1: "No, no es sólo un enamoramiento..."

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Valentina y Lucho estaban solos en casa de la rubia. Comúnmente así se encontraba la mansión, ya que Santiago estaba constantemente haciéndose cargo de algunas cosas del grupo Carvajal, mientras que Eva trataba de limpiar su imagen, y de arreglar las cosas con Mateo después del engaño.

En los últimos últimos meses, la ojiazul no pudo contar cuántas veces había tenido un tiempo de calidad con Lucho. Como pareja. No podía recordar cuál fue la última vez que estuvieron conectados, en la misma sintonía, y además ahora, tenía problemas más grandes...

Pensaba en Juliana todo el día, excepto cuando estaban juntas. Cada vez que Valentina trataba de hacer algo, ya sea con Lucho, o en la universidad, la morena aparecía en sus pensamientos. Eso la hacia sentir culpable debido a su "novio", y, de igual manera, tampoco era justo para Juliana.

Así que, esa tarde, Valentina le preguntó a Luis si podían hablar de algo. Estaban acurrucados en la cama de ella en silencio.

-Entonces...- comenzó él- ¿Qué era lo que querías decirme?

La rubia se sintió aliviada de que fuera el chico quien comenzara la conversación. Pero, de todos modos, se sentía mal. Y tratando de evitarse un ataque cardíaco, habló.

-Bueno... Necesito que me escuches, atentamente y con calma, ¿está bien?- pidió.

-De acuerdo. Dime...

-He estado... Preocupada por algo que está dándome vueltas en la cabeza- Lucho la miró confundido, pero la dejó hablar- Es como... Que tengo que resolverlo, y no sé por dónde empezar. Pero sí sé que tengo que lidiar con eso, y tengo que hacerlo sola.

Valentina hizo una larga pausa, así que el chico se sintió libre de hablar.

-No entiendo de qué estás hablando.

-Tengo sentimientos por alguien más, Lucho...- dijo con la voz quebrada, y finalmente lo miró, para descubrir cómo lo había tomado. Él simplemente tragó saliva- El problema es que... Tú sabes que te quiero, y mucho, y no quiero hacerte eso. Lastimarte. No puedo...- las lágrimas en sus ojos estaban a punto de salir.

Ambos se incorporaron, sentándose uno frente al otro.

-Tú...- se aclaró la garganta- ¿Quieres que terminemos?- preguntó, intentando sonar tranquilo.

-No... No lo sé... Pero no es justo para ti. Imagina tener una novia que tiene sentimientos por otra persona. Es una locura.

-Pero podemos arreglarlo- dijo él rápidamente- ¿O estoy haciendo algo mal?

-No no- se apresuró a responder y puso una mano en su mejilla- El problema no es contigo, ¿Ok? Soy yo. Tú eres un buen novio, que tiene una novia bastante confundida, y con una vida caótica.

-Vaya... Qué alentador- suspiró y miró al techo brevemente.

-Quiero decirte quién es...

-No, no es necesario- la cortó.

-Sí, sí lo es.

-No va a cambiar nada.

-Sí, Lucho. Te darás cuenta de que no es tu culpa.

-No es el chofer, ¿verdad?- preguntó preocupado, mirándola de nuevo.

-No- respondió Valentina con una pequeña sonrisa al recordar a su querido amigo Jacobo- ¡No! ¿Cómo crees que voy a tener sentimientos por él? Me lleva muchos años...

Lucho simplemente se encogió de hombros.

-¿Quién es entonces? ¿Lo conozco?

-No es él...- la rubia miró hacia abajo por un momento todavía con lágrimas en los ojos, y luego se obligó a verlo- Es ella...

Luis se quedó completamente en silencio, con una expresión en blanco. Miró al techo una vez más y luego, Valentina escuchó un murmullo.

-Es Juliana... ¿No?

-Sí... Juliana- respondió en el mismo tono- Dime algo, por favor- agregó después de unos minutos en silencio.

-No sé qué decir... No quiero perderte, Vale.

-Yo tampoco lo quería, pero cuando estoy contigo pienso en ella. Y cuando estoy con Juliana...- estaba a punto de llorar- ¡No lo sé! No sé por qué me está pasando esto. Y tú, te mereces algo mejor. Porque cada vez que estoy con ella es más difícil ocultar mis sentimientos. Y es como si te estuviera engañando.

-¿Algo pasó entre ustedes?

-No- aclaró rápidamente- Nunca te haría eso a ti, ni a nadie.

-Bueno, no eres una mala persona, Vale. Y... Quizá no lo esperabas, pero tal vez con algo de tiempo... Descubrirás lo que quieres.

La ojiazul estaba muy agradecida con él por no decir que sus sentimientos por Juliana desaparecerían en unas pocas semanas, como una parte de ella le quería hacer creer.

-Puedo esperarte. De verdad...- continuó Lucho mientras tomaba su mano.

-No puedo pedirte que hagas eso. No es justo para ti- le dio un apretón a su agarre.

-Sé que no me estás pidiendo nada. Pero yo quiero hacerlo. Te amo, y sigo siendo tu novio- eso fue todo lo que necesitó la rubia para que las lágrimas salieran- Quiero estar aquí para ti.

-Pero no puedo prometerte nada- dijo sollozando- No sé qué voy a decidir...

-Lo sé, lo sé. No voy a presionarte ni nada. Pero quizás... No lo sé, Valentina. ¿Tal vez solo sea un pequeño enamoramiento? ¿Un crush o algo así?- preguntó en voz baja, y con cierta esperanza.

-Sí, tal vez...- dijo intentando consolarlo, no podía lastimarlo más ese día.

Y una parte de ella estaba tan asustada... Porque no era sólo un enamoramiento, y tal vez si decía eso en voz alta, sería verdad. Se haría más real. Y no estaba lista para admitirlo.

Se sentía tan triste, y el hecho de que Lucho lo "entendiera", y de alguna manera lo tomara con calma, la hacía sentir aún peor.

-Gracias- dijo Valentina, tratando de sonreír- Por ser paciente y escuchar.

-No es tu culpa, Vale. No estoy brincando de felicidad, obviamente. Pero no es tu culpa. Y tienes que saber que no voy a renunciar a nosotros, hasta que me lo digas al menos.

-Está bien, pero por favor, no tengas esperanzas muy altas. Es complicado...

-Bien- asintió- Voy a intentarlo.

Se sonrieron tristemente el uno al otro mientras él quitaba las lágrimas casi secas del rostro de la rubia.

-Bueno, creo que te voy a dejar sola por el momento.

-Sí, gracias- lo miró directamente- ¿Vas a estar bien? Puedes quedarte aquí un rato...

-No, tranquila. Quiero caminar un poco- sonrió levemente.

La besó en la cabeza y luego salió de la habitación, cerrando la puerta con cuidado. Valentina suspiró y se llevó las manos a la cara. Sólo quería desaparecer y dejar de pensar.

Su teléfono sonó en aviso de un nuevo mensaje. La ojiazul lo tomó y cuando leyó el nombre... Sonrió de inmediato y al mismo tiempo se sintió culpable.

"Juls..."

No... Definitivamente no era sólo un enamoramiento.

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Muy bien... Aquí está el primer capítulo. Es un poquitín corto, pero ya más o menos van viendo cómo va la historia. Quise poner a un Lucho más accesible, y menos patán. Ya que siento que se reivindicó en la novela.

Aquí nos estamos leyendo... ☺️

Soulmates |Juliantina| |AU|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora