Soulmates |Juliantina| |AU|

7: "Avanzando..."

Después de romper con Lucho, Valentina se tomó un tiempo para estar sola. Estaba evitando a Juliana de nuevo. Pero lo bueno fue que la morena tampoco intentó visitarla. Hablaron un poco todos los días, pero nada más, y Valentina sospechó que la menor estaba entendiendo al darle algo de espacio. Por supuesto que no le contó sobre Lucho. Ella quería hacerlo de frente, no a través de mensajes. Pero no se había sentido lista hasta esa mañana.

De modo que, tomó su teléfono y buscó el chat de Juliana.

"¡Hey! ¿Quieres ir por un helado conmigo?"

Juliana le respondió casi de inmediato:

"Todavía no he desayunado".

"Yo tampoco..."

"Jaja... Ok, me convenciste".- Juls

"Te recojo en 15 ;)"

"Date prisa. ¡Tengo hambre!"- Juls

Valentina sonrió y se cambió rápidamente de ropa, se lavó los dientes y bajó las escaleras.

-El desayuno está listo, niña Valentina- le dijo Chivis con una sonrisa, justo cuando estaba pasando por fuera de la cocina.

No se había percatado de la presencia de Santiago y Eva, hasta que entró completamente, y los vio sentados. El castaño le sonrió mientras que su hermana intentó hacerlo, pero apartó rápidamente la mirada. No. Definitivamente esa no se parecía a la Eva de siempre.

-Ehh... Voy... Voy a salir- informó.

-¿Tan temprano?- frunció el ceño Chivis.

-¿A dónde vas?- preguntó suavemente Eva, casi parecía temerosa.

Tenían un tiempo ya sin verse después de todo lo sucedido, ambas habían estado metidas en sus propios asuntos, sin embargo, Eva se preocupaba por su hermana menor, y estaba decidida a recuperar su confianza, tanto la de ella como la de Santiago.

-Sí, ahora- miró primero a Silvina, y luego a Eva- Voy a recoger a Juliana.

-Por fin- intervino Santiago, sabía que su hermana no había visto a su amiga en casi dos semanas.

Valentina se sonrojó un poco pero siguió hablando, fingiendo que no había escuchado a su hermano. Eva solamente los miraba a ambos con una ceja arriba.

-Vamos a... Desayunar juntas.

-Está bien- asintió finalmente la mayor- Pásala bien, y saludas a Juliana de mi parte.

La rubia la miró como si tuviera dos cabezas, pero ella ya se había concentrado en su desayuno nuevamente. No era sorpresa que la ojiverde hace algunas semanas haya expresado su desagrado por Juliana, alegando que no era amistad para Valentina, lo cual rápidamente la menor había replicado y después de una acalorada discusión, tuvo que terminar aceptando que Valentina no dejaría de verla, por lo que ya después con todos los acontecimientos que sucedieron, no habían tocado el tema nuevamente.

Santiago y ella se miraron, y el castaño se encogió de hombros aunque tenía una pequeña sonrisa en su rostro. Ahí estaba parte del cambio en las actitudes de Eva, parecía haber aprendido de sus errores.

Valentina salió de la casa más rápido de lo habitual. Juliana la estaba esperando sentada afuera de su casa, en una pequeña banquita de cemento. La rubia sonrió mientras se estacionaba, no había visto a la menor en mucho tiempo, o al menos eso parecía. Juliana se veía increíble para ser tan temprano. Llevaba pantalones cortos, una chaqueta muy bonita, y su cabello suelto.