6: "Charla..."

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Llamó a la puerta y Santiago la dejó pasar.

-¿Qué haces?

-Estoy viendo...

-Algo aburrido- terminó de decir Valentina, y el castaño puso los ojos en blanco- ¿Puedo unirme?

-Sí, pero sólo si no hablas- bromeó.

Valentina rió suavemente y se recostó junto a él. Sin saber en qué momento, se quedó dormida después de algunos minutos. Todavía estaba triste por lo de Lucho y asustada por la situación de Juliana, pero ese día finalmente dejó de sentir ese enorme peso sobre sus hombros.

Santiago la miró y pudo ver lo cansada que estaba, no se había dado cuenta de que su hermana pequeña había estado aquellos días de caos sola, o no del todo, porque usualmente estaban ahí en la mansión Juliana o Lucho. Pero se veía decaída, cansada. Y el mayor sabía que se debían una buena conversación.

-Vale... Vale despierta- dijo en voz baja, ya cuando el programa que estaba viendo había terminado.

-¿Qué?- preguntó soñolienta.

-Ahora entiendo porqué no me estabas molestando- sonrió.

-Lo siento, Santi. No he dormido bien esta semana.

-Lo noté- asintió, y ambos se pusieron de frente, sentados en la cama- ¿Puedo saber por qué?

Valentina decidió decírselo. Tarde o temprano iba a averiguarlo, ¿verdad? Además, a Santiago le tenía mucha confianza, quizá algo más que a Eva.

-Porque... Terminé con Lucho- dijo en voz baja- Hoy.

-¿De verdad?- ella asintió, extrañada al verlo tan sorprendido- ¿Hizo algo malo? ¿Te hizo algo?

-No, no- aclaró rápidamente, y luego tomó un poco de aire- Yo... Me gusta otra persona.

Aún podía admitir en voz alta que estaba enamorada. Aunque sabía que era verdad, que ya se estaba haciendo real, una parte de ella seguía muy asustada.

-¿Alguien más?- pareció pensar un poco antes de decir lo siguiente- ¿Es... Juliana?

-¿Qué?- ahora se sorprendió ella- ¿Cómo supiste que era...?

-Parece ser una linda persona- dijo encogiéndose de hombros- Además, es con quién pasas más tiempo, mucho en realidad- la miró divertido.

-¿Tanto se nota?- preguntó, un poco asustada.

-¿Que te trae loquita? Algo- respondió sonriendo, pero se preocupó al ver un poco de pánico en los ojos de la rubia- ¿Qué sucede?

-Ella... Es una chica, Santi- soltó un suspiro- Estoy enamorada de una chica.

-Sí... ¿Y?

-¿No te importa que ella sea... Una mujer?- preguntó sorprendida ante la tranquilidad con la que reaccionó él.

-¿Por qué tendría que preocuparme?- la miró confundido- ¿A ti te preocupa?

-Ehh...-pensó en la respuesta- No se si realmente pueda llamarlo preocupación. O sea, no sabía que me gustaban las chicas. No las chicas si no...- suspiró nuevamente- Es un poco confuso. Pero, es Juliana... Nada de eso importa.

-Bueno pues ahí tienes tu respuesta- le tomó la mano y le dio un suave apretón- Tampoco me importa. Si es la persona que te tiene feliz, y contenta como te he visto los últimos meses, eso está bien para mí. Es lo más importante, hermanita.

Se quedaron en silencio unos segundos, sólo mirándose con pequeñas sonrisas.

-¿Realmente crees que está bien?

-- Santiago se encogió de hombros nuevamente- Tu felicidad siempre será primero. ¿Ella siente lo mismo?

-Sí, o al menos creo que sí- suspiró.

-¿Por qué la duda?

-No, no es duda. Es sólo que... Sigue siendo complicado. Hablamos y ambas sabemos que existen sentimientos, pero no hemos podido concretar nada. Apenas hoy terminé lo de Lucho, y no he hablado con ella sobre esto.

-Entiendo- asintió- Bueno, pues realmente espero que todo marche bien. Sabes que cuentas con mi apoyo.

-Lo sé, pero... ¿Y Eva?- se frotó la frente con su mano libre- Jamás lo va aceptar, Santi.

-No te preocupes por ella ahora. Tiene muchos asuntos que resolver, y además, con todo lo que pasó, Eva no está más en esa pose tan dura y fría. No sé si sea porque se siente culpable, pero tú tranquila. Además, sé que al igual que yo ella quiere que seas feliz, Vale- sonrió.

-Realmente lo espero- dijo en voz baja- Esto queda por ahora entre nosotros, hermanito. Porque no lo he hablado con nadie. Excepto Lucho.

-¿De verdad se lo dijiste?- la rubia asintió- ¿Y? ¿Se molestó?

-No... No estaba molesto. Más bien lo noté triste- bajó la cabeza- Y lo entiendo, sinceramente me habría gustado no hacerle daño.

-Hey, Vale- buscó su mirada- Uno no puede elegir de quién enamorarse- ella sonrió un poco, era la segunda vez en el día que escuchaba esa frase- Pero si podemos elegir hacer lo correcto. Eso fue lo que tú hiciste, y estoy orgulloso de ti por eso.

-Gracias- se acercó y ambos se fundieron en un cariñoso abrazo- Me hacía falta hablar contigo, me tenías muy abandonada.

-Lo siento- se disculpó cuando se separaron- Pero la situación en Grupo Carvajal ha sido complicada- suspiró- Tenemos que asegurarnos de que las cosas que hizo Eva no afecten a la empresa completamente, y hasta ahora, parece que no... Supongo que nuestra querida hermana al menos pensó bien qué cosas involucraría- rodó los ojos- Pero bueno, espero que en unas semanas más las cosas se asienten un poco.

-Ya verás que sí- ahora ella tomó su mano- Mientras tanto, también sabes que cuentas conmigo, cualquier cosa que necesites.

-Lo sé, hermanita- sonrió Santiago- Ahora ve a descansar, sí? Supongo que con todo esto has tenido días complicados.

-Sí, de hecho sí- asintió levantándose de la cama.

-Bien, y oye...- también se puso de pie- Tienes que hablar con Juliana, creo que tiene derecho a saber lo que sucedió y cómo te sientes.

-Lo haré, y espero que pueda ser pronto- el castaño asintió dándole otra sonrisa reconfortante- Buenas noches- le dió un beso en la mejilla y compartieron otro abrazo.

-Descansa Vale.

La rubia salió de la habitación, y mientras caminaba hacia la suya, pensaba en lo sencillo que había sido hablar con Santiago de la situación. Siempre supo que su hermano mayor era accesible y con una mente más abierta, pero no sabía a qué nivel, hasta ese momento.

Una parte de ella se tranquilizó, con Santi de su lado y apoyándola, las cosas serían más sencillas, sobre todo en el momento en el que tuviera que decírselo a Eva. Y sólo esperaba, que la mayor de los Carvajal no lo tomara de una mala manera, porque no sabía en qué podía terminar aquello...

Lo único que sabía con certeza, era que no permitiría que nada ni nadie la separara de Juliana... Lucharía contra lo que fuera para defender sus sentimientos, y sobre todo, lucharía por esa chica tan malditamente hermosa que no podía sacar de su cabeza, ni de su corazón...

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Bien, Santi ya lo sabe. ¿Qué pasará con Eva y las chicas?

Soulmates |Juliantina| |AU|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora