Conociendo la ciudad

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Draco se despertó de golpe, estaba sudando para su sorpresa. Sintió mojada la almohada, se tocó el cabello, estaba empapado en sudor. ¿Porque había sudado tanto? Nunca le sucedía. Con un poco de confusión se levantó de la cama y se dirigió a su ventana. Vio como el sol recién salía y las nubes trataban de impedirlo. Tal vez estuviera nublado el día de hoy, abrió la ventana pero cerró su cortina, no quería que lo vieran desnudo o algo. Tomo unas toallas y se metió a la ducha.

Quería quitarse el exceso de sudor, seguía pensando porque había sudado tanto. Tal vez era el hecho de todo lo que había sucedido, no quería aceptarlo, pero no lo estaba llevando bien, apenas podía manejarlo.

Las gotas de agua caían sobre su cuerpo, pronto la espuma del jabón comenzó a cubrir tanto su cabello como su cuerpo, el agua mojaba la cortina de baño que tenían. Cuando comenzó a enjuagarse lo tomó por sorpresa que la puerta se abriera, pero estaba seguro de que era Harry, él siempre se despertaba 10 minutos después que Draco.

-¡Oh lo siento no sabía que estaba ocupado!-. La voz de Granger, lo hizo quedarse estático en su lugar.

Y con eso la puerta se cerró nuevamente, Draco se quitó el agua del rostro y suspiró. Que difícil era todo. Siguió duchandose y 5 minutos después salió con la toalla amarrada en la cintura. Cerró la puerta y vio a Hermione recargada en su puerta.

-Buenos días-. Saludó Hermione, incorporándose.- Disculpa lo de hace rato, no escuche el ruido del agua.

-No te preocupes-. Murmuró.

Draco se acercó a su puerta, quedando enfrente de la chica, está lo miro de forma discreta, de arriba a abajo. El chico estaba más que incómodo, nada era igual, y le dolía. Estiró su brazo, rozando un poco el de Hermione y giro el pomo de su puerta.

-Lo siento-. Se disculpó, pues necesitaba que la rubia se quitará de ahí para que él pudiera entrar.

-Oh, claro-. Hermione se hizo a un lado y se llevó un mechón detrás de su oreja.- ¿Puedo usar su baño?

-Claro.

Escuchó que la chica susurraba un: "Gracias" y entraba al baño. Draco notó que ella llevaba una bata color roja puesta. Sin más el entró a su habitación y comenzó a vestirse, le esperaba un día pesado.

Cuando estuvo listo salió de su habitación, viendo a Harry tomando una taza de café en la encimera de la cocina, mientras leía el periódico. Traía el pelo algo alborotado, usaba sus típicos trajes para el trabajo y sus lentes. Draco siempre había opinado que Harry se veía particularmente divertido y algo atractivo.

-Hey-. Saludó mientras se servía un poco de café.

Decidió no llenarse la taza pues sabía que Hermione amaba el café.

-¡Buenos días!-. Harry alejó el períodico-. ¿Como dormiste?

-Bien-. Respondió bebiendo un poco de su café-. ¿Que hiciste de desayunar?

-Nada-. Dijo el azabache, encogiendose de hombros.

Draco lo miro con el ceño fruncido.

-¿Y que desayunaremos?

Harry iba a hablar, pero la voz de Hermione se hizo presente, Draco dirigió su vista hacia ella. Venía hacia la cocina, ya estaba vestida, traía unos lindos jeans azul rey con una blusa de tirantes blanca.

-Si quieren yo les hago el desayuno, amo cocinar y Harry lo sabe-. Dijo mientras le daba un beso en los labios a su novio.

Draco sabía que estaba en todo su derecho, pero dentro de él, se le hacía repugnante. Decidió beber más de su café y evitar ver a la pareja.

Punto Y Aparte | DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora