Más allá de los huesos

Trabajando juntos

- Richard Gold, un importante abogado; era especialista en divorcios de famosos.

- ¿Cómo puede ser que una persona con ese status acabe en el almacén de un colegio?

- De eso se encarga el FBI, nuestro trabajo es encontrar el lugar, la causa de la muerte y el arma homicida.- Brennan ha analizado los huesos mil veces, las estrías marcan heridas de bala pero no son mortales; decide volver al cráneo.

- Creo que acabo de encontrar la causa de la muerte, fuerte traumatismo en la parte occipital del cráneo. Yo diría que el objeto es largo y con el borde muy afilado.

- Muy bien Doctora Brennan, Ángela, ¿puedes buscar un objeto con esa descripción?

- Lo intentaré.

- ¿Y ahora qué?- Cam sale de la sala junto con su nueva antropóloga forense.

- Brennan, ¿por qué no te acercas al FBI y le cuentas a Seeley lo que acabas de descubrir?

- ¿Por qué tengo que hacerlo yo?

- ¿Está cuestionando mi autoridad Doctora? No olvide que soy su jefa, ahora por favor; Booth se alegrará de tener nuevas noticias.- con un largo suspiro Brennan sale del Jeffersonian para volver a ver su nuevo compañero.

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Temperance sale del ascensor topándose de frente con un muchacho más o menos de su edad, va bien vestido y no deja de sonreír, para Brennan, de una forma siniestra.

- Disculpe pero, me estás incomodando.

- Lo siento, no era mi intención; ¿eres nueva en la ciudad?

- ¿Por qué quieres saberlo? No te conozco de nada.- el joven estira su mano pero no obtiene el mismo gesto por parte de la chica.

- Soy Lance Sweets, psicólogo del FBI, hago perfiles de asesinos y víctimas.

- Yo soy la Doctora Temperance Brennan, trabajo en el Jeffersonian.

- ¿Tú eres Brennan?- Ésta no entiende la expresión del psicólogo, es una mezcla de alegría y preocupación.

- Tengo prisa Sweets, el agente Booth me está esperando.- éste pulsa el botón del ascensor.

- Ya lo creo que sí.- le guiña un ojo y desaparece por la puerta, Brennan decide olvidar lo que ha ocurrido; camina hasta el despacho dónde se encuentra a un niño rubio sentado en el sillón.

- Hola.- le dice el pequeño con una sonrisa, tiene una pelota de fútbol entre sus pies.

- Hola, ¿quién eres? Este lugar no es apropiado para un niño.

- Mi papá dice que no debo hablar con desconocidos.- el pequeño observa con detenimiento a la chica.- ¿eres la novia de mi papá?

- ¿Qué?- Pero Brennan se da cuenta de que la pregunta es en serio, en ese momento entra Booth con un zumo en la mano.

- ¡Huesos! ¿Qué haces aquí?- Su compañero le da el zumo al niño, la Doctora observa el gran parecido.

- Este pequeño, ¿es tu hijo?

- Sí, Parker, te presento a mi nueva compañera, la Doctora Temperance Brennan.

- Es un placer conocerte Parker.

- Dime, ¿a qué se debe tu visita?- Pero su compañera le echa una mirada, entonces Booth cae en la cuenta.

- Oye campeón, ¿quieres esperar me fuera? No tardaré.

- Vale papá.- Parker sale con su pelota, Booth se sienta en su silla.

- He encontrado la causa de la muerte, traumatismo en la parte occipital.

- Pero con un golpe así la víctima habría sangrado, ¿no?

- Exacto, no encontré restos en aquel almacén.

- No lo mataron allí, tenemos que volver al colegio e interrogar a todo el personal; empezando por el conserje.

- Oye Booth, ¿cuántos años tiene Parker? - El agente se esperaba esa pregunta.

- Cinco años, yo tengo treinta, así que calcula.

- ¿Lo tuviste con veinticinco?

- Sí, y si vas a preguntar por su madre; yo quise casarme con ella pero no estaba preparada, disfruto de Parker los fines de semana.

- Es muy guapo, tiene tu mandíbula y tus ojos.

- ¿Gracias? Ahora será mejor que me vaya con él, le prometí que iríamos al parque. ¿Te apuntas?

- Tengo trabajo que hacer.- Booth asiente, los tres salen del edificio, Brennan sube a su coche para ir a su apartamento; no es que no le gusten los niños, simplemente no sabe de qué hablar con ellos.