Dos meses más tarde
Creo que al final me moriré de un infarto. Entre los nervios por darle la sorpresa a Archer y el miedo a encontrarme con mi ex, tengo el corazón a mil desde que llegamos. Y sé que las posibilidades de vernos son mínimas en una ciudad tan grande, pero con mi catastrófica suerte, seguro que sucede.
-El taxi ya está aquí -Cornell tira de mí, al ver que estoy tan despistada, para que no me quede rezagada. Al final me han acompañado Harper y él.
Cuando Harper aceptó venir, mi hermano la acusó de traidora y ella simplemente sonrió, sin inmutarse, algo que lo molestó todavía más. Me encanta esta mujer y si no me gustasen tanto los hombres, intentaría conquistarla. Que por otro lado, no parece tarea fácil porque se ve bastante inaccesible, la verdad. Si fuese hombre, me acojonaría acercarme a ella con intenciones de conseguir una cita. No parece de las que entregan su confianza a la primera de cambio y por eso valoro más su amistad.
Cornell se ofreció después, sin necesidad de pedírselo. Es un amor. Aunque me tiene un poco preocupada últimamente. Sé que pasa algo con él, pero no me atrevo a preguntar porque es tan reservado, que temo meterlo en un aprieto si le digo algo. Y entonces me sentiría mal por él. Este chico, aunque es solo dos años menor que yo, me da mucha ternura. Y eso es raro de cojones porque estamos hablando de un SEAL hecho y derecho.
-Estoy histérica -me disculpo con él.
-No pasará nada -me asegura Harper-. Cuentas con la ayuda de dos SEAL.
Les he hablado por el camino sobre mi historia con mi ex y su hermano para que no se sorprendan si actúo de forma rara durante el tiempo que estemos aquí. Y por si necesito protección en caso de que nos lo encontremos. Aunque puedo defenderme sola, me siento más segura con ellos a mi lado.
Sé que Loman habría venido encantado también, pero le pedí que cuidase de Zandra y de Roger Harvey en mi ausencia. Y sí, lo llamé así delante de él, porque mi amiga todavía no se lo había dicho. Ya me lo agradecerá más tarde, cuando se le haya pasado el nuevo cabreo.
Además, tampoco nos vamos a quedar tanto tiempo como para necesitar a todo un equipo SEAL a mi lado. Ni siquiera dejarán salir a Archer de la base a celebrar su graduación. Al parecer, esto será puro espectáculo para las familias y él todavía tardará una semana en conocer su destino definitivo. O lo tardaría si Hank no le hubiese asegurado, hace 6 meses, que regresaría a Virginia. Este hombre es increíble y tiene más contactos que el propio presidente.
-Tengo ganas de vomitar -les confieso.
-Por nosotros no te cortes -responde Harper, provocando que el taxista me mire a través del retrovisor a modo de advertencia. Si lo hago, nos echa del coche.
-Podré soportarlo -sonrío-. Nunca os enamoréis, os vuelve débiles.
-Eso es que no lo estás enfocando bien -me replica Cornell-. El amor fortalece.
-Y lo dice el enamorado -suelto sin pensar. Se pone tan colorado, que me arrepiento al momento. Aún así, no voy a retractarme porque creo que eso sería peor todavía.
-Cornell tiene razón, en realidad -Harper sale en su defensa y la miro, sorprendida, porque no la creía una romántica-. No me mires así, Chris. Que no quiera tener hijos, no significa que no quiera compartir mi vida con alguien algún día.
-¿No quieres tener hijos? -eso me sorprende aún más.
-Con mi trabajo, no es compatible -se encoje de hombros-. De todas formas, hace tiempo que sé que los niños no son lo mío.
-¿En serio? -sigo sin creérmelo. Tampoco yo soy fan de los niños ahora mismo, pero quiero ser madre algún día.
-Quien quiera salir conmigo, ha de tener claro que jamás habrá un niño que lleve nuestro ADN combinado.
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Christine (Saga SEAL 3)
ActionArcher Black acaba de perder a su mejor amigo y se siente culpable por no haber podido sacarlo del edificio en llamas que se lo tragó. Mientras ahoga su culpa en alcohol, conoce a una atrevida, imprevisible y desesperante mujer que lo vuelve loco c...