Soulmates |Juliantina| |AU|

5: "Terminamos..."

Después de esa noche, Valentina pasó casi una semana entera tratando de averiguar cómo decirles su decisión. Sabía que ambos merecían una explicación pronto. Dormía mal todos los días porque no podía dejar de soñar con eso, así que se despertaba en medio de la noche como dos o tres veces.

La última vez que durmió bien fue cuando Juliana le tomó la mano toda la noche. Recordó lo bien que se sintió a la mañana siguiente cuando se despertó y la vio durmiendo tan relajada a su lado, todavía sosteniendo su mano.

~Flashback~

La rubia sabía que ya había amanecido, checó la hora en su celular para confirmarlo, pero aún era algo temprano, y aprovechó que fue ella quien despertó primero, para mirar a Juliana... Podía contemplarla tanto como quisiera. Era hermosa.

Un tiempo después, Valentina se durmió de nuevo hasta que sintió que la morena se había despertado. Pero tenía demasiado sueño para abrir los ojos o decirle algo. Contuvo la respiración un poco nerviosa cuando sintió cómo Juliana le acariciaba la mano con el pulgar. Lo hizo durante unos momentos, para después soltarle la mano muy suavemente y se levantó. Cuando la ojiazul escuchó la puerta del baño cerrarse, se atrevió a abrir los ojos y soltar el aire que contenía.

Miró la almohada de Juliana y, sin moverse, se dijo a sí misma: "No lo hagas. Es demasiado creepy."

Pero, Dios, cuánto deseaba oler su perfume. De todos modos, se permitió cerrar los ojos y rodó sobre el sofá-cama un poco más cerca del lado de la chica. Puso su mano donde había dormido y sintió su calor. Ella sonrió, consciente de que sería la persona más feliz del mundo si pudiera despertarse todos los días así. Con Juliana a su lado, durmiendo tranquilamente y olvidando todos sus problemas. Estaba segura de que quería eso. Para ella y para la morena.

Si una pequeña parte de su ser todavía dudaba de ese deseo, desapareció cuando la menor se acercó de nuevo. Vio que la rubia estaba despierta, y una enorme sonrisa apareció en su rostro.

-Buenos días- dijo, sentándose nuevamente.

Y por un segundo, Valentina se imaginó a sí misma inclinándose para besarla. En cambio, se limitó a decir:

-Hola- con una sonrisa tan brillante como la de ella.

-¿Cómo dormiste?

-Bien...- deseaba poder decir: "Perfecto, gracias a ti", pero no pudo. Al menos todavía no. Algún día lo haría. Sabía que sería así- ¿Y tú?

-Muy bien.

-Me alegra escuchar eso- dijo la ojiazul después de mirarla en silencio.

Al mismo tiempo, se atrevió a poner su mano sobre la de Juliana. Pero no tenía el valor suficiente para mirarla. En cambio, enfocó sus ojos en su agarre de manos y comenzó a dibujar pequeños círculos invisibles con el pulgar en el dorso.

-Yo...- trató de hablar la mayor- Quiero que sepas... Que todo lo que dije anoche, es... Es verdad- miró hacia arriba para encontrar los ojos oscuros frente a ella- No estaba mintiendo ayer, y no estoy mintiendo ahora.

No podía decirle que ya había tomado una decisión. No podía decirle que la había elegido. Aún no. Primero, tenía que hablar con Lucho, y así hacerlo real. Pero sí necesitaba reafirmarle todo lo que habían hablado. Necesitaba que Juliana le creyera, que pudiera sentir el amor que tenía por ella.

Se miraron fijamente, se sentían como si estuvieran viviendo en una burbuja. Tan lejos de todo y de todos. Ambas chicas estaban pensando en todo lo que habían hablado hace unas horas. Los ojos de la morena brillaban deslumbrantemente, y le dio una sonrisa completa a la rubia, mientras entrelazaban sus dedos.