Domingo 2:00 am

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—¿Y bien? —cuestionó Lyra a las presentes en el instante en que bajaba por las escaleras, llevando sólo su blusa y unos pantaloncillos muy cortos—. Quiero que le respondan al tío Lincoln y me contesten, ¿dónde está mi hermano?

De la alacena bajo las escaleras, Liena salió acomodándose el pijama mirando con sorpresa a Lyra, detrás de ella apareció Lemy con una expresión de lo más radiante que ni Lyra pudo quitarle al tratar de amedrentarlo con su expresión malhumorada.

—¿Y ustedes qué estaban haciendo?

Atontado, su hermano le respondió.

—Hablando, nada más.

Lyra frunció el ceño y miró a Liena, quien en respuesta le sonrió nerviosamente como quien trata de ocultar una travesura. Lincoln alternaba la vista de su hijo a sus hijas y a su hermana.

—Lily, ¿qué estaban haciendo con Lemy?

—Lo que casi siempre años atrás imaginaba que mis hermanas hacían a escondidas contigo bajo las escaleras, cuando creían que nadie los miraba.

Nadie pondría en duda que el padre de Lyra era Lincoln, por el marcado parecido que mostraban cuando ponían aquellas expresiones al asustarse y enfadarse al mismo tiempo.

—¡Te refieres a...!

—Contarse sus miedos e inseguridades buscando el punto de vista del único hermano varón de la familia sin temor a ser juzgadas por los demás, claro está. Me pareció un bonito ejercicio familiar.

Lyra miró fijamente a su tía como si estuviese buscando indicios de que le estaba mintiendo. Lincoln ni siquiera se molestó en hacerlo al dar por sentado que lo hacía.

—Suficiente —pidió el cabeza de familia—. Ya es muy tarde y todos deberíamos ir a dormir ya. Lemy, ven conmigo.

—¡Espera! —lo detuvo Lyra dirigiéndose hacia el chico aún bastante furiosa y mostrándole el teléfono—. ¿Puedes decirme qué significa esto?

La chica puso su celular frente al rostro de su hermano. Lincoln alcanzó a ver la imagen y quedó escandalizado.

—¡Lemy y tú...!

—¡No es lo que parece!

El chico asustado y abochornado se hizo a un lado alejándose del alcance de Lincoln. Sonrojándose, Lyra asustada se apresuró a cambiar la foto que por accidente le mostró.

—¡Perdón! Eso no era... ¡Me refería a esto!

Tras hacer unos ajustes, la adolescente mostró el hilo de mensajes de su madre con sus tías, las cuales reaccionaban sorprendidas, enojadas y decepcionadas de un mensaje que Lemy había enviado, confesando en el mismo haber llegado a hurtar las limosnas de una iglesia. Sorprendido, Lincoln miró con reproche a su hijo quien se encogió en su lugar perdiendo todo el furor que había experimentado momento atrás.

—Fue... una estupidez. Lo compensaré.

—Por supuesto que lo harás —soltó Lyra mordaz—. Al menos por un mes harás servicio comunitario para la iglesia apenas regresemos a casa.

Lemy suspiró derrotado aceptando su castigo. Lincoln no parecía muy feliz, pero no solamente por el hurto.

—Lo que hiciste estuvo muy mal, Lemy.

—Ya sé, viejo. ¿Es que con el mes de servicio no bastará?

—Yo te daría dos, pero también me refiero a lo otro. ¿Realmente qué intentabas hacerle a Lyra cuando te le echaste encima?

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⏰ Última actualización: Aug 20, 2020 ⏰

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