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Narra Alba:
- ¿Y cómo vas de la lesión? - le pregunto a Sergio y este se encoge de hombros.
- No es que mañana mismo vaya a ponerme a correr 12 km, pero voy progresando- me responde y yo le sonrio amable - ¿y tú el embarazo qué?
- Pues engordando a un ritmo frenético, este bebé no come por uno, come por seis - bromeo - Ana ¿estás bien? - miro a mi amiga fijamente y ella asiente sin apartar su vista del terreno de juego - deja de pensar en tu hermano es peor.
- Me echan del club - susurra y el guardameta y yo la miramos sorprendidos - por lo que se ve, me contrataron por ser hermana de Jesús, aunque creo que ha sido el mismo él que ha pedido que me echen - baja la miarada y yo la abrazo.
- Por mucho que tu hermano esté enfadado contigo por lo de Sergio seguís comportariendo la misma sangre, os habéis criado juntos, siempre os habéis cuidado y protegido, y me parece muy difícil de imaginar que él haya hecho algo así sinceramente - habla y Sergio suspira.
- Perdón Ana todo es mi culpa, tú me pediste más tiempo para contárselo a tu hermano, y yo te dije que no, te obligué a adelantar todos nuestros planes, por mi culpa, perdón cariño - susurra Sergio bajando la mirada.
- Haber por favor tranquilidad, yo hablaré con Jesús y antes de que podáis decir nada, no me vais a convencer de lo contrario, los dos lo estáis pasando mal, y yo tengo mucho poder de convicción solo déjenmelo a mi, cuando acabe el partido hablaré con él.
Narra Jesús:
Salgo de vestuarios ya duchado y con unas ganas de llegar a mi casa y dormir por horas que no son normales.
- Jesús tenemos que hablar - escucho la voz de Alba, lo que hace que vuelva a la realidad.
- Si vienes a hablarme se mi hermana ni lo intentes, porque ya he escuchado diez versiones diferentes, así que no quiero escuchar ninguna más- hablo serio.
- Jesús es tu hermana, no puedes dejarla así solo porque está saliendo con uno de tus compañeros, es que eso a ti no te tiene porque importar, por lo que te tienes que preocupar es de que la trate bien y te puedo prometer que Sergio la trata como una reina - habla seria mirándome a los ojos fijamente y yo suspiro.
- Me hizo una promesa y la traicionó, no me puedes pedir que la perdone, porque eso es algo casi imposible.
- Me voy a aferrar a ese casi, es tu hermana Jesús, es sangre de tu sangre, es la chica que ha madrugado fines de semanas y gritando tu nombre como ninguna mientras jugabas en el campo, la que se queda sin voz, la que aún con 40 °C venía - comenzó a subir la voz.
- Que te vayas Alba, por mucho que lo intentes no la voy a perdonar, me ha echo mucho daño - susurro y ella supiera, iba a decir algo, pero de repente llevo sus manos a su vientre y su cara cambió por completo - ¿qué te pasa? - me acerco preocupado.
- Llama a una ambulancia - susurra.
- Pablo llama a una puta ambulancia - grito - tranquila Ocaña todo va a estar bien.
