Capítulo XVIII

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¡Hey, hola! Les dejo la canción I'd Rather Burn, de Blackbriar, para que escuchen mientras leen. ¡Que lo disfruten!


     No tengo idea de qué es lo que Vadim quiere de mí, ni cómo diablos fue que llegué a este lugar. Lo único que sé es que abrí los ojos hace un rato, y estaba en este maldito catre de metal. No tengo idea de cómo fue que terminé con el golpe que duele demasiado en mi boca. Aún puedo sentir el sabor de la sangre. Mi nariz también está sangrando y hay golpes en mi cabeza y en mis costillas.

Mis nudillos también terminaron bastante adoloridos y ensangrentados después de que intenté romper esa maldita puerta de cristal. No pude hacerlo, así que en este momento sólo me queda esperar que mi plan dé resultados. No puedo ver nada más afuera de este lugar, a excepción de un pastillo oscuro. Tampoco puedo escuchar nada.

Lo único que realmente me preocuparía en este momento es saber que Nekrozma de alguna forma puede leer mis pensamientos.

¿Cuánto tiempo se supone que tengo que esperar? ¿Qué se supone que tengo que hacer para salir de aquí? No tengo nada que pueda ayudarme. No me sorprendería que esa puerta se defienda de alguna manera si logro hacerle algún daño.

Tengo que salir de aquí.

Tengo que encontrar a Diamond.

Tengo que salvar a mis Pokemon.

Tengo que salvar a Kyle, Victoria, Lynda, y a los demás.

Piensa, Sheryl. ¿Qué puedes hacer? ¿Qué armas tienes en tus manos, además de la paciencia? ¿Cómo mierda fue que llegué aquí? Puedo entender que Vadim quiere tenerme aquí el tiempo suficiente para que Mewtwo aparezca y él pueda atraparlo, pero... Creo que puedo estar segura de que hay algo más. ¿Qué es? ¿Qué es lo que no estoy viendo? Además de su ambición... Me tiene aquí por algo más. Si sólo me quisiera por Mewtwo y por los otros Dioses Legendarios, sin duda me tendría siempre cerca de él. Me habría amenazado de alguna manera...

Creo que hay sólo dos opciones que son mucho más lógicas que cualquier otra.

La primera, que hay algo que Vadim está ocultando.

La segunda, que en realidad en este momento yo no soy más que una herramienta para él, para algo que va mucho más allá de los Dioses Legendarios. Que no soy más que alguien a quien él pretende usar para mantener a raya a los demás.

¿Dónde está Cunningham? ¿Por qué ese idiota no pudo ver que esto pasaría?

No puedo creer que... tal vez... yo misma me dejé engañar...

Mierda...

Tengo que salir de aquí.

La luz del pasillo se ha encendido.

Es hora.

Sabía que tarde o temprano tendrían que venir si destruía las cámaras de seguridad.

Dos rusos vienen a mi celda. Están armados y pretenden intimidarme, como si con eso bastara. El más idiota es el que considera que puede simplemente sujetarme y esperar que no opondré resistencia. Un par de golpes, forcejeos... Realmente no importa que esa bala perdida pase demasiado cerca de mi oreja. Ya después podré preocuparme por el zumbido que queda en mi oído, y que no desaparece de inmediato. Tengo el control del arma, y un cadáver yace junto a mí. El otro sujeto me toma por el cabello e intenta someterme llamando a un imponente Scolipede.

—¿Qué pasa? ¿No tienes los pantalones para pelear por ti mismo?

Los forcejeos se vuelven mucho más difíciles cuando Scolipede pretende unirse a la lucha. Realmente no me importa que no le haya disparado una sola bala. Tampoco me importa lo que pueda pasar ahora que tengo ese aguijón en mi brazo. Un par de disparos más bastan para deshacerme del otro sujeto, antes de que pueda llamar a otro Pokemon. Su Pokebola cae al suelo, igual que él. La sangre está empezando a encharcarse.

Pokemon Re-Start II: SuplicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora