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Narra Amanda:
- Alvaro estuvo llamando hace unas horas - habla Saul, mientras yo sigo cocinando - dijo que queria pasar las Navidades con nosotros, me dijo que se había pasado mucho contigo y que quería arreglarlo. - sige hablando y yo suspiro pesadamente.
- Estoy segura que le ha obligado Marta, conozco perfectamente a mi cuñada y sé de lo que es capaz, así que no me queda ninguna duda de que ha sido por ella.
- Yo de todas formas les dije que podían venir a casa - susurra y yo me giro mirandolo sorprendida - cariño no puedes estar toda la vida enfadada con tu hermano y menos por mi culpa.
- Lo primero que yo esté enfada con Alvaro no es por tu culpa, y lo segundo después de todo lo que me ha hecho no se merece mi perdón - me cruzo de brazos sentandome en una silla.
- Cariño no podeís destrozar vuestra relación de familia por ser caprichosos - se pone de rodillas y me mira fijamente a los ojos - tu hermano te quiere y tú lo quieres a él, dejen de ser unos egoistas y pidanse perdón, que es tan fácil como eso.
- Saúl no es tan fácil, me dolieron mucho sus palabras - bajo la mirada - además tú no sabes por lo que yo estoy pasando, nunca te has peleado con tus hermanos.
- Antes de conocerte nos peleabamos todo el rato, y sobre todo sobre el tema chicas, a mi madre la teniamos harta y mi padre estaba trabajando, así que ella era la que siempre me soportaba, un día nos encerro en una habitación y no nos dejo salir hasta que arreglamos nuestros problemas, desde ese día peleabamos menos, seguiamos teniendo peleas es cierto, por ya no eran tan importantes y pronto hacíamos las paces.
- ¿Y todo eso a qué viene ahora? - pregunto desconcertada.
- A que como no os arregleis por las buenas hago como mi madre y os encierro en una habitación a los dos y hasta que no os arregleis no os abro la puerta - habla seria haciendo una mueca extraña a la cual yo no pude evitar reír - no te rias que esto es muy serio Amanda, tienes que arreglarte con tu hermano y vosotros sois lo que decidís como hacerlo, por las buenas o por las malas.
- Saúl para que pareces mi padre dandome la chapa para que haga algo - me levanto de la silla pero él me vuelve a sentar.
- No estoy de broma cariño, esto es un problema serio, he estado hablando con Marta, los dos lo estáis pasando mal, pero sois tan tercos que no lo decís, asi que cuando venga le vas a pedir disculpas a tu hermano y le vas a dar un abrazo - pide mirandome fijamente a los ojos y yo asiento con mi cabeza para después suspira - es lo mejor para todos cariño - se levanta y besa mi frente.
