Soulmates |Juliantina| |AU|

23: "El primero de muchos... Pt. 1"

-Juls, fue un malentendido...

-Ah claro, y yo soy la reina de Inglaterra- dijo con ironía- Y no me llames así.

Valentina suspiró por enésima vez en aquella llamada. Juliana apenas había aceptado hablar con ella por teléfono, no quiso que la rubia fuera a verla a su casa. Y eso, le hizo saber a Valentina que estaba más que molesta con ella.

-Amor... Es verdad lo que te estoy diciendo- se rascó la frente mientras se sentaba por fin en el sillón de la sala, había estado dando vueltas- Emily no ha ido a la escuela, por eso mismo no la incluimos en los planes. Y sí, Hanna tenía algo que hacer con su madre, pero fue antes de nuestro encuentro- explicó, y se mordió el labio lamentando la pequeña mentira, pero se repetía que era por algo bueno- No haría nada para lastimarte, Juls. Confía en mí.

La morena al otro lado dejó salir el aire que no sabía que estaba conteniendo, y sus hombros cayeron. Una parte de ella quería seguir molesta y reclamarle a Valentina, pero la otra, la que pensaba con el corazón, le imploraba que le creyera. Justamente por lo que había mencionado hace un momento su novia. Sabía que la rubia no era capaz de hacerle algo así, la conocía.

Pero todo la había desestabilizado demasiado, y el sólo pensar que Valentina podía estarle mintiendo por quien sabe qué razón, hacia que su pecho doliera.

-Valentina, quiero que comprendas. ¿Cómo te sentirías tú si te sucediera lo que pasó hace unas horas?

-Lo sé, créeme que lo sé- dijo rápidamente- Y lo entiendo, da para pensar muchas cosas, pero lo que yo quiero que veas es que soy yo, Juls- su voz se volvió casi un susurro- Te amo. Nunca haría algo que pudiera lastimarte.

Ahora fue Juliana quien dejó salir un suspiro, y se tomó unos momentos para pensar las cosas, pero pronto se dio cuenta de que no tenía caso... Su corazón estaba ganando, aquella parte que confiaban ciegamente en Valentina estaba ahí presente. Y aunque estaba molesta, no pudo ignorarla.

-Bien- dijo a regañadientes, y tomó aire para calmarse por completo- Sólo por favor trata de no ponerme en esta situación de nuevo. Ni a mí ni a Emily, pude ver que ella estaba igual o más desconcertada que yo.

-Te lo prometo. No pasará nada de eso nuevamente, sólo fue un malentendido- la rubia respiró aliviada, llevaban poco más de media hora con aquella "pelea"- Gracias por confiar en mí, de verdad. Valdrá la pena- susurró lo último.

-¿Qué?- no la escuchó bien.

-Nada, que en serio te lo agradezco. Me encantaría ir a verte, pero la señorita súper orgullosa no me dejó- bromeó.

-No te pases, Val- advirtió, y no pudo evitar sonreír al escuchar la suave risa de su novia a través del teléfono- Tendrás que compensarme esto con algo muy grande, morrita.

-Amor de mi vida, créeme que lo haré- prometió, haciendo que la morena se sonrojara a la distancia- Pero por ahora, ya te dejo descansar. Sé que tuviste un día movido.

-Sí- suspiró- Vayamos a descansar entonces. ¿Hablamos mañana?

-Por supuesto que sí, Juls. Estaré todo el día fastidiándote por mensajes.

-Como siempre- dijo, y Valentina rió al imaginársela rodando los ojos- También estaré aquí molestándote, Val. Y con suerte, y si no tienes nada mejor que hacer, podríamos vernos.

-Mmm- se hizo la pensativa- Creo que mi agenda está libre, pero le diré a mi asistente que te avise.

-Lo juro, tienes suerte de que te amo- resopló Juliana, y la rubia rió de nuevo.