El camino de regreso fue bastante silencioso, salvo por Lizy que canturreaba el tema de la caricatura de la abejita Mily sacándole unas divertidas muecas a Lulú que jugaba con el peluche de Lupa. La albina a regañadientes se los prestó esperando que Leia con eso quedase satisfecha y olvidara el asunto del maquillaje, por supuesto que la niña no lo olvidaría así tan fácil. Lacy las cuidaba siguiéndoles el juego, aunque su mente parecía perdida en otra parte conforme revisaba su teléfono cada tanto. Lucía preocupada.
Atrás Loan todavía se mostraba ansiosa por lo sucedido, así que resignado, Lemy para reconfortarla tuvo que permitirle que lo llevara abrazado durante el trayecto, aunque para estirar las piernas, Lupa las había descansado recostándolas sobre las del chico con la falda demasiado corrida hacia arriba. Molesta, Loan se estiró para bajársela de un tirón antes que el avergonzado chico alcanzara a mirar bajo la misma.
Lincoln se detuvo en un semáforo y notó cómo Lyra frunciendo el ceño miraba con reprobación por el espejillo el modo en que sus primas mayores tenían a su hermano.
—Loan, Lupa. —les habló de pronto su padre—. Dejen a Lemy respirar un poco.
Algo disgustadas por la llamada de atención, hicieron un poco de distancia con el chico para su alivio, que soltó un suspiro sintiéndose todavía avergonzado. La chica se sorprendió con el gesto.
—Gracias, tío.
Lincoln le devolvió la sonrisa a Lyra. Le apretó el hombro y entonces la sonrisa de la chica desapareció seguida de un temblor que la recorrió. Esto lo frustró, por lo que la soltó y siguió conduciendo cuando el semáforo pasó al verde. Sintiéndose avergonzada por su reacción, decidió intentar conversar con él.
—Entonces... esa mujer del supermercado. ¿Es... tu amiga?
—¡Papi tiene novia! —canturreó Lizy feliz detrás de ellos, con lo que se ganó un gruñido de molestia de todos sus hermanos, menos de Lulú a quien miró confundida—. ¿Qué? ¿Eso no es bueno?
—Cristina no es mi novia, cariño —le aclaró su padre pensando que de niño le hubiese encantado que así hubiera sido—. Sólo es una conocida. Fuimos juntos a la primaria y nos reencontramos en la preparatoria.
—Es... bonita. —Susurró Loan intranquila.
—Pues sí, pero nunca salimos. Nunca fue mi tipo.
Leia no parecía creérselo del todo.
—Por la forma en que la miraste y ella lo hizo, parecía que por el contrario tú no eras su tipo.
—Gracias por la observación. —Soltó Lincoln entre dientes.
Aunque a Lupa no le había hecho gracia el asunto, no pudo evitar volver a añadir una disculpa.
—Perdona por dejar a tu amiga con una mala impresión, padre.
—Tranquila, no pasa nada. En realidad Cristina y yo no somos amigos. Creo que nunca lo fuimos. Nunca pasamos más allá de ser sólo conocidos. Royal Woods es todavía un pueblo chico, así que es natural que tenga muchos conocidos por ahí, algunos como Cristina todavía incluso recuerdan a sus madres. No los culpo, vaya que sabíamos hacernos notar como la familia más ruidosa del estado durante nuestra juventud.
—¿Y sólo fue por eso por lo que se dieron a notar?
Lyra casi se arrepentía por haberlo preguntado, al menos su hermano y sus primas lamentaban que lo hubiera hecho. Lincoln se quedó callado un momento antes de responderle.
—Sus madres y yo siempre hicimos todo lo posible para que... lo de ustedes no se supiera. Ese es el motivo por el que todas ellas se fueron del pueblo en cuanto tuvieron la oportunidad. De esa manera se redujeron las posibilidades de que quedaran expuestas como mis hijas biológicas.
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Tres días de Caos
FanfictionTras una muy pesada temporada de trabajo, todo lo que el señor Lincoln Loud esperaba era tener era un merecido descanso en completa paz sin hacer nada, deseo que se frustra cuando de improvisto recibe una serie de peticiones muy particulares por par...