Más allá de los huesos

Algo inesperado

Esta vez sí que hay un salto temporal algo más grande que el anterior, pero muy poco. Puede que Os encontréis con alguna sorpresa. Gracias por vuestros comentarios :)

Cinco meses más tarde...

El invierno llega fuerte, la nieve ha cortado varias calles; quedan dos días para que empiecen las vacaciones y el trabajo se acumula.

- ¡Joder! Se me han congelado hasta las pestañas.- Ángela, que no se ha quitado la bufanda, entra quejándose al despacho de su amiga.

- Las pestañas no se pueden congelar, es antropológicamente imposible.- su amiga pone los ojos en blanco, se deshace del abrigo y los guantes.

- ¿Has avanzado con la víctima?

- Recuerda que han reducido los aparatos debido al mal tiempo, la reconstrucción me está llevando tiempo.

- Eso no es problema mío, Booth necesita cerrar el caso cuanto antes para pasar la Nochebuena con Parker.- Ángela está al corriente de lo que pasó entre ellos hace unos cinco meses, su amiga y el agente no han vuelto a hablar de ese tema.

- Pues lo siento pero estoy haciendo todo lo que puedo, ¿qué me dices de su ficha dental?- Su amiga niega con la cabeza.

- Tiene los dientes completamente destrozados yo diría que se los rompió al caerse por la ventana.

- El asesino lo quería bien muerto.- mientras las amigas hablan un guardia de seguridad entra al despacho de la antropóloga.

- Disculpen, Doctora Brennan hay un hombre que solicita hablar con usted.- intercambia una mirada con Ángela, no espera a nadie.

- Está bien, dile que pase.- Ángela se va a ver a Hodgins, se cruza con un hombre de unos sesenta años, pelo canoso, no muy alto.

- Buenos días Temperance, soy Max.- el saludo informal molesta a la Doctora, lo mira fijamente; esos ojos...

- ¡No puede ser! ¡¿Qué estás haciendo aquí?!- Brennan cierra la puerta y baja las persianas.

- Yo también me alegro de verte hija mía.- pero ésta da un paso hacia atrás.

- ¡Ah vale! ¿Ahora sí soy hija tuya? No lo era cuando tenía quince años y vi cómo os marchábais. No te lo volveré a preguntar, ¿para qué has venido? ¿Dinero?

- He venido a disculparme, ya sabes el motivo de nuestra huida.- el enfado y la ira aumentan por momentos pero Brennan tiene paciencia.

- ¡Claro que lo sé! Pero, ¿sabes por qué? Porque os busqué en los datos del FBI; erais unos farsantes, unos ladrones.

- Teníamos que protegerte, nos estaban buscando.

- ¿Y por qué no os entregásteis?- Max sonríe ante esa idea.

- No es nuestro estilo.

- ¿Qué no es...?- Eso es lo que le faltaba por escuchar.- Mira Max, sera mejor que te vayas, tengo mucho trabajo. Por cierto, ¿mamá no está contigo?- Su padre cambia por completo su rostro, saca una dirección de su bolsillo junto con un delfín.

- Ve a verla, después de esto no querrás volver a verme y lo entiendo. Sólo espero que puedas perdonarnos Tempi, siempre serás nuestra pequeña.- Max desaparece por la puerta, ¿por qué le ha dado el delfín de su madre? Coge la dirección y sale corriendo por la puerta

Media hora más tarde...

¿Seguro que Max no le engañó? Brennan ha acabado en la puerta del cementerio, decide inspeccionar. Se dirige a la zona nueva dónde las tumbas han sido colocadas hace unos pocos meses. Observa el nombre de las víctimas, algunas las conoce por haberlas tratado.

- Esto ha sido una pérdida de tiempo.- cuando Brennan se gira para volver se encuentra con una tumba cubierta por nieve; ¿está leyendo su apellido? Quita la nieve para ver el nombre, se lleva las manos a la boca para ahogar un grito.

- ¡No, no, no!- Se agacha para cerciorarse de que ha leído bien, Brennan rompe a llorar.

- ¿Por qué?- Es la primera vez que no sabe cómo actuar, ¿ver el nombre de su madre en una lápida? Brennan corre hacia su coche, conduce sin rumbo, tiene que alejarse de allí.

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Booth termina el odioso papeleo, se despide de sus compañeros. Al llegar a la puerta de su apartamento se encuentra con una mujer sentada y helada.

- ¿Bones? ¡Mierda! ¿Qué haces aquí con la que está cayendo?- Ésta no contesta, Booth la coge en brazos y la sube a su apartamento. Brennan está completamente congelada.

- Booth...yo...- no deja de tiritar, lo primero que hace Booth es llenar la bañera con agua caliente, Huesos tiene que recuperarse cuanto antes. Poco a poco va cogiendo color.

- ¿En qué estabas pensando? ¡Podrías haber cogido una pulmonía!- Enseguida se percata de que a su compañera le ocurre algo, no deja de llorar; se siente mal por haberle gritado.

- Bones, ¿qué pasa?- Han sido tantas las emociones...Ahora no puede hablar, su cuerpo necesita descansar.

- Está bien, hoy duermes aquí.