Más allá de los huesos

Huesos

El sol hace horas que salió pero una persona se le adelantó, Brennan lleva en el laboratorio desde las seis de la mañana analizando cada hueso, desde el más grande hasta el más pequeño.

Hodgins observa a la Doctora, ésta lleva unos cascos puestos, la música le ayuda bastante. Cuando levanta la mirada se da cuenta del hombre que la observa.

-¡Joder! ¡Me has asustado!- Brennan apaga la música, se frota los ojos.

- ¿Has estado aquí toda la noche?

- ¿No piensas presentarte primero?- El hombre de unos treinta años, pelirrojo y con el pelo alborotado se acerca con una gran sonrisa.

- Perdona, soy el Doctor Jack Hodgins, mi trabajo consiste en analizar bichos, plantas, ya sabes.

- Un placer, yo soy...- pero el hombre se le adelanta.- La Doctora Temperance Brennan, leí su libro; el caso de la víctima en el lago ¿es cierto?

- Es posible, ¿por qué estás aquí tan pronto?

- Por la misma razón que tú, el trabajo nos llama. ¿Has conocido al resto del equipo?- Brennan decide dejar los huesos durante un rato, sale hacia su despacho.

- Ayer hablé con Ángela, parece simpática.

- Ángela es una mujer increíble, llevo detrás de ella desde hace tiempo pero no sé si le van los tíos como yo.

- ¿Inteligentes?

- Iba a decir guapos pero lo tuyo es más lógico. Siempre sale con musculosos e idiotas.- ninguno se ha dado cuenta de que los trabajadores empiezan a llegar, entre ellos Camille y Ángela.

- Buenos días, Brennan necesito hablar contigo.

- Ve, ha sido un placer haber hablado contigo.- Hodgins se marcha a su despacho.

- Doctora Brennan, ¿qué opina de los compañeros?- La confusión invade el cerebro de la recién llegada.

- Disculpe pero no entiendo qué es lo que quiere decir.

- Ya sabe un compañero, necesitas a alguien de fuera para contarle lo que vayas descubriendo.

- Sinceramente, no sé que responderle a eso, nunca he tenido un "compañero".

- Siempre hay una primera vez.

- Doctora Saroyan, ¿está hablando del agente Booth?

- ¡Vaya! No se le escapa una, me llamó para ofrecerse.- la idea de pasar todo el día con él le aterra y a la vez le gusta; pero no cree que sea conveniente, no después de lo que estuvo a punto de pasar.

- ¿Y si me niego?- Esa pregunta sorprende a su jefa, la cual abre los ojos hasta casi salirse de sus órbitas.

- No creo que pueda, Seeley es muy persistente; si se niega irá detrás de usted hasta que acepte.

- En ese caso...- hace una breve pausa, ¿por qué no? Así no estará sola, será raro después de pasar quince años escondida en la soledad; viviendo solo para trabajar.- Acepto, ¿qué debo hacer?

- Te sugiero que vayas al FBI y lo busques para darle la noticia.

- ¿Es necesario?- La mirada que recibe por parte de su jefa es más que suficiente para sacarla del despacho; Brennan maldice por lo bajo.

Una hora más tarde...

-¿Agente Booth? Aquí hay una chica que quiere verle.- Brennan aparece por la puerta no muy contenta, esa actitud divierte al agente.

- ¿Qué te hace tanta gracia?

- Tu cara, es divertida.

- ¿Por qué eres tan arrogante?

- ¿Y tú? ¿Por qué eres tan gruñona?

- Yo no soy gruñona, soy una persona seria, eso es todo.- Brennan se sienta, Booth le imita.

- ¿Por qué quieres ser mi compañero?

- Directa al grano, me gusta. Eres nueva en la ciudad, pensé que querrías tener a alguien de aquí para guiarte.

- He llegado sola, no me he perdido.- en realidad se equivocó de calle unas cuantas veces pero decide omitirlo.- ¿Qué te hace pensar que te necesito?

- Escucha Huesos, esta ciudad es muy peligrosa; hay personas que matan por diversión y...- Brennan le detiene con la mano.- ¡¿Qué me has llamado?!

- Huesos, me parece un mote gracioso debido a tu trabajo.

- Oye mira, me da igual si eres el mismísimo presidente, no me conoces; no puedes poner motes porque a ti te de la gana, ¿entiendes?

- Mira, no sé ni por qué me he molestado. Olvida lo de ser tu compañero.

- ¡Claro que lo voy a olvidar!- Ésta se levanta cabreada.- ¡Y a ti también!- Y dicho esto sale corriendo con las lágrimas cayendo por sus mejillas, se topa con un muchacho de su edad.

- ¿Estas bien?- Pero Brennan lo ignora, se mete al ascensor