Valentina sabe que lo que siente por Juliana no es un simple "crush", o algo pasajero.
Juliana está perdida por Valentina, pero las circunstancias alrededor parecieran no ayudarles en nada.
Ambas saben que son almas gemelas... ¿Tendrán su final fe...
Pasaron un par de meses, las cosas entre las chicas iban bien, Juliana estaba a unas semanas de graduarse, por fin, y habían quedado ese día que irían a ver a Inés, para hablar sobre la posibilidad de que la morena se quedara a estudiar en la escuela de modas.
-¿Estás nerviosa?- preguntó Valentina cuando iban en la camioneta, al notar que la morena no dejaba de morderse las uñas.
-¿Se nota?- regresó la pregunta, y su rostro estaba contraído de preocupación.
-Sí, chiquita- le dio una dulce sonrisa- Pero no tienes que estarlo, Inés te va a adorar- acercó su rostro al de ella- Tienes ese poder de hacer que las demás personas te quieran sin siquiera intentarlo.
El rostro de Juliana se relajó en una sonrisa, y tomando con una de sus manos el rostro de la rubia, cerró el espacio para unir sus labios en un suave beso. Entonces aquel era el poder de Valentina, decir las palabras justas y en el momento perfecto.
-Gracias, Val- suspiró, y se acomodó nuevamente para recargar su cabeza en el hombro de su novia, al tiempo que le tomaba la mano- Mi sueño siempre ha sido estudiar diseño, y el conocer a alguien tan importante como Inés, que tiene tantos años de trayectoria, junto a su escuela. Es algo que me da mucha emoción, y que no quiero arruinar- la miró, y la mayor pudo ver el miedo en sus ojos.
-Entiendo, pero necesito que me escuches- se acomodó para que pudieran mirarse frente a frente- Eres súper talentosa, Juliana. La escuela te ayudará a mejorar detalles técnicos, y saber sobre historia de la moda, sí. Pero el talento y la dedicación la tienes tú, mi amor- sonrió con cariño- Todo irá bien. Sé que conseguirás entrar a la escuela de Inés, al ver tu talento no dudará en darte una beca. Y lo demás se irá dando solito.
Juliana suspiró, y le dio una sonrisa también.
-¿Estarás conmigo?
-Siempre.
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-¿Pacto?- estiró su meñique Juliana.
-Pacto- prometió, tomándolo con el suyo.
Llegaron en poco tiempo, y Valentina habló con la recepcionista para decirle que tenían cita con Inés, la chica verificó rápidamente, y las hizo pasar sin perder tiempo.
Juliana iba viendo todo con detalle, la escuela se veía muy bien, moderna y con varias aulas para todo tipo de confección de telas y diseños, lo cual notó gracias al nombre en las puertas. La rubia se sintió contenta al ver cómo los ojos de su novia brillaban al ver todo, y se prometió así misma que ayudaría en todo lo posible para que Juliana pudiera entrar ahí y hacer su sueño realidad.
Después de algunos minutos caminando por los pasillos, fue que llegaron a la oficina de Inés, ahí estaba quien Valentina reconoció como su asistente.
