Sábado 8:00 pm

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Afuera, todos corrieron preocupados y asustados hacia el baño alertados por aquél grito, incluso Lizy para sorpresa de Lyra. La niña seguía envuelta en una toalla.

—¿Y tú no te habías metido al baño para que te bañáramos?

—Sí, pero como no llegaba nadie me aburrí y me salí. Lemy quería bañarse y le dije que podía pasar primero. No dejaba de decir que se sentía sucio y hasta se veía triste por eso.

Lupa se preocupó al acercarse y escucharlas. Lincoln y Lily fueron los últimos en llegar. Lyra tocó la puerta.

—¿Leia, estás bien? —miró a sus hermanas quienes como ella estaban confundidas. De pronto notó que no estaban todos en realidad y alguien le faltaba—. ¿Dónde está mi hermano?

—Aquí estoy.

Tan pronto escucharon sorprendidos su respuesta dentro del baño, Lyra asustada y perdiendo el color de la cara golpeó con más fuerza la puerta.

—¡Qué rayos estás haciendo con Leia ahí adentro! ¡Sal en este mismo instante!

—¡Ni lo pienses! —gritó Leia—. Perdón por preocuparlos. Grité sólo porque me sorprendí de ver a Lemy así de repente, ¡pero no por esto voy a dejar que me echen a perder la hora del baño! Así que déjenos solos hasta que terminemos.

Lyra estaba lívida.

—¡Terminar qué cosa! ¡Salgan de una buena vez!

—¡Sólo estamos bañándonos, tonta! —le gritó Lemy—. Ya déjanos continuar.

Realmente molesta por el reclamo de Lemy, Lyra tomó de la muñeca a Lacy con cierta brusquedad acercándola a la puerta, a la vez que se odiaba un poco por tener que usarla de esta manera.

—¡Lacy, quieres por favor decirle a tu primo que salga de ahí de una buena vez señalándole lo incorrecto de lo que está haciendo!

La joven de un tirón la obligó molesta a soltarla.

—¿Cuál es el problema? Sólo está ayudando a Leia a bañarse. Liena bañó a Lulú y eso no tuvo nada malo.

—¡Pero...!

—¡Lyra! —Lincoln le llamó la atención—. Es suficiente. Deja de estar haciendo tanto escándalo por nada.

—Sí, "primita" —Lupa se burló de ella—. No tiene nada de malo que nuestro primito nos ofrezca una mano... entre otras cosas.

La sonrisa de Lupa se desdibujó cuando Lincoln la tomó por el hombro presionándolo con cierta fuerza. Su mente se bloqueó al momento que iba a agregar algo más, dándose cuenta por la expresión de su padre lo peligroso que podría resultar el volver a abrir la boca.

—Tú tampoco empieces algo que no te gustará cómo podría terminar para ti.

Lupa bajó la mirada, sin poder ocultar con su falsa expresión de indiferencia por el asunto el rubor en sus mejillas al marcharse, Lizy parecía haberse asustado por la pelea que estaba suscitándose. No esperaba que algo así ocurriera sólo por haberle dejado su turno del baño a su primo. No podía entender qué estaba ocurriendo; a ella tampoco le importaría bañarse con Lemy o con cualquiera otra de sus hermanas.

—Tranquila, pequeña —intentó calmarla Lily inclinándose para hacerle una caricia en el cabello—. No pasa nada.

—¿Todo esto fue por mi culpa?

—Por supuesto que no —brevemente miró con cierto resentimiento a Lyra—. Ven, creo que después que tus primos terminen de bañarse, nos tocará hacerlo a las dos juntas, ¿está bien?

Tres días de CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora