Capítulo 20

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Después de haber besado a Tenten , Suigetsu entró en un espiral emocional que lo aterraba como nada en el mundo. Bueno, demonios, no: él no era ningún puritano de mierda; había hecho cosas terribles, realmente terribles en el pasado, pero nunca romper una de las principales reglas de Infernum. Jamás tratar de liarse con una adolescente. Y ahora... él no sabía qué hacer.

Había estado huyendo de Tenten como un patético niño cobarde. Había estado huyendo de ella, de Hinata  de Sasuke. De todo el maldito mundo.
Así que cuando uno de los hombres que Infernum había enviado tras Raffaele Tornatore vino a él con información sobre su paradero, Suigetsu  pensó que esta era la solución de todos sus problemas. Solo tenía que convencer al Gran Jefe, bastardo de mierda, sobre ponerlo al frente en esta misión. Él solo tenía que buscar una forma de hacerlo, en aquel momento Sasuke  vino a su cabeza: el Colmillo era el único con el extraño don maldito de torcer la voluntad de Obito Otsutsuki . Bueno, quizá no la de Obito  en sí mismo; pero Madara...

Suigetsu  quiso meter una bala en su propia cabeza cuando una nueva grieta en su nuevo y nada inteligente plan apareció: para conseguir que Sasuke convenciera a Madara de ponerlo al frente de la misión contra Tornatore, tendría que hablar con Sasuke  y Suigetsu no quería verlo.

Al Colmillo del Diablo le tomaría solo un minuto descubrir la verdad sobre lo que le había hecho a Tenten  y, entonces, él lo mandaría al infierno.
«Estoy jodido», pensó. Y no lo estaba en el modo que le gustaba, no es que le gustara ser jodido de todos modos. Pero tal parecía que acababa de hundirse a sí mismo en un nada pequeño pozo de mierda en el que sería degradado de nuevo al nada glorioso nivel de puta. La rubia y muy masculina puta de algún gusano gigante que lo follaría sin descanso... ¿Dónde diablos había visto eso? Ah, sí, en una de las muy perturbadoras y nada educativas películas de Sasuke .

Riendo entre dientes de su perturbada imaginación, Suigetsu  descubrió que cada uno de sus pensamientos iba dirigido a su jefe. No es que él tuviera alguna clase de extraña fijación sexual muy perturbadora con el hombre, no, es que sabía cómo terminarían las cosas para él.
«¿Quizá pueda engañarlo?». Por supuesto. Suigetsu  estuvo a punto de desenfundar su Magnum y meterla dentro de su propia boca. «Claro que sí, campeón. Ocultarle algo al Colmillo, por supuesto». Porque el hombre no solo era aterrador como el demonio, sino que tenía un sexto sentido sobrenatural.
Mierda, mierda y más mierda.
Desesperado, Suigetsu  escondió el rostro entre sus rodillas y jadeó jalándose el cabello. Esto estaba mal, en muchos niveles diferentes y todos por culpa de su estupidez. Seguro Setsuna y Mitchell estarían orgullosos de él.

Seguro.

«¿Qué mierda haré ahora?». Él jamás se había sentido tan pequeño ni cobarde como en este momento, ni siquiera cuando su madre fue asesinada frente a sus propios ojos y su cadáver profanado, para enseñarle a él una lección. Suigetsu recordó con tristeza haber llorado y sentido dolor, un odio tan profundo que incluso se mareó; pero miedo..., este terror absoluto..., no.
Pero entonces él no había pertenecido a Infernum ni conocido a Sasuke Uchiha; él había estado solo y desprotegido, no sabía lo que era una familia ni el amor y la amistad. Ahora que tenía todo eso, le aterrorizaba la idea de perderlo solo por la insana atracción que había desarrollado hacia Tenten .

El teléfono de Suigetsu  sono, trayéndolo de regreso a la realidad. Tomándolo en su mano, él miró la pantalla. Y hablando del demonio..., era Sasuke . Respirando hondo, se armó de valor para responder, cuando lo hizo la voz grave de Sasuke  resonó en su oído con enojo:

—¿Dónde coño estás ahora?

