//Después de unos tragos//

7.9K 393 255
                                    

¿Qué tal amig@s? Gusto en estar con ustedes de nuevo 😊

Como siempre, empiecen la canción cuando vean los corazoncitos 💕💕💕

________________________________________

Las cervezas llegan y llegan a su mesa como si no existiera un mañana. Él bebe y bebe sin detenerse, ni siquiera le importa qué le llegue a ocurrir por pasarse de tragos. Si lo secuestran, lo torturan o lo matan, no le importa. Sólo quiere beber hasta perder el conocimiento.

Toma el último trago de su cerveza y pide otra. Él no estaría aquí de no ser porque ya está harto. Harto de que todo lo que él ama se lo arrebaten o se vaya y lo deje a él con el corazón roto. Ya no quiere sufrir y se ha prometido no volver a dar su corazón a nadie.

Está cansado de las mentiras y de las cosas a medias, está harto de valorar y que a él no lo valoren. Obviamente todo esto tiene un nombre, ese nombre que gimió por varias noches, ese nombre que pensó llevaría su apellido y ahora ya no está. Ese nombre que no quiere volver a recordar porque sólo ese hecho le causa un gran dolor en su pecho.

Catherine.

Ese nombre no quiere ni verlo en pintura. Ella es la causa de que esté aquí.

Steve creyó que ella era la indicada para poder formar un familia y sentar cabeza al fin, pero resultó que ella no tenía tiempo para él, sólo para sus misiones a quién sabe dónde y él quedaba a un lado.

Y lo que pasó hoy en la mañana fue la gota que derramó el vaso.

Él regresaba a su casa de un caso que duró toda la noche y lo único que quería era encontrar a su futura prometida para consentirlo. Porque eso iba a ser, su futura prometida. Él ya había comprado el anillo, todo estaba listo para esta noche: Le pediría matrimonio y el resto no hace falta decirlo. Pero cuando llegó, lo que encontró fue a Catherine fuera de su casa con sus maletas esperando un taxi.

Discutieron fuerte, Steve incluso se arrodilló frente a ella pidiéndole matrimonio para que se quedara como un último recurso, pero ella sólo dijo una cosa:

– ¿Yo? ¿Tu esposa? ¡Ja! Primero muerta.

Tomó sus maletas y se fue. Las lágrimas lo traicionaron y simplemente lloró.

Ahora se arrepiente de haberla conocido, de haberla llevado a su cama, de haber visto un futuro a su lado... Se arrepiente de haberse enamorado de ella.

Los tragos no paran de llegar y el alcohol está empezando a hacer efecto en él. Se ríe de cualquier cosa y le coquetea a la primer mujer que le echa el ojo aunque todas estas son simples ofrecidas, pero no es algo que le interese ahora. Quiere divertirse, quiere olvidar, quiere sentirse bien de nuevo, pero esta vez no pondrá su corazón de por medio.

Su vista un poco emborronada se pasea por la barra y bruscamente se detiene. Sentado de lado en una de las butacas frente a la barra está un pequeño hombrecito rubio que jamás había visto por aquí y es que Steve conoce bien estos lugares. Está tomando una cerveza con toda la calma del mundo.

Steve se siente un poco extraño, jamás se había sentido atraído por un hombre, sin embargo este le resulta un tanto interesante. Además, es bueno salir de lo cotidiano y probar algo nuevo. Lo mejor de todo esto es que parece estar solo.

Sin más rodeos, le da el último trago a su cerveza y se levanta para dirigirse hacia ese hombrecito. Llega y se sienta en una butaca a su lado, el rubio parece estar con la mente en otro lado pues no se ha movido. Pide una cerveza y le da un trago.

– ¿Aburrido?

Su pregunta hace que el pequeño hombrecito levante la mirada que mantenía perdida en el piso y Steve queda sorprendido al ver sus ojos, tanto que cree que está hechizado. Sus ojos son azules como las aguas de Hawaii, hermosos, pero estos parecen un poco tristes, como si estos tuvieran nubes negras de tormenta.

One Shots - McDannoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora