Hola :3c, estoy de vuelta pero no con un pedido si no con un...
¡Especial navideño! WOWOWOW...
Vale, quizás no sea para tanto, pero espero que os guste 😊.
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Bakugou, que todavía yacía dormido en la mullida cama que compartía con Kirishima, se despertó gracias al contacto de dos fuertes brazos a su alrededor.
Al principio decidió no dar a conocer el hecho de que estaba despierto, pudiendo relajarse al lado de la persona que quería sin perder su orgullo pero, tan pronto como el pelirrojo empezó a hablar, se estremeció por el choque de su respiración y se delató al instante.
—Bakugou... ¿Sabes qué día es hoy? —Aunque él seguía tratando de parecer dormido, su novio lo conocía lo suficientemente bien como para saber que esto no era así. —¡Blastyyyy!... Contesta, vamos... —Suplicó con ojos de cordero degollado, pidiendo cariño.
—¡Yo qué mierda sé!... ¿Domingo? —Le dijo al fin, con una voz ronca dado el momento del día en el que se encontraban.
—No, no... El número. —Intentó incitar el joven a que al fin le diera la respuesta que buscaba.
—¡No soy un puto calendario, coño! Para eso tienes el teléfono.
—Oh, vamos... —Suspiraba ya decaído el pelirrojo.
Entre sus brazos, que aún no habían deshecho el tierno gesto con el que envolvía a Katsuki, Bakugou se revolvió para quedar frente a frente con él.
Le resultó raro que el rubio pasara sus manos por su cabello y se perdiera mirándolo, pero lo atribuyó a que lo acababa de desanimar, y él lo sabía.
—Es Nochebuena. 24 de Diciembre y todas estas cosas cursis que seguramente te encantan...
Eijiro estaba tranquilo, adoraba el rostro que se le quedaba al rubio cuando trataba de pedirle disculpas sin decir ni una palabra, por no hablar de las caricias que tanto le gustaban.
Cuando Katsuki notó que el pelirrojo volvía a estar contento, con una sonrisa tan radiante como de costumbre, se incorporó para mirar el reloj de su escritorio.
Suspiró al ver que ya era lo suficientemente tarde como para tener que levantarse y le dio una patada a cierto Kirishima que no dejaba de tararear villancicos moviendo las manos de Katsuki como si él fuera el que bailaba.
—Deja de hacer tonterías. —Le espetó al verlo ya contra el suelo mientras seguía cantando, aunque ahora con sonidos fingidos como si se estuviera muriendo.
—Nooche de... Pa~az... Nooche de am~oor...
Al ponerse en pie, Bakugou posó uno de los suyos sobre el estómago de Kirishima, pisándolo y haciendo que dejara de actuar para que comenzara a reírse de una forma adorable a los ojos de Bakugou.