Suigetsu  exhaló despacio.

—En casa. He estado...

—¿Estás escondiéndote de nuevo? Creí que habías superado lo de Karin. —Sasuke maldijo entre dientes a la madre de algún pobre mortal, Suigetsu  esperaba que no fuera la suya—. Mira, no tengo tiempo para lidiar con tus jodidos...

—No es por Karin, solo estoy... Necesitaba un momento a solas, papi.

—¿No me digas? Pues, ya se acabó. Haz tu maleta, nos vamos de cacería.

—¿A dónde nos vamos y a quién tenemos que matar ahora?

—Italia. Raffaele Tornatore. —Sasuke rio entre dientes—. Resulta que el maldito bastardo regresó a casa y dirige una nueva red de prostitución desde su sala.
Diablos, ¿quién hubiera dicho que todo lo que tenía que hacer era sentarse a tener una crisis existencial y rogar a alguna deidad inexistente por su vida? Suigetsu  sintió la tentación de pellizcarse a sí mismo para constatar que no se trataba de un sueño. Lo hizo, dolió. Bien, él no estaba jodidamente alucinando.

—¿Italia? Pero la jurisdicción...

—Ya me he encargado de ello. De todas maneras, la división italiana solicitó nuestra ayuda. Tú sabes: ellos recién inician y son pocos ahora.

—¿Y Obito estuvo de acuerdo? La última vez que alguno de nosotros fue en una misión conjunta, todo se fue a la mierda.

No es que él quisiera ser pesimista, Dios sabía cuánto deseaba asesinar al jodido hijo de perra; pero tenía ue ser realista también: las distintas divisiones de Infernum no se llevaban bien entre ellas. Era una suerte que Obito todavía pudiera hacerse cargo de todo y que ninguno de los líderes que él designó hubiera iniciado una revuelta.

—Me paso a Obito por el culo. De todos modos, fue Madara quien me puso al frente. —Sasuke hizo una pausa corta, riendo entre dientes, Suigetsu  sabía lo que significaba—. Se supone que le daría el trabajo al Equipo Espectro, pero ¿qué mierda? Es tu jodido padre, el honor es tuyo. El Equipo Cuervo vendrá con nosotros.

Oh, eso sonaba prometedor. Trabajar con Bloody y sus hermanos psicóticos siempre era divertido, en especial por el mismo Bloody, quien eta un bastardo peligroso, amaba las carnicerías y tenía un nulo sentido del humor; por no hablar sobre su extraño gusto por las historietas de porno gay, llenas de musculosos hombres peludos dándose por detrás.
Sí, el cielo. Gay.

—¿El Equipo Cuervo, estás jodiéndome? Mejor llevemos a Orochimaru  y muramos todos de una vez.

—Deja de ser dramático. El Equipo Cuervo es nuestra mejor opción y tú lo sabes. De todos modos, creí que te haría feliz matar a Tornatore.

—¡Y me hace feliz! Pero Bloody... Cazzo, papi, es un amargado de mierda, más que tú.

—Y por eso nos llevamos tan bien. Ahora, ¿vendrás o me voy sin ti?
Rendido, Suigetsu  suspiró. Esta era su oportunidad, él no la iba a desperdiciarla solo por una tontería. Él podría tratar con el Trío-Psicótico, por supuesto.

—¿Cuándo y dónde nos vemos?

—Dos horas, la oficina de Obito, no llegues tarde.

—Ahí estaré.

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NOTAS FINALES:

Hola chicos espero que estén bien aquí con otro capítulo de la historia,  no pensaba subirlo hoy por que no e descansado nada y estoy muy cansada  pero bueno aquí estoy .

Esta parte del capítulo es nuevo hace parte de lo recién escrito por Lorena así que 🤗. 

Pdt: el  nombre del grupo que irá con ellos a la misión puede ser cambiado o se quedará así todo depende de la otra parte del capítulo o en el transcurso de la historia.

No siendo más me despido nos leemos en otra ocasión y espero les guste el capítulo.

Besos 😙😙😙

BESTIA  (Adaptación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora