Lincoln se encontraba sentado en la van con una botella de cerveza sin abrir en mano. Escuchó todo el ruido proveniente de la sala de su casa. Comprobó la hora en su reloj. Ya era algo tarde.
Sospechó que el motivo por el que Lemy no regresaba, era porque seguramente sus hijas lo habían convencido de jugar con ellas. Recordó viejos tiempos de su niñez en compañía de sus hermanas, las cuales en ocasiones solían hacer lo mismo con él durante sus pijamadas, pues ellas no tenían problemas en organizarlas a diferencia de él que solamente una vez lo intentó con Clyde ante el temor que lo espantaran al igual que las chicas solían hacerlo con el resto de sus amigos.
Pensó en abrir de una vez la botella al mismo tiempo que se sentía agradecido porque Lily estuviera con las chicas, pues de no ser por la vigilancia que seguramente esta tendría sobre ellas, ya hubiera ido por su chico alarmado en que podría suceder "algo". No es que desconfiara de él, pero... bien, no era de él en quien desconfiaba. Dejaría que convivieran y se divirtieran sólo una hora más, no es como si pensara fueran a hacer algo malo en tan breve tiempo.
* * *
Con miradas maliciosas sobre el chico, aguardaron que tirara el dado que Lily le entregó.
—¿Pueden decirme de nuevo por qué tengo que hacerlo?
—Porque casi nunca podemos estar juntos —le contestó Liby para su sorpresa—. Es más fácil que entre nosotras nos contactemos a que podamos hacerlo contigo.
Suspiró sintiéndose un tanto culpable, aunque continuó nervioso. Dándose una idea de lo que esto podría propiciar si la situación se torcía en su contra, arrojó el dado. Tan pronto vieron el número en que cayó, consultaron a Leia que tras revisar la libreta donde Lily escribió las reglas, les dio el significado del resultado.
—¡Tres! ¡Toca "Verdad o reto"! Hagámoslo por orden de edad, asease que yo empiezo primero, luego será el turno Lacy, de ella sigue Lupa y así hasta llegar a Loan.
—¿Y qué hay de mí? —preguntó Lily.
—¡Oh! Perdón, tía. Desde mí hasta ti.
Aunque cada una de las chicas quería comenzar a jugar, tampoco tuvieron mucho problema en concederle ese capricho a su hermanita, en cualquier caso, lo divertido sería ver lo que haría su único hermano varón.
—Bien, hermanito —le avisó Leia al chico utilizando nuevamente su tono coqueto contra él—. ¿Verdad o reto?
Haciendo un rápido análisis de sus opciones, el chico comprendió qué sus primas realmente no lo conocían de mucho, por lo que daba lo mismo lo que les hablara acerca de sus amigos, su escuela, o sus pasatiempos. Sintió que no tenía nada importante que ocultarles al respecto.
—Escojo verdad. —Además, pensaba, entre más pronto terminará de jugar con ellas, más pronto podría regresar con su padre a la van.
—Muy bien. ¿Ya tienes novia? ¿Ya la besaste?
—No, no he tenido ninguna todavía.
Lupa resoplo disgustada.
—Leia, ¿en serio desperdiciaste tu pregunta en algo que era tan obvio? Sólo necesitas verle la cara para darte cuenta que es imposible que tenga novia o para saber que jamás ha besado a una chica.
El muchacho gruñó ofendido, pero decidió restarle importancia para no reñirle por ello. Lupa tomó su turno.
—¿Verdad o reto?
—Hmm... verdad.
—Y así es como esto se juega. Lemy, ¿quién es la chica que te gusta?
La mitad de las chicas como Lacy lanzaron un chillido de emoción, la otra mitad preocupadas miraron a Lacy y a su hermanito preguntándose si este se atrevería a responder.
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Tres días de Caos
FanfictionTras una muy pesada temporada de trabajo, todo lo que el señor Lincoln Loud esperaba era tener era un merecido descanso en completa paz sin hacer nada, deseo que se frustra cuando de improvisto recibe una serie de peticiones muy particulares por par...