Primera impresión

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La joven camina algo perdida, ha tenido que preguntar varias veces la dirección ya que esa nueva ciudad es bastante grande.

- Gracias a dios.- susurra para ella al ver a un guardia de seguridad.

- Disculpe, ¿esto es el Instituto Jeffersonian?- El hombre de unos cuarenta y tantos años le observa de arriba abajo; le extraña ver una joven tan guapa en un sitio lleno de muerte.

- En efecto, ¿es usted nueva señorita?

- Pues resulta que sí, estoy buscando a la Doctora...- Brennan busca en su carpeta la carta que recibió de la jefa de ese edificio.

- A la Doctora Camille Saroyan, le llevaré a su despacho.- la joven sigue al amable guardia, se fija en el laboratorio, no puede evitar asombrarse.

Una mujer de tez oscura, el pelo recogido en una coleta y con una bata azul abre en canal a un abuelo que falleció debido a un paro cardíaco.

- ¿Doctora Saroyan?- Ésta levanta la cabeza para observar al guardia.

- Ya sé que no debo interrumpirle cuando está realizando una autopsia pero esta chica le busca.

- Buenos días Doctora Saroyan, soy Temperance Brennan; recibí un email citándome hoy a esta hora.

- Ya puede marcharse Leonard, gracias por haberla acompañado.- éste se despide para volver a su puesto, Brennan no aparta la mirada del cadáver.

- Has sido muy puntual, eso me gusta. Vamos a mi despacho, este hombre ya tiene la causa de la muerte.

La Doctora se asombra al ver a un hombre de unos treinta años, moreno, musculoso; lleva un traje y un cinturón bastante inusual.

- Seeley, ¿qué estás haciendo aquí? Odias este sitio.- El hombre ni se percata de la presencia de la nueva chica, parece bastante alterado.

- Han encontrado un esqueleto en el almacén de un colegio, hay que llevárselo de allí pero necesito a tu gente.

- Lo siento Seeley, ya sabes que los huesos no son lo mío.- la Doctora termina de rellenar unos papeles, coge una tarjeta de identificación.

- ¡Se me olvidaba! Booth, te presento a una joven brillante, la Doctora Temperance Brennan; una antropóloga forense muy buena.

- Encantada, espero poder estar a la altura de este lugar.- las miradas se cruzan, el tiempo se detiene.

- Soy el agente especial Seeley Booth y necesito a un forense para ese esqueleto.

- Perfecto, llévate a Brennan, no te decepcionará.- Booth observa a la joven, esos ojos azules le han hipnotizado.

- Me llevaré a Hodgins y a Ángela.

- Yo voy a ir preparando el laboratorio.

- Vámonos.- Brennan sigue a ese hombre, se detiene mientras él habla primero con un hombre pelirrojo y después con otra chica; probablemente de origen asiática.

- El colegio está algo apartado, nos espera un largo camino.- sólo se escucha los coches y la radio.

- Bueno, así que eres antropóloga forense, ¿cuántos años tienes?- Brennan le mira, ¿debe confiar en él? Es del FBI, seguro que no tardaría en buscarla.

- 25, sí lo sé, soy muy joven para tener un doctorado.

- No es que seas muy joven, mas bien eres muy inteligente.

- Vaya...gracias.

- Es lo que veo, ¿te has mudado aquí?

- Sí, vivo sola.- Booth observa de reojo a la chica, hay algo que le resulta familiar.

- Espera, tú escribiste un libro, ya decía yo que me sonabas de algo.- ésta se sonroja.

- ¿Lo has leído?

- ¿Bromeas? Me encantó, al parecer te gustan los crímenes.

- Me apasiona ese tema, quise plasmarlo en papel y ahora tengo dinero para aburrir.

- ¿En serio? Guau, no me acuerdo del título, ¿cómo era?

- Más allá de los huesos.

Más allá de los huesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora