//Versatilidad//

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– No –. Dice el comandante por enésima vez.

Sentado en su oficina con los brazos cruzados, ve a su adorado novio frente a él quien no para de repetir lo mismo una y otra vez. Ya habían hablado de esto a lo que Steve siempre decía no, pero Danny no hacía caso.

– Vamos, Steeeve... – Arrastra la última sílaba haciendo un puchero –. Sólo será esta vez.

Las manos de Danny están sobre el escritorio de Steve, su cuerpo inclinado hacia adelante en un intento de parecer tierno. Steve se mantiene serio mientras lo ve fijamente.

– Danno... – Se levanta pero el mencionado lo interrumpe.

– Por favorrr... – Se acerca hasta él para juguetear con el cuello de su camisa acercándose a su oído para hablar con voz seductora –. No te vas a arrepentir.

Las manos de Steve toman vida propia y se encierran en el gran trasero de Danny quién se estremece al tacto. Hace oídos sordos a las palabras del rubio para evitar hablar al respecto.

– Te puedo hacer mío aquí si quisiera, y lo sabes –. Masajea los suaves glúteos del contrario quien jadea por el contacto.

– Vamos, Steve –. Danny intenta despejar su mente de la lujuria a la que lo está arrastrando su novio apretando su camisa color vino –. Sólo esta vez.

Lo mira suplicante y el otro libera un suspiro.

– No te vas a cansar, ¿verdad? – Ante la pregunta, el otro niega con una sonrisa –. Está bien –. La sonrisa de Danny se agranda por haber ganado –. Sólo porque eres tú.

Se dan un beso y Danny sale disparado del lugar antes de que al animal de su novio se le ocurra tener sexo en la oficina con sus compañeros andando por ahí.

~...~

Así como llegó, así se fue el caso que se les había asignado. Ya era de noche, las pequeñas estrellas brillando desde lejos adornando el oscuro cielo, la luna en su punto más alto brillaba dando un hermoso espectáculo sobre la playa privada de Steve.

Habían ocupado la tarde para estar con la pequeña Grace. Cuando le dieron la noticia ella saltó de alegría al saber que ahora tendría dos papás: Danno y papá Steve. Al seal casi le da un infarto cuando la escucho llamarlo así.

Se había ganado el cariño de esa niña y eso junto con el amor de su Danno, era todo para él.

Luego de eso, unas cervezas y un programa de TV se escuchaba genial para relajarse pero todo eso se quedó a medias cuando Danny se sentó sobre Steve deseando que lo llevara a la cama.

Ahora están sin ropa, que quién sabe a qué horas desapareció. Sus cuerpos desnudos y acalorados por el placer. Aunque esta vez será diferente.

Esta vez Danny quiere estar arriba, pero no para montar el enorme amigo de su novio. No. Él quiere enterrarse en el seal, cosa que al principio a Steve no le gustó, pero sólo sería una vez después de todo... Y sería Danny. No había problema en ello.

Steve se deja caer sobre el colchón aún con los labios unidos a los de Danny en un beso fogoso y apasionado. El más bajo se abre camino entre las piernas del comandante que recibe gustoso a su amado rubio.

Danny toma el pote de lubricante guardado en uno de los cajones de la mesa de noche y se unta dos dedos, los cuales lleva a la entrada de Steve. Primero un dedo y luego el otro dilatando su entrada. El castaño hace un esfuerzo sobrehumano para no gemir, se dejará hacer pero no se comportará como el de abajo. Eso nunca.

Muerde su labio inferior resistiendo las ganas de gemir, Danny simula pequeñas embestidas tratando de no reírse por las caras que pone Steve. Cuando ya está preparado unta un poco de lubricante en su miembro, no tan grande pero si lo justo para hacer sentir en el cielo a cualquiera, y lo lleva a la entrada de su novio.

Siente como el otro debajo de él se tensa apenas siente la punta rozar sobre su trasero. Entonces lo besa tiernamente acariciando cada parte de su cuerpo para relajarlo.

– Relájate, cariño –. Susurra con amor.

Steve se relaja y poco a poco Danny entra en él. Steve cierra los ojos con fuerza ahogando gemidos mientras el rubio gime de satisfacción al estar completamente dentro de su amado animal.

Steve se mueve para acomodarse y Danny empieza a moverse lento mientras juega con los pezones del castaño, mordisqueándolos y succionándolos.

Steve no cree resistir más, se siente bien aunque no lo admita en voz alta, pero prefiere ser él quien le dé a Danny. Este toma el miembro del castaño y lo masturba al mismo ritmo de las embestidas que se han vuelto más rápidas.

– Vamos, babe... Ah... – Dice relamiéndose los labios – ...Gime para mí... Sólo para mí.

– Ngh... – Se resiste a hacerlo, pero no cree tener las fuerzas suficientes para evitar que pase. Entonces en una de esas estocadas, Danny toca ese punto dulce que vuelve loco a cualquiera y pasa lo que temía que pasara –. Ah... Danno...

Gime una y otra vez, ya no tiene fuerza de voluntad, esa se ha ido al carajo junto con la vergüenza. Las embestidas aumentan y ambos terminan corriéndose. Danny en el interior de Steve y este en la mano de su querido rubio y encima de su propio estómago.

Ambos terminan con la respiración agitada, temblorosos pero satisfechos por uno de los mejores orgasmoa que ha sacudido sus cuerpos. Danny sale con cuidado de Steve, pero este lo hace quedar debajo de él en un simple movimiento.

La mirada de Steve hace que Danny se estremezca, sus ojos brillan de lujuria. Una sonrisa traviesa se dibuja en su rostro susurrándole al más bajo en el oído:

– Ahora es mi turno, Danno.

~...~

Al día siguiente en la oficina, ambos llegan caminando de manera extraña. Los primos se preguntan qué habrá pasado entre ellos, pero mejor no preguntan. Tienen más o menos una idea de lo que posiblemente pasó.

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Doble actualización :3

Los amodoro 😘

KattaLuna🌙

One Shots - McDannoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora