-19-

3.4K 546 507
                                    

Bakugo recorría el pueblo pedaleando tranquilo en su bicicleta el día que se encontró con la vieja tía de Izuku por casualidad.

Ella salía de una tienda, acompañada por otra mujer más joven que la ayudaba a caminar sosteniéndola por el brazo, y el rubio no pudo evitar sorprenderse al verla tan desmejorada y frágil, aunque no debería haberle extrañado para nada. Después de todo, había transcurrido mucho tiempo desde la última vez que la vio. El problema era que... los años se le habían pasado volando desde que estaba con Izuku.

La mujer de cabello grisáceo levantó la mirada al encontrárselo de frente, y no tardó en fruncirle el ceño al inspeccionarlo de arriba a abajo con rapidez. Katsuki bufó molesto al entender que la vieja le había reconocido.

-Te vi.- pronunció ella con voz temblorosa por la edad. Bakugo intentó pasarla de largo, pero la mujer no se movió de la entrada de la tienda a la que él quería entrar.- Te vi en televisión. En las noticias.

El rubio se puso las manos en los bolsillos, irritado, sabiendo que tendría que escuchar todo lo que aquella mujer quisiera decirle.

-Te sacaste la lotería con él, ¿verdad?- masculló burlona.- Izuku no para de sonreír y tú... sólo gruñes y te quejas todo el tiempo.

Bakugo no estuvo dispuesto a escuchar más. Simplemente se dio la vuelta y comenzó a alejarse para montarse nuevamente en su bicicleta. Más tarde pasaría por la tienda.

-Quiero que le digas que venga a verme.- pidió la mujer entonces, deteniendo su andar brevemente.- Por favor.- agregó en voz baja.

Katsuki no respondió, pero aún así no tenía planeado ocultarle a su esposo lo deteriorada que había visto a su tía.

○○○○○


-Sólo olvida que está enferma. Ella arruinó tu jodida vida.- No. No debería haberle contado.

Izuku quitó la taza de té de las manos de Katsuki y la puso sobre la mesa, enojado.

-¿Qué haces? Te hice una maldita pregunta, Deku.

-¿Qué pregunta?

-¿Me porté grosero en la televisión?

-¿Qué? ¡No, Kacchan!- negó con obviedad, caminando hacia la silla en donde estaba su abrigo de lana.

-Bueno, todos me están mirando raro. En el maldito pueblo hablan mal de mí a mis espaldas.

-No hagas caso a lo que los demás digan.

-Es fácil para ti decirlo. Todos creen que eres muy dulce e inocente. No tienen ni puta idea.- bufó con enojo para luego cruzarse de brazos.- Ellos no saben lo que es vivir contigo.

-Como digas.- suspiró Izuku. Aquel día no tenía ánimos de lidiar con el mal carácter del rubio. Sus rodillas le dolían demasiado.- Levántate Kacchan.

-¿Qué?

-Levántate.

-¡Cuida tu tono! ¿Qué demonios quieres ahora?

-Vamos a ver a mi tía Lu.

Bakugo se puso de pie, superando en altura al encorbado peliverde.

-No.- dijo firmemente, haciendo que Izuku le mirara extrañado.

-¿No?

-Me pondré firme contigo. No vamos a ir.- estableció, y luego volvió a sentarse.

-¿Qué? Pero Kacchan... ¿y si se muere sin que me despida de ella?

-Deku- [Bakudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora