Capítulo 12

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El tiempo pasaba lánguido.Días interminables, semanas infernales, y Suigetsu sentía que cada vez se hundía un poco más en el infierno. Uno en el que estaba solo, como de costumbre, y del que nadie lo iba a sacar.

Porque personas tan jodidas como él lo estaba, no merecían ayuda. Él lo sabía ahora, podía sentirlo tan profundamente que añadía dolor a su dolor. Tormento a su tormento.

Y lo odiaba.

Mientras veía a los niños jugar en el pequeño parque residencial, a través de la ventana, Suigetsu se tragó un sollozo. Su bebé jamás tendría esto, y era su maldita culpa. De haber escuchado a Karin  cuando le pidió hablar con Obito sobre su no-relación que estaba volviéndose algo más serio, como un inminente matrimonio, él pensó que era estúpido.

«Sí, bruja, lo haremos la próxima», le había dicho Dios sabía cuántas veces, y en cada una de ellas Karin  pareció decepcionada. Pero es solo que él no tenía claro el origen de su relación. ¿Ellos se amaban o era solo por el sexo? ¿Se casarían porque deseaban estar juntos para siempre o porque no deseaban estar solos nunca más? Él no hubiera podido saberlo, Karin era jodidamente confusa y le enviaba señales como un semáforo: adelante, más lento, detente; más lento, detente, adelante; adelante, adelante, alto... Ella era........

Una idea lo golpeó de repente:

Karin  había estado insistiéndole más los últimos días sobre hablar de lo que tenían con Obito y Madara . ¿Por qué había sido eso? ¿Ella acaso sabría...?

—Perra idiota. —Suigetsu gimió llevándose las manos a la cabeza—. No puede ser. Tú... Karin , no...
Enredando los dedos en su cabellera, Suigetsu  jaló mientras sollozaba. Ella había sabido, todo ese tiempo, incluso mientras se preparaba para la misión que esperaba un hijo. Un bebé de ambos.

Ella debió de haber pensado que sería sencillo, que volvería a casa y entonces...
Llamaron a la puerta.

Limpiándose las lágrimas Suigetsu  cruzó el corto pasillo y abrió sin siquiera preguntar. A la mierda todo. Si habían enviado a los Limpiadores por él, moriría con gusto. No se sorprendió a encontrarse frente a frente con Sasuke .

Esto debía de ser obra de Madara , el hombre era un bastardo sádico. Enviar a su jefe para eliminarlo por haberse convertido en un fugitivo, solo era su cuita de diversión diaria.
Podía esperar lo que fuera del hombre.

—Muévete, necesitamos hablar. —La voz de Sasuke fue inflexible.

Suigetsu  le dio media sonrisa burlona.

—¿Qué, no hay abrazos para mí? Oh, papi, que cruel eres.

—Mué-ve-te.

Bufando, Suigetsu se hizo a un lado. Cuando Sasuke pasó para sentarse en el sofá, él rodó los ojos cerrando la puerta.
Se dejó caer frente a Sasuke  y cruzó los brazos sobre su pecho.

—¿Qué quieres?

Sasuke cruzó las piernas y encendió un cigarrillo. Suigetsu pensó que si el hombre no moría en una de sus misiones suicidas, lo haría por un y horrible y doloroso cáncer de pulmón. Joder, echaba más humo que una chimenea. Sin embargo, él también sabía que esta era solo su forma de lidiar con el dolor y el estrés. Cada uno tenía sus formas, las de Sasuke Uchiha se resumían en sexo descontrolado y cigarrillos.

—Solo tengo una pregunta para ti: ¿cuándo coño piensas volver? Los jefes están impacientándose contigo y te quieren de regreso.

Suigetsu hizo vagar su mirada por la sala de estar. ¿Honestamente? Él no lo sabía. Todo lo que deseaba era llevar su luto en paz y olvidarse de Infernum por unos meses. Descansar, meditar, lo-que-fuera. Eso no sería posible, sin embargo, por lo que podía ver.

Sasuke  vio hacia el techo, enojado. Suigetsu no se lo perdió y continuó importándole una mierda. Era él quien debía estar molesto, furioso, iracundo, al borde de la histeria, y aun así permanecía calmado porque nada de lo que pudiera hacer le devolvería a Karin  y al hijo de ambos.

—Minino, ya me estoy cansando. —Sasuke soltó el humo por la nariz—. Te quiero de vuelta, ahora.

Suigetsu  levantó la cabeza, después de un rato, y le dedicó una mirada desdeñosa. Bajo la luz blanca de la bombilla, sus ojos violetas  adquirieron un matiz más claro.

—Estoy de luto, mierda, ¿qué, tanto te cuesta entenderlo? Perdí a mi chica, murió en mis brazos, ¿te acuerdas, papi? Estabas ahí.

Sasuke casi jadeó, aunque su mirada nunca dejó de ser fría. Suigetsu  quiso saber cómo podía hacerlo. ¿Era real, a él nada le afectaba en absoluto?

—Y lo entiendo, pero tienes-que-regresar. —Hizo énfasis en cada palabra—. No es una opción, tú...

—¡Ay, no me jodas, jefe! —Suigetsu  se palmeó las piernas, rabioso—. ¿En serio, es todo lo que te importa? Karin  murió, ¡puff!, desapareció, ¡ya no está! Y tú..., ¿cómo mierda me exiges que vuelva, así como así? Estoy enojado. Duele. —Su tono descendió al admitir la única realidad que estuvo negándose a sí mismo estos días—. Nos íbamos a casar. Teníamos planes. Íbamos a conversarlo con Obito  y... ¿Sabías que estaba embarazada?

Sasuke negó despacio.

—¿Cuánto tiempo?

Suigetsu se encogió de hombros.

—Unas semanas, cuatro o cinco, creo. No lo sabíamos —Se mordió el labio inferior. Al menos él no lo sabía—. No teníamos idea,  por si eso era lo que ibas a preguntar.

—Suigetsu , créeme que comprendo cómo te sientes; pero si no regresas...

Suigetsu  se echó a reír, de una forma tan siniestra, que incluso él se estremeció. Bueno, mierda, ¿y qué si estaba a un paso de la locura? Después de todo, una simple e insistente gota de agua podía destrozar la piedra. Él había soportado lluvia, tras lluvia, tras lluvia, durante tanto tiempo que apenas podía recordar.

—¿Lo entiendes, en serio? Avísame cuando maten a tu mujer y a tu hijo, por deshacerte de un jodido miembro de tu puta organización. ¿Qué, creías que no iba a enterarme? Sasori era de los nuestros.

Él lo había descubierto gracias a Orochimaru. Aún podía ver su sonrisa maliciosa mientras le revelaba al devastadora información. «Sasori era de los nuestros. La razón por la que Obito no dijo nada es porque teme que se sepa. Hay niños malos en Infernum, tan jodidos como nuestros enemigos. Así que él envió al mejor para deshacerse de la mierda que estorbaba», le había dicho, y Suigetsu se quedó sin respiración por un segundo.

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NOTAS FINALES :

Hola chicos corto de nuevo ya saben las razones así que no hay más nada que decir  solo que nos leemos en otra ocasión y espero les guste el capítulo.

Besos 😚😚😚

BESTIA  (Adaptación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora