Capítulo 32, Parte I.

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James's POV.

-¿La besaste?-le grito Linux a su amigo mientras daba vueltas en su oficina. James solo asintió.-Wow. Te lo dije.-hablo su amigo mirándolo burlón.-aun la quieres, pero por más despiadado que sea no le hagas esto a Sabrina. Déjala si lo que quieres es volver con _______.
-No quiero volver con ella.-espeto molesto el castaño. Su amigo le miro surcando una ceja.-no. no quiero solo quiero vengarme.
-Sí, y mientras lo haces esa la forma más tonta de caer enamorada nueva vez, aunque yo creo que nunca has dejado de estarlo. Solo estaba durmiendo ese sentimiento.-aclaro su amigo. James movió su labio en desaprobación.
-No, no caeré ya lo veras. Te mostrare que puedo manejar esto, y ella quedara enganchada a mí.-dijo y dio por terminando la conversación.

Ese día tenía una rueda de prensa por su compaña de alimentación e iluminación de barrios sin muchos recursos en pueblos subdesarrollados.
Nunca había tenido tantos bombardeos de preguntas tan tontas como las que tuvo en ese día. ¿Qué paso con la prensa inteligente? Se pregunto mientas caminaba con sus gorilas a su limosina.
Paro en una florería y mando a Alan a comprar lotos blancos. Luego los mando al apartamento de ______. Cada movimiento tenía que ser bien calculado. Sin errores. Volvió a su oficina y trabajo en algunos asuntos.


-Señor Maslow.-hablo su secretaria James negó con la cabeza dejando claro que no podía atender a nadie.-es sobre su hermana.-hablo. Inmediatamente James levanto la vista. ¿En que líos se ha metido esta niña ahora? Se pregunto James.
-¿Qué ha pasado?-pregunto molesto.
-Dígale que estoy aquí.-se escucho. James se levanto de su asiento y detrás de su secretaria vio a su hermana menor.
-Jazmín.-hablo James con voz severa.- ¿Qué haces aquí? Deberías estar en el internado.
-Me escape como muchas otras veces, James.-dijo la chica llegando a su lado.
-¿Qué quieres?-pregunto. Quería a su hermana, pero no podía cuidarse bien el mismo ¿Cómo podía cuidar de ella? así que la tenía en un internado para señoritas el cual no era muy seguro para la astucia de su hermana de 10 años que ya era toda una pilla cuando se trataba de escapar de su casa o mejor dicho la cárcel como le decía ella.
-Quería verte.-dijo la chiquilla acercándose a James para abrazarlo.
-Te he dicho que no salgas. No he tenido tiempo de ir a verte en estos días pero iba a sacarlo.-dijo el chico correspondiendo el abrazo.- ¿Cómo es que siempre logras salir?-pregunto.
-No te diré James.-dijo la chica.-tengo hambre.-hablo la niña mirándolo.
-Sí, ya lo sé. Y seguro no es de comida sana.-dijo James cogiendo su americana del perchero y colocándosela para salir con ella.- Llama al internado y diles que tengo a Jazmín.-dijo James saliendo de la mano de su hermana.
-Hola Alan. Grandote.-saludo Jazmín a los guardaespaldas de James. Ellos solo sonrieron.
-¿A dónde quieres ir?-pregunto James mientras cancelaba las citas que tenía previstas.
-Quiero ir a un restaurant caro. ¿No ves como estoy vestida?-pregunto la chica enseñándole el hermoso vestido rosa que llevaba con unos hermosos zapatos con medio tacón, plateados.
-Bien. Veré que hago.-dijo James riendo.- Estas hermosa.-le dijo y beso su mejilla.
-Gracias. Tú tampoco te quedas atrás. Por cierto Amanda te manda saludos.-dijo la chica riendo como lo que era una niña risueña. James rodo lo ojos. Amanda era una chica del internado de algunos 15 o tal vez 16 años que se había encaprichado con él.
-Uhmm.-dijo pasando su dedo por el labio inferior.-ok.
-¿No piensas mandarle saludos devuelta?-pregunto golpeándole.
-Princesa si lo hago sería darle esperanzas a esa chica.-dijo pasando su mano por los lacios cabellos de su hermanita.
-Sí. Y no queremos eso.-dijo rodando los ojos como James lo había hecho.
-Eres inteligente.-dijo James alagándola. Ella sonrió mostrando todos sus perfectos dientes. El la miro y vio la viva imagen de su madre en la pequeña niña. Sonrió con tristeza.-Ya veo porque logras escapar. ¿No te da miedo salir sola por las calles?-pregunto. Ella negó.
-No... algo en realidad, pero me reconforta saber que siempre estás en tu oficina y que estando contigo estaré más segura.-dijo. Y no espero que Alan abriera la puerta y salió entrando al restauran por la puerta giratoria de cristal. James no había hecho ninguna reservación así que tuvo que esperar solo unos segundos. Cuando dio su nombre y pidió una mesa le buscaron una inmediatamente.
-¿Qué ordenaras?-pregunto Jazmín cuando había visto el menú nada le llamaba la atención en lo absoluto. Y no entendía los raros nombres que veía en la cartelera de elección. El camarero los miraba expectantes esperando su orden.
-No pediré entrada quiero la Ternera de chal en salsa bechamel de vino, calabacines rellenos y judías verdes al vapor.-dijo este cerrando la carta. Vio a su hermanita como hacía gestos de asco. La miro severo eh iba a reprochar su actitud, pero no lo hizo al fin de cuentas ella era solo una niña.
-No sé que elegir.-dijo. James le hizo una señal al camarero de que se fuera y volviera luego. Este con una reverencia se alejo. James se disponía a hablar cuando vio entrar por donde él lo había hecho a una hermosa castaña de pelo largo, ojos vivos y piel como la azúcar morena, entrar. Lo dejo sin respiración. Vestía una falda tuvo negra ajustada a sus curvas, una camisa en lino negra y unos tacones negros. Se veía como una secretaria sexy. Peligrosa. Pensó él. Jazmín le hablo a James y el verlo estupefacto dirigió si mirada a donde él lo hacía y vio a una mujer hermosa. Que hablaba con un moreno. muy lindo. Pensó la niña. La mujer hermosa no les miraba solo caminaba por los pasillos mirando su IPad y asintiendo a lo que sea que le estuviera diciendo el moreno. La mujer hermosa sonrió y Jazmín la reconoció.

Deseo, Sexo y Juegos a Ciegas ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora