Este es de los míos, sin pedido, porque no me inspiran nada los que ya tengo 😕😅.
(Por eso repito que siguen abiertos, siempre lo están, no hay un orden sino que decido conforme me apetezca escribir unos u otros!) No dejéis de probar suerte!
Os dejo pues, con este One-shot y ya me contaréis :3c.
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Esa noche, la suave brisa de verano acompañaba los pensamientos de ambos jóvenes.
Se encontraban en el balcón disfrutando de los últimos momentos de calma del día, que se verían interrumpidos en cuestión de minutos.
A medida que se ocultaba el sol, ellos se acercaban despacio.
Apoyados en aquella fría barandilla de metal, sus puños se rozaban, aumentando el deseo de estar más en contacto con el otro.
Hacía ya tiempo que no estaban a solas, que no disfrutaban del silencio lleno de pensamientos ruidosos, que no se paraba el tiempo de aquella forma tan peculiar en que sus corazones parecían poseer eco...
Ninguno de los dos se atrevía a dirigirle la mirada al otro y, la verdad, es que después de tanto tiempo siendo amigos, no sabrían decir el por qué.
O quizás, es que no querían admitir la causa.
Tras ese instante eterno, el mutismo en el que se hallaban era al fin interrumpido por un Kirishima al que le temblaban ligeramente los labios, a causa de los pensamientos bochornosos que invadían su mente en aquel instante.
Sinceramente, podía y se imaginaba entre los brazos del otro, peleando por el control de la boca ajena y estremeciéndose bajo el intenso contacto con aquel cuerpo, que anhelaba de forma inevitable.
Ese ambiente cálido y nocturno servía únicamente a modo de aliciente para incrementar la impaciencia del joven chico que, aún teniendo en cuenta que no era algo del todo factible, no lo dejaba tranquilo.
—Blasty... —Él se limitó a respirar profundamente cerrando los ojos y permitiéndole recobrar las fuerzas, parecía estar ignorando la llamada de Eijiro. —Hacía tiempo que no hacía una noche tan buena...
Bakugo soltó lo que podría ser una risa resoplando, para luego darle al fin un pie a la conversación. —¿Sabes? Cuando alguien se pone a hablar del tiempo, la charla decae definitivamente.
Podía ir de chulo y fingir que prefería la tranquilidad del silencio, pero en el fondo sus pensamientos también lo estaban abofeteando. Necesitaba escuchar la voz de Kirishima, pero no sabía si eso le daría realmente más calma o simplemente aceleraría su mente que, al igual que la contraria, ya rugía desenfrenada por acercarse más.
Por unos segundos se mantuvieron mirándose a los ojos, que de una vez habían hecho contacto; poniéndole un punto y pausando, durante ese instante, todo el ajetreo que los consumía.
De todas formas, ambos retiraron la mirada del otro en el instante en que comprendieron la situación en la que se encontraban.
Quizás era fruto del miedo alimentado por la inseguridad al respecto de todo aquello, es posible, pero no eran capaces de avanzar a pesar de las ansias que tenían.
La verdad es que, estando tan cerca, parecía más difícil mantenerse separados que juntarse, pero...
Había una enorme brecha entre ambos de algún modo, una barrera tan difícil de derribar como la más fuerte muralla y que destrozaba sin moverse la cordura y la fuerza de los jóvenes.
Dudaban, existía en ellos un gran temor al rechazo, a la inexperiencia, al no saber qué hacer en el momento, al ¿Y si...?
Pese a todo, estaban tan cerca de lograrlo, de echarle valor y dar un paso más... Sus miedos podían ser cuantiosos, pero estaban luchando en un duro pulso contra sus voluntades y sus corazones de jóvenes enamorados por vez primera.
Llegados a este punto no sabrían detenerse incluso no sabiendo tampoco empezar. Puede que no tuvieran demasiada destreza en nada de aquello, pero cada uno había logrado aclarar lo que quería.
Los dos tuvieron que pasar largas noches pensando, dando vueltas y tratando de aceptar lo que sentían. Debatiéndose consigo mismos, decidiendo cuál era la mejor opción y, sin embargo, todo estaba tan claro y confuso a la vez...
Ambos suspiraron en aquel momento. Tanto tiempo de amistad les permitía conocer la mirada contraria y, al atreverse a observarse una vez más, el detectar ese detalle de deseo ya irreprimible en las pupilas ajenas se convirtió en el detonante que ambos esperaban.
Kirishima dio un paso adelante, tropezando ligeramente por el nerviosismo. Bakugo, por su parte, había comenzado a retener el aire sin apenas percatarse.
Se acercaban lentamente, para detenerse sólo en el momento en que sus dos frentes hicieron contacto. El pelirrojo lo miró interrogante ¿Debía continuar? Por supuesto que él quería, pero tenía miedo y precisaba también estar seguro.
Sin responder, Katsuki pasó una mano lentamente por su nuca y cabello, lo empujó entonces suavemente para unir sus labios de una vez por todas.
Ambos eran torpes, se encontraban tremendamente agitados y sus mentes estaban en mil sitios a la vez.
Es posible que todavía no fueran muy habilidosos, pero era lo de menos.
Ahora aquella noche de verano sí que tenía su merecido final, y uno bien digno de recordar.
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That's all folks! (Por hoy ;3c). I know que fue corto, pero decidme igual qué os pareció, dejad pedidos si queréis y nos vemos lo antes que pueda!
