El deseo del demonio (Nero y Tu)

Parte 19

Los días pasan lentos, quito la hoja del calendario que compró Nico a principios del año. Hace tres días que Nero se fue y no eh tenido noticias de él, ni siquiera se ha comunicado para hacernos saber que ha llegado sano y salvo

-Ey nena, ¿que dices si hoy por la noche me dejas organizar una pequeña reunión?- enarco la ceja cruzándome de brazos ante la pregunta de Nico

-La ultima vez que organizaste una pequeña reunión terminaste invitando hasta el repartidor de pizzas

-Si, si- dice la morena muy animada -pero era un amigo de la secundaria.

Le dirijo una mirada de sospecha

-¿Cual era su nombre?- la cuestiono. Ella duda un instante -¡aja! Ya sabia que no lo conocías.

Nico hace la mirada triste con el único propósito de intentar convencerme

-Por favor- pide con un tono suplicante

-No.

-Por favor- insiste

-No Nico y ya deja de mirarme así- le advierto, sabiendo lo que esta por venir.

Nico hace un puchero y tengo que admitir que me provoca un poco de ternura

-¿Será pequeña?- pregunto, cediendo a sus encantos. Ella asiente con una sonrisa

-Si, te lo prometo- dice antes de salir corriendo para plantarme un beso en la mejilla

-Bien por que mañana tengo que ir a trabajar y no quiero tener que....- ruedo los ojos con cansancio sabiendo que Nico ya no puede escucharme pues ha salido de la casa. Escucho el motor del auto encendiéndose y los neumáticos derrapar contra el pavimento

Estoy limpiando la casa cuando suena el timbre de la puerta, es Nico quien vuelve con botanas y aperitivos para la pequeña reunión

-No tienes idea de a quien me encontré mientras realizaba las compras.

-No Nico no tengo idea.

Ella se sienta sobre el sofá exhausta, la imito y enciendo el televisor, yo también tengo bien merecido un descanso

-Adivina- insiste.

Encojo los hombros

-No lo sé- le respondo desinteresadamente

-Una amiga del colegio, tenia años sin verla, se que te va a encantar conocerla.

-¿Vendrá a la reunión?

Nico asiente alegremente

-Ah ¡si!- grita de repente, seguramente va a contarme otra cosa sin importancia -el chico duro ya volvió...

La noticia me toma desprevenida, me quedo viendo fijamente el televisor, no necesito ver a Nico para saber que tiene una sonrisa de satisfacción en su rostro

-...y también lo eh invitado-.

Me eh cambiado de ropa al menos seis veces, probando entre vestidos, pantalones, blusas de distintos cortes y colores y termino escogiendo unos pantalones ajustados con rasgaduras en la zona del muslo, una blusa sin mangas color gris y una camisa blanca con cuadros azul marino. Un estilo sexy que no deja de ser casual. Me miro en el espejo, ¿desde cuando me preocupo tanto por como me veo?.

Finjo no saber la respuesta y me pongo los zapatos cómodos y simples en color azul marino.

Nico enciende la música y la oigo cantar a todo pulmón, luego alguien toca a mi puerta.

-Voy- grito para que puedan escucharme a pesar del ruido. Abro la puerta y veo a Nero sonriéndome con cansancio

-Hola- susurra