Noche de Confesiones Harry Potter

9. La Noche de Ginny

Aquella misma noche se celebraría la Despedida de Soltera de Ginny, pero desgraciadamente La Madriguera se hallaba bastante llena de huéspedes con motivo de la boda. Tía Muriel, sus tíos Weasley, sus primos. Apenas cabían. Fleur había tenido que darle asilo a Hermione pues definitivamente no cabía en la casa. Ron había aprovechado y amablemente se había ofrecido a moverse también. ¿A quién le extraña?...

Lo triste era que su madre no podría ir, se había disculpado anticipadamente con ella. Pero Ginny no quería a ciertas primas ponzoñosas en su despedida de soltera pues seguramente irían a contarle a la Tía Muriel cualquier cosa que pasara ahí, y ésta es su vez sería capaz de ponerlo en El Profeta.

Y dado que tuvieron que hacerlo todo casi en secreto, su madre tendría que quedarse a cubrir las apariencias. Ella estaba nerviosa. Sabía que esas despedidas eran para hablar de cosas del matrimonio y cosas íntimas pero nunca había ido a una. Le habría gustado que estuviera su mamá. De cualquier manera, aunque ninguna de ellas lo hubiera hablado, Ginny sabía que su madre sospechaba que Harry y ella tenían relaciones. Su madre sabía que lo adoraba y que después de tanto problema habían terminado con ganas de entregarse. No le molestaba que su madre lo supiera, sentía que ella lo entendería.

Entonces, Luna había quedado de pasar por ella a las 8 de la noche para aparecerse juntas en casa de Tonks. Seguramente Hermione y Fleur también llegarían juntas; y Hanna y Parvati llegarían por su cuenta.

Un poco pasadas las 8, Ginny y Luna se aparecieron en casa de Tonks donde ya había casa llena. Ya estaban todas esperando a la festejada y cuando ésta llegó armaron un gran alboroto. Aplausos y gritos alegres.

"¡Bravo! ¡Eeehhh! ¡Llegó la novia, uhhhh!"

Hermione, quien no pudo dejar del todo ciertas costumbres muggles, le llevó un corsage(distintivo) con algo que parecía una hermosa flor, pero si te fijabas bien era una vagina y en vez de pistilo tenía pegado con silicón un pene en miniatura. A las demás chicas les pareció una estupenda idea para distinguir a la novia y además les encantó el diseño.

Rápidamente las cervezas de mantequilla empezaron a destaparse y a correr a las manos de todas, entre risas y saludos.

–Oh Ginny, ¡no puedo creer que ya te vayas a casar! – le dijo Hermione conmovida.

–¡Ni yooo! Estoy emocionada.

–Bueno, bueno; a ver ¿Ginny sabes a lo que vienes? – preguntó Tonks abriendo de lleno la conversación.

–Pues más o menos. Creo que me van a enseñar cosas de sexo y eso… ¿no?

–Algo así, algo así… - sonrió Tonks mirando con miradas cómplices a Fleur y Hermione.

–Dinos tú que tangto negcesitás que te enseñemos… - dijo Fleur sugerentemente.

Ginny se rió ligeramente ruborizada. –Bueno, siempre se pueden aprender cosas nuevas… jeje.

–Ohh, esog suegna a que llegamos tagde con las legciones, chicas.

–¡No! – dijo Hanna abriendo grandes ojos de manera incrédula. – ¿En serio?

–A ver, orden chicas. Primero lo primero. ¿Quiénes NO han ido nunca a una despedida de soltera de brujas?

–Yo, pero ya me explicaron todo, soy organizadora. – dijo Hermione sonriente.

–Y yo, mi familia es muy pequeña y ninguna amiga mía se ha casado. –comentó Hanna desanimadamente.

–Yo tampoco realmente. Tengo idea, he oído cosas y eso, pero… esta es mi primera vez. – dijo Ginny finalizando con una sonrisa pícara.