabello café de un lado al otro puesto se movía entre mis brazos alegre por lo que sabrá ahora.

-Dulce.- Con advertencia me miro por un momento.

-Sabes que hace ya un tiempo que quiero que estemos juntos, verdad hijo.- Su carita era adorable y sus ojos ámbar me mataban.

-Si, mami pero elas chon malas y no quieren que valla contigo.- Su boquita mostró un puchero mientras que Alfr se sentaba a mi lado.

-Mi guerrero no debes decir eso, tu mami te dará una buena noticia.

-¿Cuál?

-Mire por un momento a Alfr- Bueno lo que pasa que con Alfr me comprometí hijo.

-Y ¿echo que ech?

-Eso quiere decir que me casarse con el y puede hasta llevarte con nosotros.

-Ir a cacha contigo y poder dormir a tu lado como cuando era pequeño.

-Si, solo necesitamos tiempo hijo mío para poder estar los tres junto y así podremos comer muchas cosas ricas y ver caricaturas todo el día si deseas.

-Mami yo quiero ir, vamos, vamos.

-No, puedo y lo sabes pero sabes que cada vez estoy más cerca de eso.

-Chi, mami ame dulche, estoy feliz como lombiz.

-Con cuidado come.

Seguía sintiendo la mirada de Alfr, espero que no corte el contrato es la única manera de poder adoptar a mi niño, pensar que lo cuido desde que apenas era un bebé, y creo que por mi sus gustos son tan extraños, como simpre viajo le traigo de todo un poco, dulces o comida de otros países se que gasto demasiado en regalos pero quien lo haría por su carita.

-Te manchaste la carita.

-Ten Dulce es una toalla húmeda.- Su mirada ahora es dulce.

Creo que alguien necesita un psicólogo, por que si voy a tener que estar con el por ocho meses una de dos o lo mato o lo suicidó.

-Gracias.- Toque su mano y mi fangirl del amor interior grito, no les pasa que les gusta alguien y ese solo las toca en tu exterior que puede pasar nada más que unas manchas rosas en las mejillas en tu interior corres, gritas y pataleas.

-Bueno el guapo hombre que tengo aquí volvió a estar limpio.

-Chi.

-Sabes mami, hice un diujo de ti y de Al.

-Juntos hijos, ¿Por qué?

Dios si esta es una señal que el será mi marido se más claro sabes como soy de ciega.

-Yo te quielo como mami y a él como papi.

-Ay mi vida, no eres más tierno porque no puedes, vamos a buscar tus dibujos o los traes contigo.

-Tan en la sala.

-Bueno vamos.

Lo siguiente que paso fue que Félix mantenía los cuadernos que le he regalado juntos a varios tipos de lápices (Cera, grafito, pastel, pastel secó, tinta, gel y palo), en los cuadernos se podían notar a dos personas hechas de palitos juntas, en otras habian unos rostros que era la gente que trabaja allí o los niños, no eran idénticos pero tenian nariz, boca y ojos lo principal que debía una cara, pasamos horas hablando y jugando hasta que nos dijeron que teníamos que irnos, yo encuentro que es algo realmente tanto que los niños tengan que irse adentro a las cinco de la tarde o a las tres de la tarde, es un sacrilegio no dejarme estar más con mi hijo. No es tanto eso de que no me deje estar con mi hijo pero en estos momentos el era el único escudo que tendía contra Alfr el querría respuestas de sobre ¿Por qué conozco a Félix o mejor por qué el dice que soy su madre ?

Solo por 8 meses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora