Rituales de Apareamiento & Sterek

(Cena con el Sheriff)

Desafortunadamente la carrera del Laberinto se suspende por causas de fuerza mayor, ya que una gran tormenta eléctrica está entrando hoy por la costa este de California, directo hacia Beacon Hill's. Se reprograma para el día Lunes. Con todo lo que está pasando me había olvidado intencionalmente de la petición de mi padre de invitar a Derek a cenar, es mi costumbre olvidarme de los problemas hasta que estos desaparecen o literalmente me explotan en la cara. Había tenido siete días para pedirle a mi sourwolf que viniera a cenar con nosotros; pero no lo había hecho. Siendo realista debería haber ido a contarle a Derek la solicitud de mi padre, una vez que empezamos a mandarnos mensajes de texto y no esperarme dos días antes para pedírselo. Después de reunir el valor necesario le explique a Derek por mensajes de texto que mi padre quería tenerlo en la cena el domingo, que quería saber si me mantendría seguro y esa mierda. Y después de todo el esfuerzo que requirió decírselo el respondió con un simple "ok". ¿Qué demonios significaba eso?

Totalmente no era la respuesta correcta en absoluto. Porque fue una cena con el Sheriff del condado de Beacon Hill's. Se requería más que un poco de valor para afrontarla y un simple ok no era una respuesta aceptable. Derek no tenía ni un poco de ansiedad, y eso significaba que no estaba entendiendo la gravedad de la situación. Pase todo el día del sábado y parte del domingo al borde de un colapso nervioso. Gracias a Dios existían los videojuegos que es una forma perfecta de distracción. Lo único que evito que me diera un ataque de pánico fue saber que Derek estaría pronto aquí en mi casa. Aunque la cena aún no estaba lista al cien por cien.

-Estas enloqueciendo -dice mi padre con diversión desde algún lugar detrás de mí. Me vuelvo hacia él solo para rodar los ojos, antes de inclinarme frente al horno y comprobar las patatas que tenía cociéndose en el horno. -No puedo imaginar porque pensarías eso... -dije sarcásticamente, apretando cada papa envuelta en papel aluminio con un guante cubierto. Una vez que compruebo que todo está en orden me enderezo y cierro el horno, arrojando los guantes a un lado antes de arrastrarme delante de la estufa. -Además del  hecho de que estas cocinando carne roja, tratando de ponerme de buen humor y que no asuste demasiado a un cierto hombre lobo... -dice él de manera casual recargándose en el marco de la puerta.

-Te odio. -le murmuro mirándolo fijamente, pero sin resentimiento real detrás de mis palabras. El resopla con los brazos cruzados sobre su camisa del uniforme de Sheriff puesta, es obvio que lo hizo a propósito. Mientras tanto yo había agonizado durante una buena hora, sobre que ponerme antes de decidirme por una camisa de botones blanca y un pantalón caqui. -No, no lo haces. -me dice mi padre divertido con la sonrisa bailando en sus ojos. Asentí apaciblemente con los ojos enfocados en la sartén enfrente de mí, volteando los filetes para que se cocieran bien. Milagrosamente mi padre me dejo solo en la cocina con mis pensamientos, limpie las salpicaduras de la estufa y tuve cuidado con el sartén aun en el quemador. Rodee la barra de la cocina y tire la toalla de papel a la basura, antes de darme cuenta de lo que estaba haciendo.

La limpieza excesiva, la insistencia en que todo se vea perfecto y que la comida tenga un sabor exquisito; no solo estaba tratando de asegurarme que la cena fuera sin problemas, no, estaba tratando de impresionar a un hombre lobo, demostrando lo buen compañero que podía ser. Yo siempre había pensado menos de los humanos que se arrastraban, y actuaban de manera sumisa y humilde alrededor de los hombres lobo. Sin embargo debido a mi comportamiento de esta noche, ¿yo estaba actuando igual que ellos? Ciertamente quería que Derek me sometiera; pero solo él, y admitir que me gustaría entregarme tan profundamente a una persona, a un hombre lobo ni más ni menos, me hacía sentir vulnerable. Además por muy inútil e inservible que me sea el pensamiento también me gustaría ser capaz de llevar a sus cachorros en mi vientre, lo había pensado demasiadas veces desde el primer momento, era una idea que se había clavado en mí; incluso llegue a soñar con ello. Mierda.