Capítulo 25, Parte II.

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Mientras tanto James...

-Date prisa Sabrina llegaremos tarde.-grito él desde la sala, mientras esperaba a su novia. Estaba desesperado odiaba esperar y también odiaba llegar tarde. Eran las 8 e iban 20 minutos tarde a la cena de beneficencia. Su amigo Andrew lo había invitado y el acepto. Tenía ya media hora esperando a Sabrina se estaba impacientando. Se sentó en el sofá y luego se paró de este a beber algo de Whiskey.

Mientras lo hacía pensaba. Fui tan idiota. Desde que llamo a ______ y colgó se sentía así. Un tonto. Por llamar y luego colgar. Pero solo llamo por inercia, no era lo que quería hacer realmente. Solo quería una explicación. No hacer un motín dé televisión en vivo. Luego de cortar la llamada lloro como un niño. Había perdido su bebe. _____ había llevado por 5 meses una criaturita suya un pedacito de él y de ella fruto de su amor. De su última noche juntos. Y luego pensó y se pregunto ¿si no lo hubiese perdido y llegaba a nacer que habría pasado con ellos dos? ¿Me hubiese dicho de mi hijo o no? no tenia respuestas para esas dos preguntas. Se dijo, pero lo que si sabía con certeza era de que estaría con ella siempre si se hubiese dado.

-¿Por qué lloras James?-pregunto Sabrina llegando a su lado.

-¿Qué?-pregunto el castaño.-no estoy llorando.-dijo dándole la espalda y limpiando su cara. ¿Cuando había salido esas rebeldes? Se pregunto Pensando.

-James. ¿Qué pasa? Tienes varios días extraño. Lloras y dices que no. te la pasas pensado en no sé qué.-hablo Sabrina preocupada. ¿Qué le estará pasando? Pensó ella. El negó y salió del mini bar.

-No pasa nada. Vámonos.-hablo serio y molesto a la vez. Entraron en la gran limosina y esta emprendió viaje.- pasaremos por Linux y Camelia.-le informo a Sabrina, esta asintió.

-¿Te gusto mi vestido?-pregunto Sabrina sonriente.

-Eh... si está ahí.-dijo un James distraído.

-¿Cuál es tu problema? James. Háblame ¿qué ha cambiado? dime. Estas diferente.-le reprocho su novia y él pensó. Ni yo lo sé.

-No lo sé. ¿Por qué siempre me preguntas los mismo? No has considerado la idea de que tal vez, solo tal vez este jodidamente estresado.-grito James. Y callo.-lo siento. Si, no quiero que pelemos. No es lo que quiero yo...-y callo, no se habían dado cuenta de que el chofer había parado y en ese momento abría la puerta para que Camelia la cita de Linux y este entraran a la limosina.

-Hola.-saludo Linux a James y a Sabrina. -Están geniales.-dijo este sentándose.

-Gracias ustedes igual.-dijo Sabrina y nadie hablo mas hasta llegar.

***
-James... mira todo esto... esta increíble.-le hablo Sabrina ya cuando tenían unos minutos en el lugar. James miro el alrededor en verdad todo estaba increíblemente bien. Y dudaba que algunas de las fiestas a las que había ido estuvieran como esa. Lo tenía todo. Área de confort para las que querían reunirse a hablar a la vista de todo, y para los que quería privacidad sin que la música los molestara. Música increíble en vivo, pista de baile. Personas que cada segundo pasan por tu lado preguntándote que querías de tomar o algún aperitivo en especial. Y un sin número de comodidades y pensó. Increíble lo que ha hecho Andrew.

-Sí. Esta increíble.-hablo mirando a su novia.

-Ya lo creo Dinero.-llego su amigo Andrew. James rió. Dinero era como le llamaba Andrew. – Obra de una menta maestra.-hablo el pelirrojo hablando de sí mismo.-Y el menú que prepare te fascinara.-hablo.

-¿Menú?-pregunto Linux. Andrew asintió.- viejo te luciste, porque según recuerdo a la ultima que fuimos nos sirvieron a todos lo mismo. Con un maldito vino barato pagamos 1000 dólares por plato.

-Bueno. En esta tenemos al menos 100 vinos de tu elección.-dijo mientras arreglaba su melena engrasada.

-Genial. Espero que me sigas sorprendiendo según valla avanzando la noche.-hablo James sonriente.

Deseo, Sexo y Juegos a Ciegas ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora